La provincia de Almería puede presumir de un variado patrimonio histórico y cultural. Sin predominar entre sus elementos más destacados los ‘grandes monumentos’ que solemos asociar al concepto de patrimonio, aunque de él también hay notorios ejemplos como la Alcazaba de Almería o el Castillo de Vélez Blanco, el almeriense destaca por ser reflejo de las diferentes etapas de la historia de la provincia, desde la prehistoria hasta la época moderna. Es decir, es un patrimonio que explica la historia de la provincia y, en cierto modo, nuestra realidad actual.
En el lado negativo, el abandono al que ha sido sometido en tantos casos por parte de las respectivas administraciones responsables de su cuidado. O de los propietarios del elemento patrimonial, cuando ha pertenecido al ámbito privado. En algunos casos, se ha podido reaccionar a tiempo y no son pocos los casos de patrimonio que se está rehabilitando y recuperando para el público, como el yacimiento de Ciavieja en El Ejido, el de Mojácar la Vieja o el Castillo de Tabernas. En otras ocasiones, como sucedió con el Acueducto de las Cumbres en Huércal de Almería, esa reacción llegaba tarde y se perdía ese patrimonio, en este caso derruido para construir una promoción de casas en el terreno donde se ubicaba.
La provincia de Almería cuenta con 536 elementos inscritos en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz. De estos, 199 lo están en la categoría de Monumento. Como Bien de Interés Cultural, la provincia cuenta con 402 elementos. Otros ocho están incoados pero aun no inscritos. Esta última es la situación, por ejemplo, de la Estación de Tren. En la última legislatura, con Patricia del Pozo al frente de la Consejería de Cultura y Patrimonio, se han llegado a incluir en este Catálogo 20 nuevos bienes almerienses, de variada tipología y época. Son la Universidad Laboral, el Instituto Celia Viñas, el cementerio y el Cortijo Fisher, en la capital; las iglesias de Níjar, Tabernas, Turrillas, Paterna del Río y Felix; los pósitos y tercias de Fondón, María, Fuente Victoria, Vícar, Huércal-Overa y Vélez Rubio; los yacimientos de Terrera Ventura en Tabernas; y los grabados rupestres de Piedras Blancas en Las Tres Villas.
De este amplio catálogo, hemos seleccionado diez BIC como las joyas del patrimonio de Almería, porque representan ese recorrido por la historia de la provincia, así como distintos tipos de bienes, como monumentos, yacimientos o, entre otros, patrimonio industrial.
Alcazaba de Almería
La Alcazaba de Almería es una de las fortalezas musulmanas más grandes que existen en España. “Es el icono de Almería porque nació con la ciudad y ha sido testigo, durante más de mil años, de la historia de la ciudad”, destaca Francisco Verdegay, vicepresidente de la asociación Amigos de la Alcazaba, que añade que “la evolución de la Alcazaba ha sido paralela a la de la ciudad, y viceversa”. En este sentido, explica que “si hay un momento de explendor, lo había en la ciudad, como en el siglo XI; y si lo hay de abandono, coincide con una época de abandono en la ciudad”.
En la asociación consideran que desde que se declaró Conjunto Monumental en 1989, “no se ha cumplido el objetivo de dignificar la Alcazaba como le correspondía”. Es cierto que en los últimos años ha habido un fuerte impulso a las obras de restauración, con más de 3,1 millones de euros invertidos en recuperar la Muralla Norte, el Muro de la Vela o la Torre del Homenaje. Y ahora, está previsto que la Junta de Andalucía invierta otros 7,4 millones en las obras de la Muralla Norte en el segundo recinto, la Muralla Sur y la Muralla del Cerro de San Cristóbal, así como en la mejora de la red de riego y abastecimiento de agua.
Ahora se quiere iniciar una campaña, que impulsó el Ayuntamiento de Almería tras una iniciativa del Grupo Municipal Socialista, para que la Unesco la declare Patrimonio de la Humanidad. Pero para ello, “falta un largo recorrido”, vaticina Verdegay, que señala la aprobación de un Plan Director como primer paso, pendiente desde hace décadas. Asimismo, la Alcazaba necesita una musealización e, incluso, recuperar la tienda que en su momento tuvo.
Los Millares
Es el mayor ejemplo del amplio patrimonio arqueológico que tiene la provincia de Almería. Hace tres años, Amigos de la Alcazaba puso en marcha una campaña para que se declarara Patrimonio de la Humanidad, que contó con el apoyo de Diputación, Junta de Andalucía y los tres ayuntamientos implicados, así como de la sociedad. Pero en los últimos tiempos el asunto está enfriado. “Los Millares es un yacimiento excepcional, el más importante de la época del Cobre en Europa occidental, y su valor es incalculable porque apenas se ha excavado una parte mínima”, destaca Verdegay. Está considerada, además, la ciudad más antigua de la que se tiene constancia en Europa.
Para que se ponga en marcha de verdad la nominación a Patrimonio de la Humanidad, primero es necesario que la Junta lo declare Conjunto Arqueológico, lo que dotaría al yacimiento de presupuesto, equipo y proyectos de investigación. De momento, este mes de julio se anunciaba la licitación por 244.000 euros de un centro de interpretación en el yacimiento. Es parte de una inversión de hasta 1,7 millones que la Junta tiene previsto realizar.
Castillo de Vélez Blanco
Tras la cancelación del proyecto para reconstruir el Patio de Honor diseñado por el arquitecto Pedro Salmerón, que hizo dudar sobre la viabilidad del proyecto, el Castillo de Vélez Blanco cuenta ahora con un presupuesto de 9 millones, anunciado hace un año, gracias a la colaboración entre Cultura y Desarrollo Sostenible.
En una primera fase, se va a rehabilitar la Torre del Homenaje así como la accesibilidad. En una segunda, se ejecutará la reconstrucción del Patio de Honor, cuyo original se exhibe en el Metropolitan Museum de Nueva York. En Amigos de la Alcazaba apuestan por una reconstrucción fidedigna de este Patio de Honor, ya que es sabido que todo él sería nuevo y las tecnologías actuales lo permiten. De hecho, ya la utilizan en la Escuela del Mármol de Fines. Por último, en una tercera fase se llevará a cabo la musealización del Castillo.
Catedral de Almería
Es un monumento relevante por ser catedral fortaleza, lo que remite a la época en la que la provincia sufría ataques constantes desde el norte de África, y que explican, además de este ejemplo, el de las fortificaciones que salpican el litoral almeriense. Construida en el siglo XVI, tras un primer intento de reconvertir la mezquita del barrio de la Almedina (hoy iglesia de San Juan) frustrado por el terremoto de 1522, es el “símbolo de la ciudad cristiana, igual que la Alcazaba lo es de la ciudad musulmana”, destaca Verdegay, que asegura que su construcción fue clave para que “la ciudad no desapareciera, porque tras el terremoto la población bajó hasta unas 2.000 personas”.
La catedral está en buen estado, saneada por dentro y por fuera, pero tiene un proyecto polémico, la restauración de la torre y la inclusión en ella de un ascensor, “algo innecesario, porque ni siquiera llega hasta arriba, es una cuestión de marketing, de negocio”.
Pinturas rupestres
Forman parte del arco mediterráneo de la Península Ibérica que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad en 1998. La más destacada y conocida es la Cueva de los Letreros, en Vélez Blanco, que fue el primer monumento declarado Bien de Interés Cultural en la provincia de Almería. También, la Cueva de Ambrosio, en el mismo municipio, que es “uno de los yacimientos más antiguos de toda la prehistoria de Almería, de hace unos 30.000 años”, apunta el vicepresidente de Amigos de la Alcazaba. En la Cueva de los Letreros se encuentra la pintura del Indalo, símbolo de la provincia.
Refugios de la Guerra Civil
Los Refugios de Almería son los de mayor tamaño que existen en España, con sus 4,5 kilómetros de galerías. Es así porque el arquitecto Guillermo Langle los planeó para que tuviera sitio casi toda la ciudad, que en aquella época tenía una población de 55.000 personas. Los Refugios tenían capacidad para unos 35.000 y “se habilitaron los accesos de manera que no estuvieran a más de cien metros de las casas, con galerías de tamaño distinto según el flujo previsto que tuvieran. Es algo excepcional”, destaca Verdegay. Además, también destaca su musealización, la más grande de España, con cerca de 900 metros. Bien conservados, se heca de menos que, con estas características, no tenga “la proyección nacional que debería tener”.
Muralla de Almería
Como ocurrió en casi toda Europa cuando los avances en artillería hicieron inútiles las murallas que rodeaban la ciudad, las de Almería estaban destinadas a desaparecer. En 1855 se dio la autorización para derribarlas, pero quedó un ejemplo en la zona del Barranco de la Hoya y del Cerro de San Cristóbal, que forman parte del Conjunto Monumental de la Alcazaba. Su supervivencia se debió a que “quedaron en la parte trasera de la ciudad, donde a nadie le interesaba irse a vivir, así que el esfuerzo de tirarla no compensaba”, explica Francisco Verdegay.
Durante años han estado en situación de total abandono pero por fin está prevista la restauración de la muralla, que llevará Antonio Orihuela, del Instituto de Estudios Árabes. La intervención se llevará a cabo en la muralla del Cerro de San Cristóbal y en la de Al-Mudayna, y cuenta con una inversión cercana a los 1,1 millones.
Cable Inglés
Ejemplo de patrimonio industrial de la época de la minería, una de las más relevantes y prósperas en la provincia de Almería. Ese periodo de la historia “sirvió para que se construyera la ciudad burguesa, la ciudad monumental almeriense”.
En la actualidad, está pendiente de culminarse su rehabilitación, que ha servido también para hacerla transitable, con un paseo que acabará en un mirador sobre el mar. La intervención, promovida por la Autoridad Portuaria de Almería, tiene un prespuesto de 2,1 millones, financiados con fondos del 1,5% Cultural de los ministerios de Cultura y Deporte y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Estación de Almería
Está considerada por medios especializados como una de las estaciones de ferrocarril más bellas de España. Ha sido restaurada recientemente, tras una inversión de más de 2,2 millones, en dos fases, por parte de Adif. Está pendiente de recibir un uso, sea para cultura o, de nuevo, como estación.
Cortijo del Fraile
Símbolo del patrimonio etnográfico, de gran relevancia en la provincia de Almería. A esto suma además sus valores como referente literario y cinematográfico, con obras literarias como ‘Bodas de sangre’, de Federico García Lorca, situadas en este lugar; o películas como ‘La muerte tenía un precio’ y ‘El Bueno, el Feo y el Malo’, para las que sirvió de localización.
“Es un icono del patrimonio almeriense, porque es modesto pero con innumerables valores y en estado ruinoso”, apunta el vicepresidente de Amigos de la Alcazaba. Tras años de lucha para que los propietarios lo rehabilitaran, finalmente lo adquiría la Diputación de Almería, que tiene la intención de rehabilitarlo y darle una función.
Yacimientos, castillos y agua
En Almería, hay tres categorías en las que el patrimonio es abundante y variado: yacimientos arqueológicos, de distintas épocas; murallas y fortificaciones defensivas, con castillos de especial relevancia; y el patrimonio etnográfico de la cultura del agua.
En yacimientos arqueológicos, el más relevante es el de Los Millares, pero hay muchos otros destacados. El Argar, que hay historiadores que lo consideran el primer Estado de Europa occidental, cuenta con yacimientos como el de Fuente Álamo, en Cuevas del Almanzora. También destacan los de Turaniana en Roquetas de Mar o Ciavieja en El Ejido, el Cerro de Montecristo en Adra, la Cueva de los Murciélagos en Lubrín o Bayyana en Pechina. “El patrimonio arqueológico almeriense es muy importante y el abandono es clamoroso, en algunos casos destruido de manera irremediable”, lamenta Francisco Verdegay. El papel de los ayuntamientos está siendo clave para rescatar y poner en valor algunos de estos yacimientos, como es el caso del Argar en Antas, , Ciavieja en El Ejido, Mojácar la Vieja o Macael el Viejo.
El patrimonio fortificado de la provincia tampoco se queda atrás. En 2006, Amigos de la Alcazaba señalaba que había unas 150 fortificaciones, de las que cerca del 70% se encontraba destruido o con mucha necesidad de intervención. Desde entonces, generalmente por iniciativa de los ayuntamientos, se han restaurado algunos de ellos. Entre los más recientes, destacan las actuaciones en el Castillo del Marqués de los Vélez en Cuevas del Almanzora y en el Castillo de Tabernas.
Asimismo, destacan las baterías defensivas que salpican el litoral de Cabo de Gata, como el Torreón de San Miguel de Cabo de Gata, el castillo de San Felipe de los Escullos, la Torre del Alumbre, el castillo de Rodalquilar, el de Cala San Pedro o la Torre de Mesa Roldán, porque “tienen el valor de ser fortificaciones que están en comunión con el entorno”.
El patrimonio del agua está formado por una serie de elementos muy modestos, como pozos, norias, acequias o aljibes, que muestran cómo a lo largo de la historia Almería ha logrado superar su histórica carencia de agua. Algún ejemplo, como el Acueducto de las Cumbres de Huércal de Almería, se ha perdido para siempre. Otros, como el de Carcauz, están en proceso de convertirse en BIC.
(Reportaje publicado en el número de octubre de 2022 de la revista Foco Sur).