La Mesa del Ferrocarril cumple un año volviendo a convocar concentraciones, tras no ver resultados satisfactorios en sus últimas reuniones con el Ministerio de Fomento. El portavoz de la Mesa, José Carlos Tejada, explica las reivindicaciones de mejoras en la infraestructura ferroviaria de la provincia de Almería que deberían llevarse a cabo en el corto y medio plazo. Si no ven reacción en las administraciones, se plantean convocar una gran manifestación antes de que finalice el año.
La Mesa del Ferrocarril acaba de cumplir un año. ¿Se ha avanzado en calidad ferroviaria en la provincia en este tiempo?
Ha sido un año intenso de lucha, de contactos, de muchos viajes, de muchos apoyos de los ciudadanos y de las instituciones de la provincia. Pero aunque desde ese punto de vista estamos muy satisfechos, y de que la plataforma haya crecido de una manera exponencial, somos ya cincuenta y una organizaciones, que representan a muchos miles de almerienses, lo cierto es que el balance no podemos calificarlo de positivo. ¿Por qué? Porque lo que hemos avanzado hasta la fecha es tener un Talgo VI, que es verdad que hace más confortable el viaje, pero en los recortes de tiempo, la propuesta que ha hecho Adif es totalmente inaceptable.
¿Qué es lo más urgente que queda por hacer?
Para la Mesa, en el corto y medio plazo, lo fundamental es trabajar en la línea convencional. Esto significa mejorar las vías entre Almería y Granada. En ese sentido, hay que terminar la electrificación entre Huéneja y Granada, lo que permitiría la entrada en funcionamiento de una máquina eléctrica, que daría una velocidad constante al viaje. Mejoras sustanciales también en determinados tramos, porque hay que recordar que hace diez años se tardaba veintitrés minutos menos en llegar a Granada, y ahora mismo se tarda dos horas y media. Esa mejora de nuestra conexión con Granada, si la línea de Alta Velocidad se finaliza en aquella provincia, hay un compromiso del Ministerio de construir un intercambiador de ancho de vía. Eso facilitaría el acceder a Madrid en cinco horas, vía línea de alta velocidad Antequera-Córdoba. Después, si nos vamos al ramal de Linares, ahí hay que realizar varias intervenciones para mejorar el trazado. Nosotros hemos cifrado en torno a ocho o diez millones de euros lo que hace falta para esta mejora. Y después, tenemos muy claro que hay que seguir incidiendo en el recorte de los tiempos. Creemos que queda un colchón para Adif en torno a los cuarenta y cinco minutos. Se podría rebajar el viaje en esos cuarenta y cinco, y no en los veintitrés y siete minutos que nos han planteado. La recuperación de destinos es otra apuesta de la Mesa. Hace ya seis años que Almería no está conectada con Barcelona, por ejemplo. Y para nosotros que Gibralfaro, un tren nocturno que ha estado saliendo desde Granada muchos años, saliera desde Almería es una apuesta que tenemos sobre la Mesa. Sin olvidarnos de la línea de alta velocidad, la Mesa del Ferrocarril ahora mismo está centrada en mejorar la línea convencional, que va a ser la que nos permita una mejora sustancial de tiempos y recuperar destinos a corto plazo.
Y algunas soluciones que planteáis son sencillas, como en el caso del tren a Madrid, que hace el tramo desde Aranjuez detrás de un Cercanías…
Eso es otra cuestión totalmente inaceptable. No ya solo que sea un tren escoba, porque cuando llega a Madrid la prioridad es para todos los Cercanías del área metropolitana madrileña, sino que también se utiliza el Talgo VI para limpiar, literalmente, las vías que no se utilizan. Es lo que llaman «desvío de vía». Y lo que tendría que hacer una máquina que se dedica a ese tema lo hace el Talgo VI, lo que supone incrementar el viaje en torno a seis u ocho minutos.
¿La reciente puesta en marcha de las obras del AVE de Granada puede afectar de forma positiva a la línea de AVE de Almería?
Esperemos que sí, pero hay que recordar que esas obras de la alta velocidad granadina van a suponer un corte de la línea convencional que nos une con Sevilla de en torno a cuatro meses, y hace pocos días se ha cumplido año y medio de un viaje, desde nuestro punto de vista, esperpéntico, porque tener que llegar a Granada, coger un autobús, bajarse en Antequera y volver a coger el tren la verdad es que no es de recibo, sobre todo pensando en aquellos viajeros que, por edad o por discapacidad, tienen que pasar por ese viaje. Lo positivo es que si, como anunció el ministro de Fomento en funciones, las obras están terminadas en un año, entendemos que el intercambiador del ancho de vía debería estar, al mismo tiempo que se inaugura la alta velocidad en la capital granadina, dando servicio a la provincia de Almería.
Otra cosa que propone la Mesa es la creación de una línea de Cercanías. ¿En que consistiría?
El proyecto de Cercanías hace ya cuatro años que se trasladó a la Consejería. Es un proyecto que elaboró el sector ferroviario de Comisiones Obreras, que en aquel momento se cogió con bastante interés, pero han pasado los años y está durmiendo en el cajón de los olvidos. Para nosotros la instauración de ese tren de Cercanías en la provincia supondría un paso importante de cara a la movilidad de más de 50.000 personas que viven en el Bajo Andarax. Daría un servicio importante y público. Resalto lo de público porque la Junta de Andalucía tendría que apoyar dentro de sus Presupuestos esta línea, que permitiría, en el área metropolitana de Almería, facilitar la movilidad de las personas. En el largo plazo, en la Mesa no nos olvidamos de la comarca del Poniente, una comarca que en las últimas décadas ha tenido un crecimiento importantísimo, tanto en población como en economía. Estamos hablando de una masa crítica de 350.000 o 400.000 personas, y hay que ir pensando en que el corredor ferroviario entre Almería y Adra.
¿En cuánto se calcula que afectaría a la economía almeriense que se realizasen todas estas mejoras?
En la provincia de Almería, en cinco años y medio, se han invertido 600 millones de euros. 500 millones que se invirtieron en la construcción de los túneles y los 103 millones que hay presupuestados para la línea entre Pulpí y Cuevas del Almanzora, y que todavía no se ha dado inicio a las obras. El resto del proyecto, nosotros lo valoramos en torno a unos 1800 millones de euros. Es decir que, si alguien ha prometido que en esta provincia, dentro de la próxima legislatura, el AVE estará funcionando, tendremos que tener una inversión anual en torno a los 600 millones de euros. Y eso lo vemos aun bastante lejano.
¿Y el impacto económico sobre la provincia?
Solo con que la línea convencional que nos une con Granada hacia Sevilla o Madrid, tendría una repercusión positiva. Si en el medio plazo la alta velocidad llega a Almería, estaríamos hablando de un crecimiento de en torno al 8% del PIB. Eso supondría un crecimiento económico importantísimo, la creación de miles de puestos de trabajo, la posibilidad del transporte de mercancías a través del tren, el sector turístico se vería beneficiado, y otros sectores productivos, como el del mármol, a través de muelles secos, que en esa cuestión la Junta de Andalucía está trabajando ya, de hecho el otro día la delegada del Gobierno nos confirmó la compra de terrenos en torno al kilómetro 21 de Níjar, que será un muelle seco público, más la previsión de otro muelle seco de iniciativa privada que se construiría en Pulpí. La alta velocidad sería un antes y un después para la provincia, pero por desgracia, sobre todo si no hay una voluntad política de todos nuestros representantes, independientemente del color que tenga cada uno, de apostar por este tema, la verdad es que lo vemos en la lejanía por ahora.
Precisamente, de la última reunión con el Ministerio no salisteis muy convencidos y la Mesa vuelve a convocar protestas…
La verdad es que la reunión con Manuel Niño no fue satisfactoria, entre otras cosas porque no vino a plantear soluciones en el corto plazo, por lo tanto la cara amable de la Mesa se va a traducir en la cara reivindicativa de la Mesa. Tras la concentración del 28 de octubre, vamos a iniciar una campaña de movilizaciones, desde la concienciación en la calle, con reparto masivo de folletos para entregárselos a los ciudadanos, como concentraciones en la puerta de la Subdelegación o una concentración que queremos hacer en Pulpí y Cuevas del Almanzora para reivindicar el inicio de las obras, sin desdeñar una gran manifestación que se pueda convocar a finales de año.
¿Con las movilizacionesse consigue que se acelere el proceso y que haya gente que se sume o se quedan en el impacto del momento?
Está claro que sí, pero la manifestación tiene que ser contundente, tiene que ser participativa y tiene que tener a miles y miles de ciudadanos reivindicando un tren digno que mejore nuestras infraestructuras ferroviarias, que son vitales y necesarias para la provincia de Almería. Si las concentraciones que vayamos a convocar en los próximos meses salen bien, está claro que la clase política va a tomar nota, se va a arremangar y va a luchar por la mejora de las infraestructuras del ferrocarril.
¿Qué expectativas hay de que en un plazo razonable algunas de estas reivindicaciones acaben siendo realidad?
Nosotros trabajamos para ello. Ha sido un año de trabajo intenso, dinámico, y nuestra esperanza es que si hay un Gobierno finalmente, le vamos a exigir que ya no hay más excusas para Almería, y que es el momento de, lo mismo que otras provincias han tenido mejoras desde hace poco hasta la fecha, se acuerden de que Almería también existe y de que es el momento de apostar por nuestra provincia y de invertir en ella.
¿Hay algún tipo de mejora que sería el mínimo aceptable?
La apuesta en el corto plazo es la línea convencional, porque lo de la linea de alta velocidad lo vemos bastante lejano. Vamos a echar toda la carne en el asador, sin olvidarnos del AVE, para conseguir que el año que viene, los presupuestos contemplen las partidas para construir el intercambiador, para terminar la electrificación de Huéneja y Granada, para invertir en las mejoras de trazado entre Almería, Granada y Sevilla y, por supuesto, que se contemplen presupuestos para seguir construyendo la línea de AVE que nos une con Murcia.
(Entrevista publicada en el número de noviembre de 2016 de la revista ‘Foco Sur’. Puedes descargarla aquí en pdf).