El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios en Almería, Antonio Jesús Fernández, analiza el estado del tejido empresarial almeriense, sus retos y lo que la provincia necesita para impulsar un sector productivo potente.
¿Cuál es la situación de la empresa almeriense?
Nos encontramos en un momento bueno, pero eso no significa que sea una situación relajada ni mucho menos. Las empresas tienen objetivos ahora tan importantes como mejorar su rentabilidad, asegurar su posición en el mercado y establecer las bases para seguir creciendo. Independientemente de la situación, lo fundamental es tener un producto o servicio que genere valor y sea útil a los clientes. Por supuesto hay que saber enfocar la comercialización de forma que llegue al mercado con éxito. Además, requiere muchísimo compromiso y trabajo por parte del empresario, una aptitud muy positiva y una pequeña parte de suerte. En Almería creo que tenemos un buen entorno para emprender. En una situación como esta las empresas tienen que apostar más que nunca por la innovación en sus procesos, el aumento de su rentabilidad y la internacionalización.
¿Qué objetivos tiene AJE de cara a mejorar el tejido empresarial de Almería?
Entre los objetivos de AJE Almería están generar oportunidades de negocio, acercar la innovación y la creatividad al tejido empresarial y crear riqueza para mejorar la sociedad en general. Asimismo, la entidad fomenta el espíritu emprendedor en la provincia a través de acciones que promueven los valores de constancia, esfuerzo y perseverancia. Para lograr este objetivo ofrecemos actividades de networking, formación, ponencias, asesoramiento, encuentros de negocios y charlas con empresarios y personas relevantes de nuestra sociedad. Todo ello, sin descuidar el aspecto lúdico que ayude a que los jóvenes empresarios almerienses se relacionen mejor.
¿Cuáles son los principales retos que afronta un joven a la hora de poner en marcha una empresa?
Hay muchos, desde luego, la falta de cultura empresarial es muy acusada y eso hace que los jóvenes no tengan una mentalidad empresarial muy marcada. El primer reto al que se enfrenta es desarrollar esa actitud empresarial y ser capaz de convertir su conocimiento en un negocio rentable sin tener ningún tipo de miedo a intentarlo ni al fracaso y sin creerse los prejuicios que a priori puedan existir en la sociedad. A nivel nacional, los altos impuestos y la burocracia son otro reto importante cuando aun no se dispone de una base sólida. El joven empresario necesita una mayor agilidad en los trámites burocráticos y un aumento de la seguridad jurídica que les permita centrarse en su negocio y no en temas burocráticos que le puedan distraer de su actividad principal. A nivel provincial, otro reto es que la situación geográfica de Almería y sus infraestructuras hace difícil acercarse a, por ejemplo, Madrid, dada la alta inversión necesaria en términos de tiempo y dinero, lo cual influye en la capacidad de las empresas no solo de internacionalizarse, sino también de realizar negocios con otras partes de España. Por último, cuando eres empresario aceptas jugar con un nivel de riesgo más grande que un trabajador por cuenta ajena. Es cierto que, si te va bien, te va mejor que a ellos, pero si hay momentos malos, puedes acabar peor que nadie. Es necesario ser más comprensivo con la figura del empresario y entender que, para que haya trabajo, tiene que haber empresarios y trabajadores. Lejos de ser figuras antagónicas como nos pueden hacer creer, no dejan de ser partes fundamentales de un mismo equipo que persiguen un objetivo común.
¿Qué tipos de empresa se crean en Almería?
Empresas de todo tipo, creo que ese es un punto fuerte en Almería. Los jóvenes empresarios almerienses se atreven con todo. Afortunadamente, ahora se están generando algunas empresas punteras en tecnología, energía y conocimiento. Esto es vital pues los puestos de trabajo asociados a este tipo de empresas son de muy buena calidad y eso repercute en la calidad de vida de los almerienses.
Además de turismo, hostelería y agricultura, ¿en qué otros sectores destacamos y por cuáles se debería apostar más?
La piedra es otro sector muy relevante. No hay que perder de vista los sectores comentados anteriormente. Almería tiene unas bases sólidas que deberían contribuir a fomentar negocios relacionados con el conocimiento. Si miras las empresas más importantes del mundo, abundan las tecnológicas, las de servicios y las de salud, además de alimentación y energía. Almería tiene que estar allí y tiene que seguir haciendo como ha hecho siempre, reinventarse a sí misma en nuevos sectores a pesar de los escasos recursos o inversiones que pueda tener en comparación con otras regiones. Creo que es clave, dentro de estos sectores, que se apueste por el conocimiento, la innovación y la internacionalización. Es muy difícil competir en trabajo bruto con otros países con costes salariales mucho menores y servicios sociales casi inexistentes. Tenemos que comprender que los servicios de alto valor añadido, que solo un tejido empresarial fuerte puede desarrollar, son la base para la calidad de vida de los almerienses en las próximas décadas.
¿Cómo animaría a un joven almeriense a que ponga en marcha esa idea que tiene?
Lo primero es que ser empresario no es un juego. En años anteriores, a nivel general en España, se ha fomentado mucho el ‘emprendimiento’ y se ha lanzado a muchos jóvenes a que creen una empresa contándole solo lo bonito y ayudándoles solo al principio, con unas tasas altísimas de abandono en el primer y segundo año, con lo que ello supone para la vida de estas personas. Afortunadamente, también tiene muchas satisfacciones. Te da la capacidad de cambiar tu entorno y generar riqueza a tu alrededor. Este hecho te hace sentir parte de la sociedad en la que vives. Puedes ver el impacto que se genera cuando consigues traer proyectos y sientes mucha satisfacción viendo cómo las personas que trabajan contigo tienen un trabajo y una calidad de vida buena gracias al trabajo que hacen de forma conjunta todos los miembros de la empresa. Al final, ser empresario se vuelve un estilo de vida que encaja con una forma de ser que te ofrece unas experiencias que difícilmente se pueden experimentar de otro modo.
(Entrevista publicada en el número de febrero de 2019 de la revista Foco Sur).