La almeriense Carmen Crespo es desde hace año y medio la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, un cargo desde el que gestiona la política de un sector, el agroalimentario, que lidera las ventas andaluzas y en el que Almería es a su vez la cabeza visible. En este periodo, ha tenido que trabajar con una perspectiva de Brexit y nueva PAC en Europa, ha vivido las movilizaciones del sector, ahora en pausa, que han llevado a una remodelación de una Ley de Cadena Alimentaria que ve insuficiente y ha impulsado las obras de infraestructuras de depuración de agua y de recuperación de ramblas, así como los expedientes medioambientales pendientes. Y ahora, la pandemia de COVID-19 ha supuesto un nuevo marco para el sector, figura esencial durante el estado de alarma.
¿Cuál es la situación del sector agrario andaluz a raíz de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19?
Yo creo que si hubiese que calificar al sector agrario andaluz a partir de esta crisis habría que hacerlo con un sobresaliente. Desde el inicio de la pandemia, tuvo claro cuál era el papel que debía jugar para garantizar el normal abastecimiento de la población. Con una situación de tanta excepcionalidad redoblaron esfuerzos, pese a las dificultades planteadas especialmente en lo que se refiere a determinadas cosechas por la escasez de mano de obra y por los desplazamientos. Ahora llega el momento de reconocer este esfuerzo, pero también de compensar a esos productores que han quedado maltrechos por la situación sobrevenida. Evidentemente, el cierre del canal Horeca ha tenido incidencia en determinados productos de la pesca y la ganadería, además de otras dificultades añadidas para determinadas cabañas. Varios sectores se han visto especialmente perjudicados, como la flor cortada y la planta ornamental, para quienes las medidas de confinamiento han llegado en el peor momento, también para el sector del vino o la ganadería extensiva.
¿Cuáles son las medidas más relevantes de la Consejería de Agricultura para apoyar al sector en esta situación y cómo se espera que influyan?
Creo que el sector sabe que hemos estado ahí y que seguimos estando. Ese es el balance más positivo que puedo hacerle de nuestra situación respecto de esta crisis: hemos trabajado y hablado por ellos y con ellos. Desde el primer momento mantuvimos nuestros canales de interlocución abiertos con el sector y no hemos dejado de escucharlos. Hemos actuado donde tenemos competencia y reclamado donde no las tenemos y conservamos la capacidad de intermediación como, por ejemplo, en los problemas con las contrataciones de mano de obra.
Además, hemos tomado otras decisiones importantes como garantizar el transporte de jornaleros. Igualmente, me gustaría destacar la predisposición de la Unión Europea que respalda la fórmula andaluza por la que se permitirá inyectar 19 millones de euros de las medidas del Programa de Desarrollo Rural en sectores gravemente afectados. Gracias a la propuesta andaluza se verán beneficiadas otras muchas regiones europeas. Por último, podría extenderme mucho más, las ayudas a la ganadería, a la pesca y nuestras alegaciones a las ayudas del Gobierno claramente insuficientes para estos sectores, sin olvidar el Plan de Refinanciación de Deuda anunciado por el presidente de la Junta de Andalucía por un total de 90 millones de euros para el sector agroalimentario y pesquero afectado por la pandemia.
A pesar de estar siendo un sector indispensable para garantizar el suministro de alimentos y del aumento de los precios de venta al consumidor, desde organizaciones agrarias como COAG denuncian una caída de precios para los productores, incluso tras la reforma de la ley de cadena alimentaria. ¿Qué solución tendría este problema recurrente?
La Ley de Cadena Alimentaria no es la panacea y menos aún esta ley que es incompleta y que llega tan tarde. El Gobierno de España, el Ministerio de Agricultura. tiene que tomar otras medidas y poner en marcha otras herramientas que permitan, en su conjunto y con esta nueva Ley, considerar los costes de producción y valorizar en el mercado la calidad y la sostenibilidad de nuestras producciones. Desde el primer momento observamos que la nueva norma era insuficiente para responder a la crisis de precios en el sector agrario y no está clara su aplicación. Andalucía considera que, debido a las dificultades para la aplicabilidad de la modificación realizada, se precisen con carácter previo por parte del Gobierno de España conceptos fundamentales introducidos que resultan indeterminados, subjetivos o sujetos a interpretación.
Justo antes del estado de alarma, el sector estaba movilizado en todo el país, en una campaña para ‘salvar la agricultura’ que precisamente se inició a finales de 2019 en nuestra provincia. Y durante el estado de alarma, ha sido reconocido como sector fundamental, incluso con llamadas del Rey a algunos de sus representantes. ¿Cree que ha servido esta cadena de acontecimientos para concienciar a los ciudadanos del papel que juega la agricultura en nuestra sociedad?
Por supuesto que sí. Nosotros hemos puesto en valor esa gran conexión que existe en la actualidad entre el sector y la sociedad. Los ciudadanos saben perfectamente el papel que cada uno ha jugado en esta crisis sanitaria. Haber dejado desabastecidos los mercados habría sido algo de consecuencias insospechadas, pero no solo no fue así, sino que aún pusieron tiempo de su escaso descanso y sus propios recursos para colaborar en tareas de control de la pandemia. Hemos hecho campañas de reconocimiento y de valorización de los productos andaluces. Ahora toca que todos sepamos corresponderles como se merecen.
El ‘modelo Almería’ es reconocido en todo el mundo pero los mismos agricultores alertan de que está en peligro. ¿Qué cree que se necesita aún poner en marcha para impulsarlo,contando además ahora con la crisis derivada del COVID-19?
Almería es referente mundial por muchas cosas, pero especialmente por sostenibilidad, calidad e innovación. Para llegar a hacer de todo esto el ‘modelo Almería’ ha hecho falta mucho esfuerzo y ha habido que poner mucha inteligencia colectiva al servicio de todos. Las cosas no ocurren nunca por casualidad. Nadie va a dejar no solo que este ‘modelo Almería’ caiga, sino que ni tan siquiera que se debilite. Este pueblo ha superado situaciones estructurales de una gran importancia como la falta de recursos hídricos y lo ha hecho con un uso eficiente del agua. No le quepa la menor duda de que la Junta de Andalucía va a estar ahí apoyando en todo momento, escuchando y aportando en todo lo que pueda. Antes, ahora y después de la pandemia lo que hay que hacer es defender a nuestros productos en los mercados exteriores y por ello necesitamos más controles de los productos de terceros países, que los acuerdos con éstos no sean lesivos para con nuestros intereses, mayor operatividad en los Puntos de Inspección Fronteriza y, finalmente, como solución importante para los momentos que vivimos, que Europa reconozca el Principio de Preferencia Comunitaria.
En octubre se celebra en Madrid, si todo va bien, Fruit Attraction. ¿Qué planes tiene la Consejería de Agricultura para esta feria?
Fruit Attraction es un gran escaparate para nuestro sector hortofrutícola. Nosotros somos además una comunidad siempre esperada por su potencial. Aún queda tiempo y no podemos anticipar ninguna cuestión y siempre apelamos a la prudencia. En cualquier caso, no dude usted de que entre las medidas que el Gobierno andaluz va a poner en marcha para la reactivación de nuestra economía se encuentran los planes de promoción y apoyo en los mercados tanto interiores como exteriores del sector agroalimentario en su conjunto y en sectores específicos que son la base de nuestra economía. Y ahí vamos a redoblar esfuerzos.
Otro problema que preocupa al sector es el que se anuncia desde Europa, con la renovación de la PAC y el Brexit a final de este año. ¿Cuál es la perspectiva de la Consejería sobre el efecto que puede tener esta última? ¿Y qué espera que salga de las negociaciones en Europa para la PAC?
Europa ha reconocido el papel de la agricultura en su compromiso ejemplar durante la pandemia. Ahora llega el momento de reconocer sus problemas y abordarlos con rigurosidad y adoptando medidas que beneficien al sector, entre ellas con una nueva PAC fuerte, donde no se pierda presupuesto, dotada de nuevos mecanismos de mercado que funcionen para que los productores puedan autorregularse y gestionar las crisis de manera que reciban unos precios que remuneren su trabajo y una PAC en la que el agricultor y el ganadero sean el centro, adoptando el protagonismo que requieren. Una buena PAC, más apoyo y más defensa de nuestros productos en los mercados, fin a los vetos, como el veto ruso, defensa también ante terceros países, en donde en ocasiones no se compite en igualdad de condiciones. También lo he dicho antes: más controles en las fronteras y que se reconozca el Principio de Preferencia Comunitaria.
Me preocupa mucho que la nueva estrategia europea denominada ‘De la granja a la mesa’ incida en el establecimiento de más restricciones que penalizan la capacidad productiva de Andalucía y que no tienen en cuenta una agricultura puntera, que es también respetuosa con los recursos naturales y su entorno y que se sitúa a la vanguardia de la utilización de las nuevas tecnologías, para ofrecer alimentos de la máxima calidad con sostenibilidad medioambiental y social.
El potente sector agroalimentario andaluz, y el almeriense en particular, ha vuelto a batir récords de exportaciones estos primeros meses del año. ¿Será, aun más, el motor económico de la provincia y la comunidad en el escenario de crisis post COVID-19?
Sin duda. La Junta está poniendo en marcha un plan de reactivación económica y nosotros contamos con cincuenta medidas entre las que se encuentra el apoyo financiero o refinanciación de pasivos aportando liquidez al sector. Esto va a ser importante porque, entre otras cuestiones, tenemos que seguir exportando, somos líderes y tenemos que seguir consolidando esta situación. En cualquier caso, necesitamos acabar con situaciones como el veto ruso o las derivadas de aranceles especiales a algunos de nuestros productos. Son temas en los que vamos a estar con toda nuestra lealtad institucional para que el Gobierno de España pueda estar a la altura de las circunstancias y sepa defender nuestras producciones. Y no lo dude: vendemos más que nadie en España porque producimos con una gran calidad y sostenibilidad.
En ganadería y pesca, ¿qué se está haciendo o se va a poner en marcha para apoyar a estos sectores?
Estamos haciendo grandes esfuerzos con la ganadería en Andalucía. Veníamos de una situación en que el sector necesitaba apoyo y ahora se presentan nuevas dificultades. Este esfuerzo se refleja, por ejemplo, en una línea específica de ayudas dotada con 40 millones de euros. Estas ayudas no se habían convocado nunca, incluso estando previstas en el Programa de Desarrollo Rural con una dotación de 15 millones. Nosotros casi las triplicamos en la convocatoria de 2020 para los sectores ovino y caprino, uno de los más afectados por el cierre del canal Horeca. Pues bien, mientras nosotros ponemos esta cantidad, el Gobierno de España destina 10 millones de euros, pero para todo el país, lo cual no deja de ser una cantidad ridícula. Evidentemente, no van a ser las únicas medidas de apoyo, hay otras que llegan por los adelantos en los pagos gracias a una mayor agilidad administrativa, o las específicas, como por ejemplo para razas autóctonas Todo ello sin olvidar el beneficio que puede suponer el incremento porcentual del 30 % en ayudas para seguros agrarios.
Respecto a la pesca están previstas distintas líneas de ayudas por valor de 11 millones de euros. Algunas están ya en fase de resolución definitiva. Hay ayudas al arrastre y el cerco del Golfo de Cádiz, para tripulantes y armadores, a la concertación de organizaciones pesqueras, a la draga hidráulica, que será la primera vez que se convoquen por la Junta, al sector de la coquina, a la modernización de los buques o las destinadas a inversiones en puertos pesqueros. También se contemplan ayudas a la mejora de la comercialización, promoción y transformación de productos pesqueros y a las organizaciones de productores pesqueros para que lleven a cabo planes de producción y comercialización de la pesca. Incluyendo las ayudas a las paradas de Palangre, cerco, arrastre del mediterráneo la cantidad puede alcanzar del orden de los 21 millones de euros.
Como responsable de Desarrollo Sostenible, ¿cómo va la prometida agilización de expedientes medioambientales, en concreto en la provincia de Almería?
Este fue un compromiso que adquirimos al inicio de la legislatura y que estamos cumpliendo no solo en la agilización de expedientes sino en la convocatoria de ayudas y también en los pagos. Hemos suprimido trabas, ampliado la dotación de personal para ello, en Almería y en el resto de delegaciones, y seguimos trabajando en ello mediante una apuesta muy decidida por los medios telemáticos, de manera que lo último que hemos hecho ha sido impulsar, desde la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático, la plataforma Notific@ como instrumento de simplificación de trámites ambientales. Ganamos en eficacia y eficiencia y es bueno para los ciudadanos, especialmente los que se ven afectados por estos trámites, y para la Administración.
También relacionado con medio ambiente, ¿qué papel pueden jugar los espacios protegidos andaluces y almerienses, como el Parque Natural de Cabo de Gata, a la hora de reactivar el sector turístico y la economía?
El Gobierno andaluz ya cuenta con un plan de reactivación económica en marcha en el que la obra pública tiene mucho peso. Desde la propia Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible se licitarán este año hasta 357 contratos de infraestructuras hidráulicas por 575 millones en toda Andalucía, entre otras actuaciones. Al mismo tiempo, la Junta de Andalucía como sabe, viene trabajando en una revolución verde que para nada es incompatible con el desarrollo de los territorios.
De otro lado, es verdad que el COVID-19 ha perjudicado especialmente a otros sectores como el turismo. Pero todo es posible trabajando desde la sostenibilidad, como hasta ahora lo veníamos haciendo al hacer compatible el desarrollo económico con la conservación y restauración medioambiental.
Nuestros espacios naturales son el mejor escenario para volver a la normalidad, apostando por el ecoturismo como actividad sostenible en nuestros espacios. Nuestro plan de reactivación ambiental incide precisamente en ello para potenciar un sector que ha sufrido en esta crisis y en el que sobre todo afecta esencialmente a pequeñas y medianas empresas andaluzas, muy vinculadas a lo local y a lo rural. Vamos a darles todas las facilidades necesarias para que la vuelta a la actividad se convierta en un impulso necesario.
(Entrevista publicada en el número de junio de 2020 de la revista Foco Sur y en Almería Información).