Recién terminada la celebración del 25 Aniversario de la Universidad de Almería y a punto de finalizar su mandato, el rector Carmelo Rodríguez analiza los avances conseguidos para el centro y lo que aun queda por hacer, con el objetivo de mantenerla como una universidad puntera en investigación y con un catálogo de titulaciones adaptado a la realidad local pero también internacional.
Se acaba de cerrar el 25 aniversario de la UAL, con el entierro de la cápsula del tiempo. ¿Qué tal ha sido la celebración?
La verdad es que ha superado las expectativas que teníamos. Cuando empezamos a planificarlo hace casi año y medio, con una amplia programación de eventos, teníamos como objetivo hacer un recorrido por la historia de estos 25 años y también aprovechar para acercar la universidad a la ciudadanía y tomar fuerza e impulso para el futuro. Hemos desarrollado casi 80 actividades de carácter científico, divulgativo, cultural y deportivo. Estoy más que satisfecho porque hemos conseguido llegar de manera directa a 30.000 ciudadanos, sumando los asistentes a los distintos eventos; el nombre de la Universidad de Almería ha trascendido incluso de la provincia, a nivel nacional, con múltiples reconocimientos. Por tanto, estoy más que satisfecho de lo conseguido.
¿Está también satisfecho de lo conseguido en este mandato que está a punto de terminar?
Más importante que el que esté yo satisfecho, que por supuesto lo estoy, lo que más me gusta es que lo que percibo cuando hablo con la comunidad universitaria es que en general está satisfecha con lo que se ha hecho durante estos tres años. He recibido múltiples peticiones y eso es lo que me ha llevado a presentarme a la reelección. Percibo que hay en general un estado de satisfacción en el campus, la comunidad universitaria ha trabajado en buenas condiciones, se han conseguido buenos objetivos, por tanto hay satisfacción, y no solo dentro del campus, también en la sociedad y eso me lleva a mí a estar satisfecho.
Una de las líneas clave para la universidad es la investigación. ¿Cuál es el estado actual en este campo?
Un estado realmente bueno. Uno de los objetivos estratégicos que teníamos era procurar una mayor inversión para investigación, y lo hicimos desde el primer momento. Los recursos propios de la universidad destinados a investigación han crecido año a año; por ejemplo, con adelanto a los investigadores de las cuantías de los proyectos, para que no tuvieran ningún retraso. Y además, por qué no decirlo, tenemos una plantilla de investigadores excepcional, que han sido muy competitivos en las convocatorias de proyectos, tanto nacionales como europeos, con lo cual se están recibiendo bastantes ingresos de esas convocatorias, lo que lleva a aumentar mucho más la productividad investigadora. En números relativos, estamos muy por encima de la media andaluza y a muy buen nivel en la nacional, por lo que estamos muy satisfechos también, porque la investigación en la Universidad de Almería marcha muy bien.
¿Y en el ámbito de la transferencia a la sociedad, otra de las estrategias clave?
También. No solo era una línea estratégica de la universidad, también lo era de mi programa. Hemos incrementado las medidas para intensificar esa relación. Por ejemplo, hemos complementado con recursos propios la convocatoria del plan de investigación con otra convocatoria que hemos llamado Plan Transfiere, precisamente para potenciar esa transferencia de los resultados de la investigación y el conocimiento a la sociedad, en particular a la almeriense. Además tenemos un plan de visitas con las empresas para ofrecer la carta del catálogo de servicios a las universidades; hemos potenciado la formación profesional de nuestros estudiantes en colaboración con las empresas y hemos incrementado aun más las prácticas en empresas, con lo cual la relación con las empresas funciona muy bien.
La colaboración con las empresas era precisamente otra de las líneas clave, ¿en qué punto está?
Excelente, de hecho, hemos renovado la Fundación de la Universidad de Almería, y dentro de ella tenemos un Consejo Asesor Universidad-Empresa, donde participan casi un centenar de empresarios. Tenemos reuniones constantes con ellos para que haya esa simbiosis, para conocer las necesidades de las empresas y también que las empresas conozcan lo que la universidad puede ofrecer. Eso, unido a la tercera pata, que es la labor que realiza el Consejo Social, con el que también tenemos una relación muy intensa y que sirve para intensificar esa línea.
Otro capítulo es la internacionalización…
También estoy muy satisfecho porque año tras año crece el número de alumnos de movilidad internacional. Este año hemos llegado a tener casi mil alumnos visitantes, que supone casi un 7% de nuestros estudiantes. Los números son excelentes hasta tal punto que ya no nos preocupa la cantidad, porque creemos que ya es absoluta, y a lo que vamos es a seleccionar un poquito más en aquellos destinos o titulaciones en las que podemos tener menos movilidad, como por ejemplo universidades de Inglaterra, que veremos ahora cómo nos afecta el Brexit, o algunas titulaciones donde es más difícil conseguir programas de intercambio, como en el campo de la salud. Por otra parte, estamos potenciando lo que llamamos la internacionalización en casa, para que nuestros estudiantes, aun sin salir fuera, perciban esa relación y se enriquezcan con los estudiantes que nos visitan. Y por supuesto, también estamos potenciando la movilidad internacional de los profesionales de la casa, tanto de la administración como el profesorado. Hemos activado incluso un programa de año sabático con el fin de facilitar la estancia fuera de nuestros investigadores.
Recientemente se aprobaron los nuevos Estatutos. ¿Qué suponen para la UAL?
Ha sido una gran satisfacción, no solo porque hacía falta adaptar la universidad del siglo XXI a los Estatutos, que eran unos Estatutos modernos, pero la realidad universitaria ha cambiado, empezando por los distintos sectores del profesorado. Lo que más me satisface es que se aprobaron por unanimidad. Hasta las poquitas enmiendas al borrador inicial se aprobaron por unanimidad, con lo cual son unos Estatutos realmente de toda la comunidad universitaria, que es de lo que se trata, porque son las normas máximas con que nos dotamos la propia comunidad universitaria. Se aprobaron por unanimidad y pasaron todos los filtros del Consejo Consultivo y del gabinete jurídico de la Junta a la primera de cambio, con lo cual ha sido un proceso realmente sobresaliente.
¿Y ha quedado algo pendiente de hacer?
En la universidad siempre queda algo por hacer, incluso en los temas en los que estamos muy bien, siempre es mejorable. Tenemos que intentar seguir aportando recursos propios y captando recursos externos para investigación. Ahora precisamente tenemos que ser más ambiciosos y conseguir alianzas a nivel autonómico, nacional e internacional, para llegar a las grandes convocatorias que suponen una captación de recursos importantes. Hemos tenido una reunión con el Instituto de Matemáticas de Sevilla y de Granada para aliarnos con ellos y formar un gran Instituto Andaluz de Matemáticas para poder concurrir a grandes convocatorias y estar al mismo nivel que comunidades como Cataluña o Madrid. Tenemos que potenciar esa ayuda, porque en los trámites de las convocatorias de los proyectos, los investigadores tienen mucho desgaste en la labor administrativa, porque son proyectos complejos, así que tenemos que facilitarles, para la captación de recursos sobre todo en Europa, a nuestros investigadores que puedan concurrir a esas convocatorias.
En infraestructuras también hemos hecho toda la inversión que hemos podido, a pesar de que los recursos que nos han llegado para infraestructuras eran escasos, pero hemos hecho grandes esfuerzos en la remodelación del mobiliario de los estudiantes, hemos reparado las cubiertas de los edificios, porque aquí en Almería todos sabemos cómo llueve cuando llueve, para que los estudiantes tengan los máximos servicios. Y ahora es el momento de seguir avanzando. Tenemos proyectado un espectacular edificio para la Facultad de Económicas, que en su momento quedó parado por la crisis y ahora hemos retomado. Queremos ampliar el número de aulas. Estamos pendientes de la construcción también, que tenemos diseñado y casi comenzado, de un pabellón museo de Ciencias Naturales en el que poder albergar de manera más amplia la excelente colección que tenemos en nuestro centro de investigación. Como todo el mundo sabe, la Universidad de Almería goza de una situación económica muy saneada, tenemos una cantidad importante de remanente, y estamos esperando, como otras universidades, el uso de esos remanentes para seguir invirtiendo en infraestructuras, para lo cual también tendremos que seguir negociando y solicitando al Ayuntamiento que nos amplíe más terrenos para el campus, porque están prácticamente agotados.
Relacionado con esto, hay dos títulos de los que siempre se habla, Medicina y Comunicación. ¿Está entre esas infraestructuras pendientes la futura Facultad de Medicina en los terrenos que tiene la UAL junto al Hospital Torrecárdenas?
Efectivamente, esos dos títulos están ya dentro del catálogo de planificación de títulos de la Comunidad Autónoma y por supuesto que no vamos a renunciar a ponerlos, tanto Comunicación como Medicina. Falta el hecho en sí efectivo de comenzar a impartirlos. Comunicación es más fácil y probablemente sea una realidad antes que Medicina. En Medicina hay que distinguir entre la titulación de Medicina y la Facultad de Medicina. La titulación depende más de conseguir un programa académico, de una plantilla de profesorado estable en el ámbito de la Medicina que garantice una titulación de calidad, por eso va con un pasito de retraso, aunque estoy convencido de que más pronto que tarde será una realidad. Una vez que podamos implantar el título de Medicina, que en principio se adscribiría a nuestra Facultad de Ciencias de la Salud, y cuando el título comience a estar estabilizado, nos plantearemos ya que tenga su propia Facultad. Pero eso sería una segunda fase. Y esa Facultad, efectivamente, lo más operativo es que estuviese en los terrenos que para eso tenemos cedidos junto al Hospital Universitario Torrecárdenas.
Otro de sus objetivos era tener una sede fija en la ciudad de Almería. ¿Cómo va este proyecto?
Es un objetivo que parece utópico, porque se viene hablando de él casi los 25 años que tiene la universidad, pero nos encontramos ahora en un estado en el que estoy optimista. Lo único que puedo avanzar, porque no me gusta chafar un proyecto ni vender humo sin tener una realidad palpable, es que hemos solicitado ya un edificio institucional, oficial, en un lugar muy céntrico, y que los trámites van de una manera muy positivo. Confío en que, antes del verano, podamos tener esa sede en el centro.
¿Cómo ve el futuro de la UAL?
Con optimismo. Creo que tenemos los pilares adecuados y la realidad adecuada en todos los ámbitos, y prueba de ello es la aparición en muy buenas posiciones de la Universidad de Almería en muchos ránkings nacionales e internacionales de prestigio, tanto en el ámbito de la docencia como en el de la investigación, en los servicios que ofrecemos a los estudiantes y en nuestros indicadores de inserción laboral. Tenemos una excelente plantilla tanto de profesionales de la administración como de investigadores, con lo cual, siguiendo en esta línea, la UAL seguirá escalando en esos ránkings nacionales e internacionales que son los que nos dan prestigio. Tenemos una universidad joven y moderna, que va a apostar por las tecnologías, con un futuro muy alentador.
(Entrevista publicada en el número de febrero de 2019 de la revista Foco Sur).