Carmen Vidal, secretaria general de UGT Almería. Foto de Miguel Blanco

Carmen Vidal, secretaria general de UGT Almería: “Somos el primer sindicato y esa fuerza nos la ha dado la credibilidad de nuestro trabajo”

La secretaria general de UGT en Almería tiene claro que la lucha sindical sigue siendo necesaria para mantener y conseguir derechos laborales. Con 130 años de historia, el sindicato se muestra con una nueva cara, más «ágil» y «atento a las nuevas tecnologías», explica Carmen Vidal, con el objetivo de que los jóvenes se involucren y luchen también por mejorar la situación laboral de una provincia con récord de paro y uno de los salarios medios más bajos de Andalucía.

130 años dan para mucho. ¿Qué es lo más importante que se ha logrado y qué queda aun por conseguir?

Sí, 130 años dan para mucho y dentro de UGT hemos sufrido muchas situaciones problemáticas, desde que Pablo Iglesias, el 18 de agosto de 1888, crea la Unión General de Trabajadores en Barcelona. Desde ahí, la historia refleja diferentes periodos en los que los ugetistas hemos sufrido represalias políticas, tuvimos que irnos al exilio. Pero UGT se organizó, y tenemos actualmente un millón de afiliados a nivel estatal. En momentos de lucha obrera, en aquella época, se consiguieron las ocho horas de trabajo, que fue una conquista muy importante. Conseguimos también tener un núcleo importante de mujeres dentro de la organización que ya luchaban por los derechos laborales, no es una cuestión de ahora, en 1931, las maestras de la República fueron luchadoras que entendían la educación de una manera laica y de forma distinta a lo que vino después de la Guerra Civil. Es importante recordarlo porque se consiguieron muchísimas mejoras en la educación, que lo da todo en un país, y llegó la Guerra Civil y muchas de ellas fueron asesinadas, quedaron en las cunetas, y otras se fueron al exilio. El Franquismo duró muchísimo tiempo hasta que llegó el 77 y los sindicatos se legalizaron en España a través de la Constitución. A partir de ahí podemos decir que tenemos el derecho a defender a todos los trabajadores y trabajadoras estén o no afiliados a un sindicato. Por tanto, nos dedicamos a negociar convenios colectivos, nuestros afiliados tienen la información directa de lo que estamos negociando y el convenio se le aplica a todos los trabajadores, estén o no afiliados. Con la lucha sindical, en periodos de la historia hemos conseguido muchísimos derechos y en otros, como en la última crisis económica, se nos han arrebatado drásticamente esos derechos con la reforma laboral. La reforma laboral ha dañado totalmente el tejido laboral de nuestra sociedad, tenemos trabajadoras y trabajadores pobres, y así lo denunciamos el 7 de octubre, el Día del Trabajo Decente, porque más bien lo que tenemos es trabajo indecente, que es lo que han conseguido los políticos en estos últimos años, desde 2010 y 2011, desde que comienza la crisis hasta que se admite que hay una crisis económica, el trabajador ha sufrido todas las penalidades de los que habían hundido el país, Europa o el mundo, que era la banca. Y sin embargo se salvó a la banca en vez de salvar a los trabajadores.

¿Qué pedís al Gobierno que haga con la reforma laboral?

Si los votos del Partido Socialistas y otros partidos que podrían estar en las mismas tesis no consiguen una derogación de la ley, la ministra nos confirmaba en la última reunión que va a hacer cambios en la reforma laboral. Nosotros pedimos la derogación de las dos reformas laborales, tanto la de Zapatero como la última que hizo Rajoy, pero si no es posible la derogación, sí pedimos la modificación de algunos de los artículos más lesivos, que hacen que el trabajo actual de nuestra provincia y nuestra comunidad sea temporal, precario, con siniestralidad laboral y, evidentemente, con los salarios tan bajos que tienen actualmente los trabajadores es muy complicado llevar una vida digna.

Las pensiones se han modificado pero la reivindicación sigue. ¿Qué queda por lograr?

Las pensiones es una lucha que llevamos desde 2013, cuando se reforma la Ley de Pensiones y el Gobierno nos intenta vender que el sistema es inviable, que hay que alargar la vida laboral y nos tendríamos que ir hasta los 67 años. A mí me tocaría, aunque sea docente, si así lo deciden, jubilarme con 67 años. Imagina a un albañil trabajando en el tajo con 67 años, es una situación que no nos parece justa, y creemos que el sistema que había sí lo es, y se refleja que puede ser sostenido y tiene que ser una pensión pública, pero nos intentan vender que nos hagamos un plan de pensiones privado. Nos intentan meter miedo, que no puede ser, se han cargado la hucha de las pensiones donde todos los trabajadores contribuimos con nuestra vida laboral para que el pensionista, cuando llegue su edad de jubilación, tenga una pensión digna. Sin embargo, con la reforma de las pensiones, hacen que vayamos a más años de cotización, que el pensionista se jubile con 67 años y el índice de revalorización también baja y no se sostienen con el IPC. Con la última reforma, que entra en los Presupuestos Generales, mantienen que se revalorice con el IPC pero no está derogada la Ley de Pensiones, y mientras no la reformen, dentro de seis meses podemos volver a la misma situación. Nosotros no queremos eso, y seguimos estando en la calle. Queremos que se convoque el Pacto de Toledo, que se reforme y se derogue la ley. Seguiremos en la lucha hasta que se consiga.

¿Cuál es la situación del paro en la provincia y qué habría que hacer para que el trabajo sea «decente»?

El paro es un problema de España importante. A cualquier ciudadano que le pregunten cuál es el problema que más le preocupa, diría que el empleo y el salario decente que todos deberíamos tener para vivir dignamente. El empleo en nuestra provincia oscila mucho, vamos casi al revés que Andalucía. Cuando en Andalucía baja, en Almería crece. Es por el situación de productividad que tenemos en Almería. Es un empleo por campañas. Tenemos la campaña del manipulado, que es la que mantiene actualmente el empleo en la provincia, donde tenemos 61.000 desempleados. Este último mes bajó porque ha empezado la campaña del manipulado y la del campo, y el turismo es el que empieza a retirarse de la provincia. Y sin embargo, cuando llega mayo, que en toda Andalucía empieza a bajar el desempleo, en nuestra provincia empieza a subir, porque las campaña del campo se paraliza, como la del manipulado, que cada vez dura más tiempo, pero no puede acoger a 70.000 personas del campo. Además es un convenio, el del manipulado, con categorías muy bajas, que vamos a empezar a negociar ya. Y el convenio del campo tiene salarios por debajo del mínimo interprofesional, y los empresarios nos proponen una subida del 0,70%, cuando la negociación a nivel estatal de convenios colectivos está en el 2% al 3% de subida salarial. En el comercio textil, hemos firmado el 2% y nos ofrecían el 0,7%. Hemos ido a la huelga. Muchas veces nos dicen los trabajadores «¿qué hacéis?». Esto es lo que hacemos, convocamos una huelga, presionamos a la patronal e intentamos firmar un convenio en condiciones. Que luego se aplica a todos los trabajadores y trabajadoras, independientemente de que estén afiliados pagando una cuota o no. Claro que hacemos cosas, si no no habría convenios, ni negociación. ¿Qué situación tendrían esos trabajadores? ¿Que es mala? Sí. Pero podemos conseguir mejoras si luchamos. Yo creo en la lucha sindical. En la negociación primero, pero si no llegamos a acuerdos hay que ir adonde hay que ir, a una huelga y a conseguir una mejora, porque los empresarios han tenido sus mejoras y no llegan al trabajador con un 0,7% de subida salarial, que es una miseria para vivir, y cuando los salarios de Almería son de los más bajos de Andalucía. Tenemos una media de 750-800 euros. Con eso, imagina tener un hijo o dos, es muy complejo pagar una vivienda.

¿Existe un problema de economía sumergida en nuestra provincia y el país?

Sí que lo hay, y la Inspección de Trabajo es consciente de que existe un problema de economía sumergida. Actualmente tienen una campaña, que ha sido mandar cartas a empresarios concretos donde se les está avisando de que la empresa, si tiene contratos temporales cuando no deben ser temporales o tienen que ser indefinidos, tendrá la consecuencia que tengan que tener a nivel legal. Parece que la campaña ha conseguido rescatar a muchos de los contratos que no estaban cotizando como tenían que cotizar. Y la economía sumergida, en la que no se cotiza nada de nada, también existe. Tenemos el campo. No todos los empresarios son iguales y no podemos generalizar, pero hay una parte de empresas que no cumple y tiene a trabajadores y trabajadoras sin dar de alta. Es muy complicado que denuncien la situación porque tienen miedo a quedarse sin nada. Si a nosotros nos cuentan, o nos llega una situación, no hace falta que venga el trabajador, nosotros denunciamos a la Inspección de Trabajo la empresa.

Tenemos elecciones andaluzas. ¿Qué le pediría al futuro presidente o presidenta de la Junta?

Le pediría mucho diálogo social con los sindicatos. Creo que el presidente o la presidenta que tenga la comunidad tiene que atajar muchísimos problemas que tiene la comunidad. El desempleo es el mayor problema que tiene Andalucía, porque es de los más altos a nivel estatal. También somos el tercer país en exclusión social y Andalucía, por desgracia, cumple el rango de mayor exclusión social. Un mejor plan de empleo, donde no solamente se incentiven seis meses o un año, sino que se forme adecuadamente a los desempleados para poder después incluirse al mercado laboral, que va cambiando rápidamente. Tenemos que adaptarnos a esos cambios, al cambio digital, tecnológico. Nuestra comunidad tiene que ser más tecnológica, tiene que incentivar la industria. Se firmó un Plan de Industria que todavía no sabemos cuándo van a llegar a Almería, ni cómo, esos millones que venían destinados a la provincia, que es la más baja de toda Andalucía en industrialización. Tenemos que mejorar nuestro empleo, dar mayor estabilidad, acabar con la siniestralidad laboral. Hay muchísimo que hacer.

¿Se involucran los jóvenes en las reivindicaciones sindicales?

Intentamos que se involucren. Tenemos una asociación, Surgente, a nivel andaluz, y dentro de la UGT, otra asociación que se llama Ruge, a nivel confederal, pero queda muy lejos de lo que nosotros queremos. Es una autocrítica que yo misma, como secretaria general en Almería, me hago muchas veces porque yo entré siendo joven en la organización, tenía 28 años, y faltan jóvenes, porque nosotros, los que estamos actualmente, no podemos ser los que estemos continuamente. A mí me gusta que venga gente joven y que tire del carro, porque son los que tienen que luchar luego por nuestros derechos laborales. Me gusta ir a la Universidad cuando me invitan a dar charlas informativas, a las jornadas de puertas abiertas. Me gusta dar charlas en los institutos y concienciarles de que lo que tenemos es porque ha habido personas antes que nosotros que murieron por nuestros derechos y que actualmente, los que estamos intentamos hacerlo lo mejor que podemos.

Lo preguntaba porque durante la crisis, surgieron escándalos que minaron la imagen de los sindicatos entre la opinión pública. Y para la gente joven pueden parecer algo del pasado. ¿Se ha recuperado esa imagen?

Se nos hizo muchísimo daño en esa etapa. Alguna cosa habremos hecho mal, evidentemente, en 130 años, que dan para mucho, dan también para equivocarte. Las organizaciones que no hagan autocrítica mal van. A mí me gusta hacer autocrítica y mejorar y creo que si se ha hecho mal algo, hay que solucionarlo. Y creo que nuestra organización lo ha hecho a nivel confederal. Hemos cambiado el sistema, somos más ágiles, estamos mucho con las tecnologías para llegar a los jóvenes. Y con esta exposición que hemos querido llevar por toda España lo que queremos que vean es eso, que UGT ha cambiado, se ha adaptado a la realidad actual, a las nuevas tecnologías, y que con nuestros errores y fallos, hay que quedarse con los logros sindicales que se han conseguido. Hay que pensar que a los sindicatos se nos intentó quitar de en medio. El poder económico, el Ibex 35, no quiere que haya organizaciones sindicales. Es mejor que no existamos, porque ¿quién defendería los derechos laborales de esos trabajadores y trabajadoras? No existirían los convenios, tú, como trabajador, tendrías que luchar por tus derechos con tu empresario individualmente. Sería una situación mucho más fea y compleja de la que tenemos actualmente, que es difícil. Nuestra labor está ahí, nuestro trabajo está ahí, y lo que quiero es que se nos escuche, nos conozcan un poquito mejor los jóvenes, a través de los libros de texto. Yo le pido a la consejera de Educación que en ese libro de texto hacen y revisan aparezcan las organizaciones sindicales, porque somos parte de la historia y dentro de la memoria histórica debe aparecer nuestra fuerza, nuestra lucha obrera, porque somos parte de esa historia. Y tenemos que seguir siéndolo, porque nos hemos ganado esa labor. Tenemos más de un millón de afiliados en España, muchísimos delegados y delegadas tanto en la provincia como a nivel estatal, somos el primer sindicato y esa fuerza nos la ha dado la credibilidad de nuestro trabajo.

A modo de resumen, ¿para qué sirve hoy un sindicato?

Porque si no lo tuviéramos, el trabajador tendría que defender sus derechos individualmente frente al empresario, al no existir un convenio colectivo ni una negociación por parte de unos trabajadores que son elegidos por parte de los propios compañeros democráticamente en una urna. Creo que esa labor es importante por lo que hay que seguir luchando por que el sindicato sea la pata que esté ayudando a la labor de cada uno de ellos.

(Entrevista publicada en el número de noviembre de 2018 de la revista Foco Sur).

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.