La apuesta de Serón por un turismo sostenible, enfocado a la naturaleza y la cultura, tiene una nueva oferta: conocer los secretos del universo, contemplar las estrellas e iniciarse en las claves de la astronomía en el Planetario de Serón. Desde el pasado otoño, esta infraestructura recibe visitantes, jóvenes colegiales, familias y aficionados a la observación del cielo. Y desde el pasado julio, cuenta además con un telescopio que ha situado a este municipio del valle del Almanzora más cerca de las estrellas.
Es el único centro de estas características que hay en la provincia de Almería; al menos, en funcionamiento, ya que el que existe en Gérgal no está abierto al público. Y cuenta además con un astrofísico, Raúl Martínez, al frente de las instalaciones. Conocido divulgador astronómico, fundador de astrodidactico.com, este granadino llevaba dos décadas mostrando los secretos del cosmos desde Canarias cuando, en plena pandemia, aceptó la oferta de llevar el Planetario de Serón, que comenzaba a funcionar en octubre de 2020.
Raúl Martínez había venido por Serón varias veces en los cinco años que habían pasado entre que se comenzó la construcción del planetario y que se inauguró. Primero, como asesor, tras contactar con él la empresa local Xilacurve, especializada en la construcción de casas sostenibles con formato de iglú, que había recibido el encargo del Ayuntamiento de levantar el planetario. Y el verano pasado, viendo que el planetario no terminaba de arrancar por falta de personal cualificado y equipo, aceptó la oferta de trasladarse con su mujer, Amanda Mandry, al pueblo para encargarse de él.
El Ayuntamiento, además, les cedió las instalaciones del Centro de Interpretación del Aire, situadas al inicio de la Vía Verde, junto al planetario, y que está en proceso de transformarse en Centro de Interpretación del Espacio. “La idea es convertirlo en un pequeño museo del espacio”, concreta Raúl Martínez. Así, aunque su nombre sea Planetario de Serón, “es más que un planetario, es un centro astronómico”, cuenta el responsable de este espacio. Porque en julio se inauguraba, además, el tercer elemento del complejo, la cúpula con telescopio robotizado, un centro de observación, que permite así la contemplación en directo del cielo.
Así, ya puede recibir visitantes de día y de noche, tanto escolares como familias o grupos de amigos aficionados a la astronomía o que quieran conocer un poco mejor cómo funciona nuestro universo. El planetario funciona en horario diurno y nocturno, mientras que el centro de observación abre por la noche para la contemplación de estrellas. Asimismo, cuenta con telescopios especializados para la observación del Sol.
Y poco a poco, la labor divulgadora de Raúl Martínez se va ampliando, por ejemplo con los talleres de relojes de sol, que son “elementos interesantísimos, cultural y científicamente”, señala. El objetivo, cada vez más cercano, es que el Planetario de Serón acabe siendo “un centro de divulgación astronómica y científico”, en el que se realicen “estudios astrofísicos también”.
Simulador de eclipses y relojes de sol
La visita diurna al Planetario de Serón dura entre dos horas y dos horas y media, y se divide en varias partes. En el exterior se realiza “la observación directa de las distintas estructuras del Sol, con la que podemos ver las manchas, las ‘explosiones’, protuberancias que son emanaciones de plasma”. Eso se complementa con las simulaciones de eclipses de Sol y Luna, para los que el director del centro ha elaborado unos sencillos dispositivos, a escala verdadera de la Tierra y la Luna, que facilitan que los más pequeños sean conscientes de por qué y cómo se producen estos fenómenos, así como las distintas fases de la Luna. “Es una artilugio sencillo para comprender que un eclipse se produce cuando hay una alineación perfecta entre los tres astros”, explica.
Otra actividad que se realiza en el exterior del centro es el taller de relojes de sol. De momento, Raúl Martínez ha elaborado unos pequeños de cartón y el plan es acabar construyendo unos de mayor tamaño para dejarlos expuestos en las instalaciones. “Los relojes de sol se han estado utilizando durante siglos”, cuenta Martínez, “cuando la gente no necesitaba la misma precisión que hoy en día, si llegaban 15 minutos antes o después no era tan relevante, porque no vivían con esas prisas”. En el taller, los niños primero aprenden cómo orientarlo para que funcione correctamente, luego se deja y durante unos diez minutos les enseñan cómo leer la hora. Cuando vuelven a mirar el reloj, comprueban que ha cambiado. Los alumnos tienen además la opción de construir su propio reloj de sol de papel a partir de una plantilla que les dan en el centro.
Esta parte dura alrededor de una hora, “en la que los niños están activos, dibujando lo que ven, manejando los simuladores de eclipses y aprendiendo sobre la superficie del Sol”, cuenta Martínez. La idea es “poner en experiencia lo que se estudia en los libros, que no es lo mismo que hacerlo y verlo en las manos”, argumenta el director del Planetario. “Si te cuentan que hay cráteres en la Luna no es lo mismo que mirar por el telescopio y verlos”, pone como ejemplo.
Ver con los propios ojos las estrellas, las manchas del Sol, las constelaciones y demás “hace que ya no se te olviden”, asegura Raúl Martínez. Y si además se muestra “de forma divertida, en la que uno es participe, el aprendizaje se hace significativo, los niños aprenden de forma activa y más eficiente”. Esta visita concluye con las proyecciones en el planetario, que duran cerca de una hora.
Contemplar las estrellas
El recién estrenado observatorio está robotizado, automatizado por ordenador. Tiene una cúpula que se abre y se cierra, y gira, para adaptarse a la orientación del telescopio, que también está automatizado. Lo que ve el telescopio se captura con una cámara conectada al ordenador y desde allí se puede proyectar en el propio observatorio, en la sala del Centro de Interpretación “e incluso transimitirlo en Internet, en Facebook o YouTube y otras redes sociales”, explica Raúl Martínez. Más adelante, en una siguiente fase, el telescopio se podrá controlar de forma remota.
En una jornada de observación de estrellas, se sacan al exterior telescopios para que los que participan en la actividad miren por ellos. Luego se muestra lo que captura la cámara del telescopio principal. “La diferencia es abismal, porque el ojo no puede competir con una cámara, pero la experiencia de mirar con el ojo directamente tampoco es igual a verlos directamente en el ordenador”, comenta el astrofísico, que destaca que “se complementan la una con la otra”.
Con las jornadas de observación de estrellas recién inauguradas el mes pasado, ahora el siguiente paso será planear el futuro del Centro de Interpretación del Aire. “Queremos que sea atractivo y suscite curiosidad, que a cualquiera que pase le entren ganas de entrar porque hay que cosas que ver y que aprender”, comenta Martínez.
La intención es que sirva de complemento a la visita al planetario y a la observación con los telescopios. Como ejemplo, adelanta que pueden poner dos básculas, que marcarían el peso de quienes se suban, pero calibradas para que lo hagan con la cifra que marcarían en la Tierra y la Luna. Así, “un niño que pese por ejemplo 36 kilos, verá que en la Luna solo pesaría 6 kilos”, explica, “algo que les parece fascinante y que no olvidan en la vida”.
Raúl Martínez cuenta también con que se vaya regulando la contaminación lumínica que emiten los núcleos de población, algo que facilitaría la labor del telescopio. “No se trata de dejar los pueblos oscuros, sino de hacer un alumbrado inteligente, que contamine menos y con el que se ahorre energía”, propone.
Naturaleza e historia
“El planetario es un nuevo atractivo turístico para Serón pero además es cultura y ciencia, con él aprendemos sobre las estrellas y el universo. Y ahora se ha ampliado con el observatorio, para que podamos ver las estrellas con los telescopios que tiene”, destaca la concejala de Turismo de Serón, Caridad López. Para Serón, añade la concejala, tener este nuevo recurso turístico “es una ventaja, porque no hay planetarios en cualquier sitio, ni un lugar para observar las estrellas, más allá de Calar Alto, que es otra cosa”. Asimismo, dadas las dotes como divulgador de Rául Martínez, Caridad López destaca que la visita al Planetario de Serón es muy atractiva “para los niños y para los mayores”. Es decir, que es un buen plan para realizar en familia.
Más allá del planetario que ha situado a Serón más cerca de las estrellas, en Serón continúan “apostando por la oferta de naturaleza, con los senderos”, explica la concejala de Turismo. Asimismo, siguen “trabajando para poder abrir el Centro de Interpretación de las Menas, que tuvo una fuerte inversión de la Junta en su momento y ahora permanece cerrado. Es muy interesante, porque cuenta la historia de un poblado que tuvo su auge mientras se explotaron las minas y merece la pena conocerla”.
López recuerda, además, que “el Centro de Historia, que se inauguró el año pasado, ha funcionado muy bien”, lo que muestra el interés de la gente por los espacios donde se divulga la historia de los pueblos de la provincia. Con estos precedentes, la concejala reclama ayudas de las Administraciones a los pueblos de interior “para crear infraestructuras y que los proyectos de empresas jóvenes que quieren establecerse en municipios pequeños tengan más fácil hacerlo”.
Juan Antonio Lorenzo, alcalde de Serón
Serón ya tiene planetario y ahora con observatorio astronómico. ¿Qué ofrece esta nueva iniciativa?
El encargado, que es astrofísico y está preparado para enseñar de forma didáctica, está recibiendo visitas de colegios, divulgativas, pero también visitas de no iniciados y, además, como es científico, atiende a gente que ya está muy iniciada, porque en Almería hay una afición muy importante a la observación del cielo nocturno. En Almería no había una cosa parecida, porque en Gérgal está el Centro de Interpretación, que tiene un planetario, pero no está abierto. El conocimiento del cosmos es muy interesante para darte cuenta de lo que hacemos aquí, lo corta que es nuestra vida y la relación que tenemos con el resto del universo.
Esta es la última propuesta de Serón de tipo cultural, tras la apertura hace un año del Centro de Historia. ¿Cómo está funcionando este?
El Centro de Historia se inauguró el 28 de febrero de 2020 y poco después se tuvo que cerrar por el confinamiento. Pero durante todo el invierno ha funcionado muy bien, ha tenido muchas visitas, sobre todo de gente de la provincia, porque con las restricciones la gente ha hecho mucho turismo interior. Y esto se ha sumado a que terminamos la rehabilitación del castillo, que nos dio la oportunidad de descubrir la torre nazarí.
¿Qué otras iniciativas se han desarrollado en Serón en este último año?
Hemos puesto fibra óptica de 600 Mb simétricos en el 70% del término municipal y gas ciudad y hemos soterrado los cables. Al pueblo le hemos dado un empujón interesante en este tiempo. También se ha abierto el sendero del desfiladero del cantaril. Y tenemos un proyecto de inversión turística muy importante de cara a los fondos Next Generation, que puede ser una bomba, pero no quiero aventurar nada todavía. También hemos comenzado las obras de la residencia para personas con discapacidad, que están muy avanzadas. Es una obra importante, con una inversión de 1,7 millones del Ayuntamiento. Y pronto comenzarán las obras de construcción de dos parques eólicos más en el municipio, que servirán para empujar a nivel económico el presupuesto municipal. Otra inversión importante, de unos 450.000 euros, es la de la remodelación de la avenida de Lepanto, la antigua carretera comarcal, que es la vía principal del pueblo y le queremos dar un tratamiento más de calle. Y tenemos pendiente la segunda y tercera fase de la piscina municipal, que es ya un complejo de ocio público. Se ha inaugurado ya la primera parte, la piscina, que siempre se llena, y se va a acondicionar todo el entorno, los vestuarios y, al final, se va a remodelar el restaurante anexo. Y tenemos planeado hacer una zona de aparcamiento en los alrededores, con acceso a las instalaciones deportivas que acabamos de hacer también, con los Planes Provinciales. En este tiempo, hemos avanzado mucho de lo que teníamos avanzado en la legislatura.
¿Y las Menas, en qué situación está?
Está absolutamente abandonado. Funciona muy bien el camping, que genera mucho empleo y tiene muchas visitas, pero el resto de instalaciones, como el Centro de Interpretación, el hotel y las casas mineras, que son de la Junta, están abandonadas, sin vigilancia, y con problemas de expolio, lo que está deteriorando la imagen de Las Menas, la Sierra de los Filabres y el pueblo. Espero que la Junta lo resuelva cuanto antes.
También hay urgencias con la Peana.
Nos hemos puesto manos a la obra para no perderla, porque es un reclamo turístico muy importante, una ruta muy visitada, la de las Encinas Milenarias. No estamos dispuestos a dejar morir a un ser vivo que lleva con nosotros más de 1.300 años. Se ha creado una asociación, se ha puesto en marcha un crowdfunding en goteo.org, y el Ayuntamiento está ayudando en lo que puede, con una aportación de 20.000 euros. Hay mucha gente muy implicada en la salvación de la encina y ya hay un proyecto realizado por un grupo de expertos en recuperar este tipo de árboles, que trabanan en todo el mundo, para estabilizarla.
¿Qué más queda para el futuro cercano?
Seguir apoyando al sector de las cárnicas e invirtiendo en el sector del turismo, en energías renovables y servicios a los vecinos, porque Serón tiene un nivel de servicios a pie de calle muy interesante, a nivel de ocio y también de infraestructuras. Y conseguir que el pueblo siga teniendo el nivel de calidad de vida que tiene y que, además, se genere empleo. Hay empresas que se están planteándose construir en el polígono y el Ayuntamiento va a construir una gasolinera, que no tenemos ninguna en el municipio. Y una buena noticia es que Endesa va a incorporar un nuevo transformador en La Jauja, que nos facilitará tener energía suficiente en el municipio.
Una Cena con las Estrellas
El astroturismo es una de las apuestas desde hace una década de La Posada del Candil, un establecimiento de Serón que desde hace años ha organizado junto al grupo Azimuth la Cena con las Estrellas.
La actividad consiste en un taller de observación de estrellas impartido por los miembros de Azimuth, referente en la provincia en cuestiones de astronomía, aprovechando que Serón es lugar de interés según la Fundación Starlight, lo que implica que es un enclave especial para la observación del cielo. Y quienes deseen aprovechar la ocasión para desgustar los platos del establecimiento, este propone un menú degustación especial inspirado en el espacio, que no es obligatorio en cualquier caso para participar en el taller.
Por ejemplo, en 2019, este menú incluía unos entrantes en ‘Rojo en honor a Marte’, un gazpacho de sandía con chips de berenjena y almendra tostada y mini crepes de verduritas aromatizadas con jamón y queso de Serón. El menú continuaba con ‘Los anillos de Saturno’, una mini hamburguesa de cordero ecológico especiado con aros de cebolla y ensalada verde o una paletilla de cerdo asada con gratén de patata aromatizada en romero. Y finalizaba con un ‘Paseo por la Vía Láctea’, unos bocaditos de leche horneada y un chupito de espuma de fruta al chocolate.
(Reportaje publicado en el número de agosto de 2021 de la revista Foco Sur).