Enciclopedia viva del cómic, historieta o tebeo, Diego Cara lleva toda la vida dedicado a divulgar las excelencias de un arte a menudo menospreciado pero que ha dado obras maestras. Tras escribir en diarios en los años ochenta, en 1993 funda el Colectivo D.Tebeos, que cinco años después organiza las primeras Jornadas del Cómic de Almería Indalcón. El pasado mes de diciembre, celebraron su 25ª edición.
¿Cómo se consigue mantener unas jornadas sobre cómic durante 25 años en Almería?
Con mucha cabezonería y por el trabajo altruista de mucha gente. Hemos pasado la pandemia, con ediciones en las que había que terminar a las seis, con ocho sillas. Y hubo gente. La constante ha sido la terquedad de mantenerlo, por la voluntad de mostrar que hay campos de la historieta, que no es solo lectura infantil, que es algo más.
En estos años, además, habéis traído a una serie de autores clásicos…
Hemos traído a Kim, por ejemplo. Y el máximo éxito es cuando trajimos a Stéphan Corbinais, francés al frente de Bang Ediciones, con Ed Carosia y Maxi Luchini, dos ilustradores argentinos que colaboran con el New Yorker, que en Bang tienen la mejor colección de cómics para niños pequeños, Mamut. Me dicen que estoy siempre con Capitán Trueno, pero no es verdad. Yo lo comercial no lo defiendo. Solo porque es un referente que aglutina a gente tradicional, pero no me quita el sueño. Para mí, la mejor obra de Ambrós no es Trueno, sino El Corsario de Hierro, con Víctor Mora, al que también trajimos.
¿Qué otros autores clásicos españoles destacas entre los que han pasado por las jornadas?
Juan Escandell, por ejemplo, del estudio de Bruguera, que tuvo que redibujar cuadernillos enteros del Jabato, cuando cambió la censura, que se habían publicado años atrás. O Leopoldo Sánchez, que murió en 2021, que era el eslabón de la escuela valenciana y la escuela de Cartagena, los Sánchez y los Ortiz. Un dibujante que hizo el mejor Quijote que se ha hecho en cómic, aunque lamentablemente no está terminado. Y Kim, hijo de un gobernador civil del Franquismo que es el creador de Martínez el Facha… Sabía lo que había. Son de los que más juego han dado.
¿Y alguien que te gustaría traer y aun no hayas podido hacerlo?
Tengo varios. Se lo debo a Rafa Marín, guionista de Carlos Pacheco y director de algunas colecciones de Dolmen. O al dibujante de Jerez de la Frontera Jesús Merino. Son estudiosos y gente que ha hecho cosas en el cómic andaluz. O a Sergio García, de Granada. O al mejor dibujante de su época, Alfonso Usero, que me interesa mucho a nivel nacional, como también Alfonso Font. A ellos querría traerlos. Al final, traigo a los que más me gustan y más me interesan. Y que quieran venir gratis.
¿Cómo nacieron las Jornadas del Cómic?
En el colectivo D.Tebeos comenzamos con las publicaciones, que se comenzaron a multiplicar porque aquí uno se vuelve loco, y me ayuda Pilar Quirosa, y una niña muy joven y entusiasta las dirige desde la Biblioteca Villaespesa, Carmen Méndez… Ese es el origen.
¿Quiénes fueron los primeros invitados?
A las primeras jornadas vino Manuel Barrero, que presentó su libro sobre Barry Smith. A las segundas, Chema García, con Undercómic. También Paco Nájera. Venían con su coche, sin que les pagara. Les invitaba a comer.
¿Y quién fue el primer premiado?
Víctor Mora, en 2005, con motivo de los 50 años del Capitán Trueno. Es el primer homenaje nacional que se hace. Se había creado realmente a finales de 1955, aunque el primer número no se publica hasta marzo de 1956, debido a la mecánica de publicación de Bruguera que había establecido don Rafael González, a quien caricaturiza Ibáñez en la primera etapa de Sacarino.
Y ahora el colectivo D.Tebeos cumple 30 años. ¿Cómo nació?
Nació de una propuesta de Antonio Jesús Morata a Diego Cara, porque lo ve ‘depre’ un día en el pub Vhada, a finales de febrero de 1993. Luego, conozco a Pilar Quirosa en abril del 93 y se incorpora y ya éramos tres. También estaba Carmen Méndez y los chavales que venían a cosas que hacíamos. Lo primero que hicimos fue meternos en un fracaso, que fue darle 500 ejemplares de la revista ‘D.Tebeos’ a Mario Ayuso Galán, que tenía una distribuidora con Madrid Cómics. Luego ha aparecido con el nombre de Bruto Pomeroy como actor de series de televisión y cine.
Lo primero fue la revista entonces…
Sí, y darle periodicidad. Al principio era bimestral, los tres primeros números. Yo me encargaba de las colaboraciones, Pilar de las traducciones y alguna redacción y Morata era el diseñador. Era una revista sobre cómic, y salimos cuando habían muerto las que había, como el ‘U de Urich’ en Madrid y ‘El Maquinista’ de Valencia. Luego, en el 95, sacamos el primer ‘Tebeolandia’, para dar espacio a los clásicos y al coleccionismo. En las Jornadas hemos sacado el número 23, contando todas las etapas, dedicado a la novela gráfica y a Boldú. Luego, Morata se apartó un poco por motivos familiares y ya seguimos con ‘Tebeolandia’ y abrimos la línea El Alacrán Cómics Group, con cómics como ‘Gañán el Bestiajo’ que funcionaron muy bien. Luego también sacamos la revista ‘Reflejos’, del mundo audiovisual, y ‘Mundos de papel’, sobre autores nuevos y coleccionismo.
¿Ha cambiado mucho el activismo cultural en Almería en estos últimos 30 años?
Sí, porque la gente hoy en día no tiene referentes. Nosotros sí los teníamos, con el underground americano, dibujantes como Robert Crumb y Richard Corben, o el francés Cabú. El humor gráfico también se ha minimizado, que tenía el lado contestatario sobre el poder establecido. Y en Almería, la vida cultural no ha llegado a desaparecer pero ya no hay nada nuevo. Hay mucho postureo pero no hay lucha por ser algo. Nosotros no teníamos nada, solo el entusiasmo de divertirnos. Eso sí, en cómic, ahora es cuando mejores autores hay, en Almería y también fuera.
(Entrevista publicada en el número de marzo de 2023 de la revista Foco Sur).