Espectáculo flamenco en La Guajira. Foto de Alessia Gira.

La reinvención de la cultura almeriense

Como si una apisonadora les hubiera pasado por encima. Así ha vivido el sector de las empresas culturales almerienses el confinamiento durante el estado de alarma, la posterior apertura a principios de verano y, al final, el nuevo cierre de actividades a causa de la expansión del Covid-19 en nuestra provincia. Cuando confiaban en poder recuperar parte de los perdido durante  los duros meses de marzo, abril y mayo, la esperanza se desvanecía con el repunte de casos en Almería, que ha pasado de segunda por la cola a segunda con más incidencia en toda Andalucía.

Los rebrotes han supuesto nuevas restricciones a un sector, el de la cultura, que depende de los espectáculos en vivo o de los eventos que convocan a cuantos más asistentes mejor y que, tras las cancelaciones encadenadas en agosto y septiembre, mira con temor al futuro. A principio de verano, con la entrada de la llamada ‘nueva normalidad’, sí se pudieron celebrar espectáculos con público, pero el aumento de casos en la provincia ha provocado que se vayan cancelando eventos cuando se acerca la fecha de celebración.

Así, el Cooltural Go!, la fórmula de conciertos al aire libre en la plaza Vieja o el recinto ferial que ha sustituido al Cooltural Fest este año, se ha venido desarrollando hasta mediados de agosto y luego ha ido cancelando todo el resto de la programación prevista, que finalizaba en septiembre. Asimismo, un clásico como la Muestra de Teatro Aficionado de El Ejido ha suspendido su edición de este año, prevista para octubre tras haberse aplazado en abril en pleno estado de alarma, y no regresará hasta el próximo año.

Clasijazz apuesta por conciertos online

En esta situación, las empresas culturales de la provincia están haciendo lo que pueden para no echar el cierre definitivo. En muchos casos, con ingenio para superar las restricciones de horarios y aforos impuestas. Y mientras, esperan que lleguen las ayudas prometidas por las distintas administraciones, aunque solo serán una tirita para tapar múltiples heridas y fracturas.

Es el caso de Clasijazz, que desde hace meses está apostando por un formato online de conciertos y clases formativas con el que intentan transmitir las sensaciones de estar en la propia sala, tanto para el público como para los músicos. Con cuatro cámaras y un estudio de televisión, emiten en directo los conciertos vía online, en Zoom. Para poder verlos, hay que comprar la entrada.

El detalle de Clasijazz es que incluye una pantalla y un altavoz frente al escenario para que los músicos puedan ver a los espectadores que asisten desde sus casas y oír la respuesta, los ánimos y aplausos. Y el espectador se beneficia de una realización multicámara que permite planos detalle de los músicos tocando, desde distintos ángulos, no solo el habitual plano fijo de todo el escenario. «Los músicos se quedan flipados con el sistema que hemos montado, porque no se sienten solos», asegura a Foco Sur Pablo Mazuecos, socio fundador de Clasijazz. «Es un follón de realización, pero está muy bien y la gente se va muy contenta, los músicos y el público», añade.

A esta apuesta online, «la gente está respondiendo, aunque a nosotros la pandemia nos ha afectado muchísimo, hemos estado al límite, pero estamos saliendo adelante con mucha ilusión y con este sistema nuevo», cuenta Mazuecos. «La intención es seguir programando y seguir dando trabajo a músicos y artistas, que están pasándolo realmente mal», asegura, así como intentar «captar socios, que con la reforma fiscal, la deducción en Hacienda es del 80% de la cuota».

Para Mazuecos, las limitaciones a los eventos culturales tienen poco sentido. «Ves en pueblos imágenes sorprendentes de estar tocando en una plaza con dos sillas delante y la terraza del bar de al lado con cien personas», comenta. «Cuanto antes se pueda volver al presencial, mejor, porque no podremos aguantar mucho tiempo más. Y mientras tanto, estamos haciendo lo posible por innovar». En cualquier caso, este pianista y profesor de Conservatorio tiene claro que aunque se vuelva al formato presencial, el online ya ha llegado para quedarse, aunque sea para eventos concretos, «para que la marca Clasijazz siga saliendo a otros sitios».

La Guajira, en situación delicada

Una situación similar están viviendo en La Guajira, otra asociación cultural, como Clasijazz, que se nutre de socios que, con una cuota, tienen acceso preferente a los conciertos y actividades que programan. «Nosotros estamos tratando de mantener la programación para poder mantener las constantes vitales», cuenta Jesús Gómez, presidente de la asociación, que reconoce que lo están pasando bastante mal con la situación. «Estamos con el gotero puesto, en una situación muy delicada». Las medidas de seguridad, con sus limitaciones de aforo, lo hacen «insuficiente para mantener el espacio, pero mucho peor sería cerráramos del todo», añade.

Como ganas no faltan, al igual que en Clasijazz se han visto empujados a innovar mediante las nuevas tecnologías. En su caso, han habilitado un canal, La Guajira TV, en la plataforma Vimeo, en la que suben «algunos de los bolos que hacemos, no todos porque para la grabación habría que implicar a tres o cuatro personas que tienen que ser voluntarios porque no podemos pagar a la gente», explica Jesús, que destaca que el resultado es de «vídeos de mucha calidad».

En su caso, emiten gratis los espectáculos en directo vía YouTube y Facebook Live, aunque animan a los espectadores a que hagan donativos voluntarios. Luego, los editan a gran calidad y los suben a un canal que han abierto en Vimeo, y esta versión sí es de pago. «Estamos haciendo un esfuerzo sobrehumano, porque es muy difícil mantener un equipo de trabajo voluntario con la esperanza y la ilusión de que todo pase», asegura el presidente de La Guajira. «Nosotros tenemos el ánimo de llegar hasta donde podamos».

Cachés y formaciones reducidas

Otro local con una activa programación cultural en Almería es la tetería Baños Árabes Hammam Almeraya, uno de los escenarios de la revitalización del café teatro en la ciudad durante los últimos años. Aquí han logrado mantener una programación estable tras el fin del estado de alarma reduciendo el aforo y con ayuda también de los artistas, que colaboran cobrando cachés inferiores a los habituales, aquí y en otras salas.

El actor y autor teatral Fernando Labordeta es el encargado de la programación de este local. Él cuenta que no solo es que se hayan reducido los cachés, también lo están haciendo las formaciones, para poder subir al escenario manteniendo las medidas de seguridad. Así, asegura, «estamos consiguiendo que dé algo lo que estamos programando, porque se llena el aforo». Un aforo que es de entre 60 y 70 personas y que «primero se redujo a 40 y luego, cuando las normas de la Junta eran ya de holocausto, a 30». Esta reducción es incluso mayor que la que se les exige, «para que la gente estuviera tranquila, porque hay una especie de psicosis a los espacios cerrados», explica Labordeta, que señala que, paradójicamente, a la hora del desayuno «ves los bares llenos». Irónico, añade: «La gente se pensará que a las nueve de la mañana no puede coger el Covid».

Labordeta es también uno de los actores de la compañía Escenalia, que dirige Antonio Fernández. Para el sector del teatro, asegura, «el Covid ha sido casi letal». El problema es que, en provincias pequeñas, fuera de los grandes circuitos teatrales, como Almería, las compañías dependen casi en exclusiva de las programaciones públicas. Y estas desaparecieron con el estado de alarma. Se cerró la fuente de ingresos pero los gastos continúan: locales de ensayo, naves, sueldos.

En Almería, la Diputación Provincial puso en marcha en verano un circuito de teatro que recorrió algunos municipios antes de tener que suspenderse en agosto debido al auge de contagios de Covid-19. Y en la capital, está el anunciado Programa Re-activa Cultura20, que prevé contratar actuaciones de distinto tipo a los artistas que reúnan una serie de condiciones y que se presentaran a la convocatoria de propuestas. Esta terminó a finales de junio y hasta septiembre no se ha hecho una primera selección. Así, durente el verano, «solo ha habido un programa musical muy generoso, que también se ha tenido que suspender al final, y contrataciones puntuales, fuera de Re-activa Cultura20, aunque supuestamente deberían estar dentro porque cumplen esos requisitos, pero que se han contratado fuera de ese programa por importes superiores a los límites que se establecían en Re-activa Cultura20, como unas actuaciones que se han venido haciendo en la Rambla», denuncia Antonio Fernández.

Escenalia, además de producir obras, se encarga también de seleccionar los grupos que participan en el programa Educateatro, que recorre los colegios de varias provincias, pero que este curso ni se plantea que se vaya a llevar a cabo. «Lo último de lo que podemos hablar, tal y como está la situación, es de los programas educativos complementarios… Si se está hablando de si los padres van a llevar o no a los niños a clase… Si los niños no se pueden mover de su aula… ¿Qué actividades culturales se van a hacer? Por supuesto, las salidas a teatros son impensables», argumenta Fernández, que asegura que «tal y como está la situación, sería obsceno plantear algún tipo de actividad cultural».

Almería sigue siendo sede de PHotoEspaña gracias a MECA

Otro sector que está realizando grandes esfuerzos para mantenerse es del arte, también perjudicado por las limitaciones de aforo. Aun así, las hay que han continuado con su programación en cuanto han podido retomar la actividad, como en el caso de la galería MECA Mediterráneo Centro Artístico. Su director, el a su vez artista Fernando Barrionuevo, cuenta que llevan abiertos «desde que se nos ha dado la oportunidad, utilizando todas las medidas de seguridad posibles, como control de acceso del público a la sala y todas las medidas higiénicas». 

Así, un verano más MECA ha sido la sede almeriense del prestigioso festival internacional de fotografía PHotoESPAÑA, con cuatro exposiciones que se están sucediendo hasta este mes de octubre, con el título genérico de ‘Humano’. La cuarta es, además, la quinta edición de ‘Ars Visibilis’, proyecto para fomentar las obras de artistas femeninas. Barrionuevo explica que se esforzaron para que «Almería no pierda la marca PhotoEspaña». Asimismo, cuenta con que «muy pronto podamos desarrollar todos los proyectos que se han quedado bloqueados, como la exposición que íbamos a inaugurar en París, en el Instituto Cervantes, y los intercambios internacionales con artistas, siempre con el objetivo de que Almería tenga una imagen de frescura contemporánea, a pesar de lo que está ocurriendo».

A pesar de la pandemia y sus consecuencias, el sector cultural de Almería no se rinde y lucha por sobrevivir innovando y apostando por la calidad. Como dice Fernando Barrionuevo, «seguimos trabajando con mucho optimismo e ilusión para que el sistema no se pare». 

Falta de apoyo de las administraciones

El sector de la cultura almeriense se siente abandonado por las administraciones. Denuncian que se presentan proyectos y ayudas, pero a la hora de la verdad, no están llegando. Tan solo se han adjudicado ya unas de la Diputación, dentro del programa Actúa. Estas preveían repartir 300 euros a autónomos y empresas del sector cultural, pero al final serán algo más de 1.300 ya que ha habido muchos menos candidatos que cumplieran las condiciones de lo que se había previsto.

«De momento no contamos con ninguna ayuda, hay mucho bombo con subvenciones pero a día de hoy, llevamos desde que empezó esto a pulso y estamos en una situación bastante delicada, manteniendo el espacio, con una programación de calidad, con la cooperación de los artistas», dice Jesús Gómez, presidente de La Guajira, que añade que «aguantamos porque cerrar sería mucho peor para todos».

Antonio Fernández, de Escenalia, considera que «la respuesta de las administraciones públicas ha sido muy cuestionable, se han limitado a decir “vamos a ayudar a la cultura”, pero varios meses después del hachazo letal que supuso el estado de alarma y el confinamiento a las actividades culturales, la realidad es que, en el ámbito local y andaluz, no hemos recibido ninguna de las ayudas que se prometieron». Solo se han adjudicado las ayudas de la Diputación, y la resolución no se dio a conocer hasta septiembre. La institución provincial, además, programó durante julio una serie de actuaciones para los grupos de teatro.

Fernández ha echado de menos una mayor apuesta por lo local, como se ha hecho en otras provincias, donde las programaciones de este verano se han reservado a los grupos de la propia provincia. En Almería, no ha sido así: «En otras provincias nosotros no hemos podido entrar, pero en Almería no ha habido problemas para las compañías de fuera», asegura.

El artista Fernando Barrionuevo, director de la galería de arte MECA, señala que «la cultura nunca ha sido un proyecto avalado y apoyado económicamente. El mundo de la cultura siempre ha atravesado dificultades, pintores, escultores, músicos, escritores, todo tipo de profesional relacionado con el mundo del arte». Por eso, cree que «la situación actual va a suponer una criba natural en esa algarabía que existe en el mundo de la cultura, refinándola aun más. Por desgracia, caeremos mucha gente que llevamos muchos años trabajando».

(Reportaje publicado en el número de octubre de 2020 de la revista Foco Sur).

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