Este reportaje se publicó en el número de septiembre de la revista Foco Sur. Consta del texto principal y dos extras. Algunos asuntos han variado desde entonces: las oposiciones de la Junta de Andalucía se han cancelado, la reforma educativa se ha aprobado y las manifestaciones y actos de protesta de septiembre, como es evidente, han tenido lugar. Aun así, he optado por dejarlo tal cual salió publicado, como documento. Así que, si lees esto, sitúate a principios de septiembre de 2012, por favor. Aunque tampoco pasa nada si no lo haces. Si lo prefieres, aquí está la versión en pdf.
La peor vuelta al cole
Este otoño se presume caliente en el sector de la Educación. Profesores y familias de alumnos coinciden en señalarse como víctimas principales de los recortes presupuestarios en Educación y las subidas de impuestos, que sumados harán más difícil aun la vuelta al cole en esta época de crisis. Asimismo, al perjuicio económico habría que añadir el probable descenso en la calidad de la enseñanza, según señalan los expertos en la materia. Ingredientes para un cóctel de desencanto que está consiguiendo que se “despierte gente que estaba dormida, que había sido conformista”, según Román Puentes, presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de Centros de Educación Pública de Almería (Fapace Almería).
Desde el 1 de septiembre, la mayoría del material escolar está gravado con un 21% de IVA, cuando hasta ahora tributaba al 4%. Solo se libran del impuesto para artículos de lujo los libros de texto (que en Andalucía seguirán subvencionados mediante el cheque-libro), los álbumes, las partituras, los mapas y los cuadernos de dibujo, que se mantienen en el 4%. El resto, como los bolígrafos, lápices, cuadernos, plastilina, compases o juegos didácticos, entre otras cosas, sí saldrá más caro. Con esta medida, el Gobierno central pretende recaudar hasta 82 millones de euros extra.
Pilar León, peluquera y madre de dos niños que estudian Primaria en el CP Colonia de Araceli de Almería, cuenta que “cuando la cosa iba bien, había familias que no podían comprar el material escolar a sus hijos, así que imagínate ahora”. Y matiza que aunque es cierto que estas compras se hacen solo en septiembre, hay que sumarlas “a la luz, el gas y el agua, que los pagas todos los meses y también han subido”. El efecto final es que el poder adquisitivo de las familias, que en tantos casos es de resistencia, se ve aun más comprometido.
Otro gasto añadido será el de los ordenadores portátiles que hasta ahora subvencionaba la Junta mediante una partida del Ministerio de Educación correspondiente al plan Escuela 2.0, cuyo objetivo es fomentar el uso de las TIC, las tecnologías de la información y la comunicación, en la enseñanza. El Gobierno ha reducido su montante —que era de 25 millones de euros— en un 50% a pesar de que “en su reforma de la ley educativa dice que quiere incentivar las TIC como apoyo y refuerzo a los alumnos”, recuerda Carmen Vidal, del sindicato Fete-UGT. Esto ha provocado que en el nuevo curso los alumnos de 5º de Primaria no los vayan a recibir.
Así, habrá alumnos con portátil y alumnos sin portátil en el mismo centro, salvo que sus familias se lo puedan permitir. Pilar León, cuyo hijo mayor recibió el ordenador el curso pasado, se pregunta qué solución ofrecen a este nuevo problema a aquellas familias que no han tenido esa suerte: “¿Pedir un préstamo?”. Más contundente se muestra Román Puentes, quien considera que es falsa la afirmación de que la escuela pública sea gratis, porque “la pagamos todos con los impuestos, cada uno en su medida. Y ahora se la quieren cargar y dejarla en manos de quienes se la puedan costear”.
A todo lo anterior hay que sumar que “la Junta va a cobrar por primera vez la ESO, el Bachiller y la FP a distancia”, según explica Carmen Vidal. Los precios varían entre 35 euros para cursos de idiomas y 65 para FP y Bachiller. “Hay unos 176.000 alumnos entre 18 y 24 años, que son los que se matriculan en la enseñanza a distancia. Dicen que será según la renta familiar y que hay seis supuestos de gratuidad, pero habría que ver cuántos alumnos entran en esos supuestos”, añade la portavoz del sindicato.
Profesores interinos: aun peor
La situación de los profesores no es mejor. Todos han visto cómo su nómina perdía euros a lo largo del año, mediante la subida del IRPF en dos ocasiones más el recorte de un 7% del salario a aquellos sin cargas familiares. El último paso ha sido la eliminación de la paga extraordinaria de diciembre. En el caso de los profesores interinos, la situación es aun peor. Los que han tenido suerte tendrán un 15% menos de horas y sueldo. Los que no, la gran mayoría, se han quedado sin destino. Solo se han colocado cerca de 600, cuando el año pasado la cifra fue de 3.000 en las listas provisionales. En total, “el recorte en Andalucía va a ser de unos 4.000 docentes que no van a tener trabajo”, calcula Carmen Vidal, quien añade que “se han quedado sin colocar en algunas áreas a profesores que se han sacado la plaza, a los que se está obligado a dar destino. Por ejemplo, son unos 120 en Matemáticas y 80 en Lengua”.
Antonio López, profesor interino de Matemáticas que, tras cinco cursos dando clases en distintos institutos andaluces, este año ve el futuro con incertidumbre al haberse quedado sin destino, explica que “la mayoría de los interinos ganamos 1.600 euros brutos, que parecerá un dineral, pero habría que compararlo con el del presidente o el de cualquier concejal. Andalucía es muy grande y te puede tocar en cualquier sitio, con lo que tienes que alquilar una vivienda donde estés. Tu vida personal da igual, te tienes que dedicar a tu vida como profesor en el lugar al que te manden. La consecuencia es que te queda una miseria, y si a eso le sumas los recortes… ”. Asimismo, reclama que “tanto que les gusta a los políticos compararnos con Europa, que comparen los sueldos en Educación, que miren lo que cobra un noruego, un italiano o un francés. Incluso en Portugal tenían sueldos muy superiores a los de aquí, al menos antes de la crisis”.
La causa de este descenso de interinos con destino hay que buscarla en el aumento de dos horas lectivas semanales por profesor en Secundaria, que pasan de 18 a 20. Esto, según Atanasio Hernández, profesor de Lengua y Literatura en el IES Bahía de Almería, se traduce en que “en un centro con 40 profesores, en total darán 80 horas más, lo que equivale a cuatro profesores menos”. Cifra que habría que multiplicar por el resto de centros de la Comunidad Autónoma. La primera consecuencia de esto ha sido que muchos profesores con plaza fija se han visto desplazados a otro instituto al ver que su puesto era uno de los eliminados. La solución ha consistido en enviarles a ocupar el lugar que hasta estaba reservado a los interinos. En esta situación se encuentran unos 50 profesores solo en Almería, según cifras de Fete-UGT.
Las jubilaciones de profesores, que también son una fuente de plazas para interinos, tampoco están claras este año. Sobre todo desde que el Gobierno, en su propuesta de recortes para el bienio 2013-2014 presentada en la Unión Europea, parece apostar por acelerar el aumento progresivo hasta los 67 años instaurado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Esto puede provocar una avalancha de jubilaciones anticipadas voluntarias hasta final de año, como permite la ley a quienes hayan cumplido 60 años y lleven al menos 30 de servicio. Pero, asimismo, puede alargar en el tiempo la vida laboral de los que no los cumplan antes del previsible cambio de la ley.
Oposiciones congeladas
Por otra parte, las oposiciones convocadas para suplir estas bajas están congeladas hasta mediados de septiembre, cuando el Tribunal Constitucional tiene que pronunciarse sobre si admite o no a trámite el recurso contra ellas presentado por el Gobierno. La cuestión es si a la Junta ahora le conviene que el Constitucional falle en su contra, como considera Carmen Vidal, “entre otras cosas porque no tiene plazas donde meter a esa gente”. Más de 13.000 personas habían pagado la matrícula para poder presentarse, más libros y academias para prepararlas, con el objetivo de conseguir una de las 2.389 plazas ofertadas. Si el recurso prospera, como máximo se repondrá un 10% de los puestos vacantes por jubilación, que se estima en un tercio de aquella cifra.
La última vía que tienen los interinos para acceder a una plaza es la de la sustituciones por baja médica de titulares. Pero esto también estará difícil en el nuevo curso. “Si un profesor está de baja, el director solo puede pedir un sustituto a partir de la tercera semana. Mientras tanto, la norma dice que al profesor se le sustituirá con un profesor del centro, sea de la asignatura que sea”, explica Atanasio Hernández. Es decir, que el profesor que esté de guardia, por ejemplo de Inglés, puede acabar dando una clase de Matemáticas si es necesario. A esto hay que añadir que el sueldo del profesor que se dé de baja por enfermedad leve, de uno a tres días, se reducirá un 50% durante ese periodo.
Otra consecuencia del aumento de horas lectivas es que cada profesor tendrá más alumnos a su cargo. De nuevo, Atanasio Hernández hace cálculos: “Una asignatura de la ESO, de cuatro horas a la semana, con 20 horas semanales por profesor, son cinco grupos de 30 alumnos cada uno, lo que da 150 alumnos. Y si la asignatura es de tres horas o menos, aumenta el número. A la hora de hacer exámenes y actividades se va a notar muchísimo”. Y esto si la Junta mantiene su promesa de no aumentar el número de alumnos por aula, como le permite la nueva normativa aprobada por el Gobierno central.
Así, los profesores no serán los únicos afectados por este aumento de horas o por las sustituciones a partir de la tercera semana; también los alumnos, que verán cómo desciende la calidad de la enseñanza. Es la opinión generalizada de padres, profesores y pedagogos como Enrique Martínez Salanova, a quien le preocupa sobre todo el posible aumento de la ratio de alumnos por aula. “Lo ideal es que haya 25 como mucho”, considera. Asimismo, alerta sobre que se deje diez días lectivos sin profesor a los alumnos: “No sustituir en plazo breve solo trae malas consecuencias, como que se junten dos clases o que ni siquiera se dé esa clase. No hay solución buena y lo sufrirán los alumnos”. A Pilar León también le preocupa la menor atención que puedan recibir sus hijos por parte de los docentes y vaticina que si “el nivel educativo ya es bajo en España, va a ser aun peor si cada profesor tiene que atender a más chicos”.
Problemas para confeccionar horarios
El problema puede verse agravado si, como se prevé, para conseguir horarios de 20 horas semanales los profesores acaban impartiendo materias que no son las suyas no solo durante unos días para sustituir a quien esté de baja, sino durante todo el curso. En este sentido, Atanasio Hernández avanza que habrá problemas “a la hora de confeccionar los horarios, porque muchos profesores van a tener que dar asignaturas afines, otra cosa que va a repercutir en la calidad. A nosotros (el departamento de Lengua y Literatura) ya nos han dicho que posiblemente alguno tenga que dar Inglés”.
El impacto negativo sobre la calidad también sería mayor por la presunta desmotivación que puede afectar a los docentes al ver cómo se les aumenta la carga de trabajo mientras se les resta en sueldo y recursos. Algo provocado, entre otros factores, porque “siempre se olvidan del profesor a la hora de hacer cambios, está menos apoyado por la Administración”, en opinión de Martínez Salanova, que además de pedagogo ha impartido clases en Primaria, Secundaria, FP y universidad durante 45 años. No obstante, a modo de crítica recuerda que “hace muchos años que el profesor está desmotivado y empezó cuando sí tenía herramientas”.
El recorte en recursos TIC, aparte de perjuicio económico para las familias, también será negativo para la calidad de la enseñanza, ya que afecta tanto a los portátiles como a las pizarras digitales, entre otro material. Martínez Salanova considera que con esta medida se da un paso atrás en ese sentido, ya que “al quitar los portátiles, en realidad se los quitas solo a algunos”. Él, que se reconoce “obsesionado por la didáctica práctica”, tiene claro que todo lo que sea “quitar en nuevas tecnologías es restar en posibilidades educativas”. Asimismo, denuncia que la propuesta del Gobierno central de instaurar una reválida por tramos para pasar de ciclos educativos “es volver a los sistemas más franquistas de educación, que además no soluciona el problema del rendimiento. Una cosa es recortar por la crisis y otra volver a cosas que se ha demostrado que son negativas”.
Con todo lo expuesto, no es de extrañar que José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, sea el miembro del Gobierno peor valorado por la población, según la última encuesta del CIS, con un 2,49. Una nota subjetiva que Antonio López propone hacer objetiva: “El examen de reválida para pasar de 4º de la ESO a Bachillerato se lo ponía al Congreso de los Diputados entero, a ver cuántos aprobaban”, cuenta más en serio de lo que en principio puede parecer.
Otoño caliente
Ni docentes ni familias piensan quedarse de brazos cruzados ante los recortes en Educación. Varias movilizaciones y protestas están previstas para el inicio de curso, y prometen extenderse a lo largo del otoño si la situación persiste. Los sindicatos ya han convocado una manifestación para el inicio del curso académico, el 15 de septiembre, que pretende reunir a un millón de personas en Madrid para defender los servicios públicos, entre ellos la sanidad y la enseñanza, así como para presionar al Gobierno para que negocie la reforma que está llevando a cabo. “No nos han dejado hacer aportaciones, simplemente nos han dejado el mismo documento que es accesible para cualquiera, en la página web del Gobierno, y nos han dicho que esto es lo que hay”, denuncia Carmen Vidal, de Fete-UGT. La Junta también recibe críticas del sindicato en relación a la ausencia de diálogo con las partes implicadas. Carmen Vidal reconoce que “está recortando porque no les llegan recursos”, aunque considera que “habría que sentarse a negociar qué tipo de recortes podemos acometer” en lugar de los que se están llevando a cabo.
En Fapace también se están movilizando ya. Tanto para asesorar a las 31.000 familias que forman parte de la federación como para organizar actos de protesta. “Vamos a comenzar a principios de curso con las reuniones comarcales, para asesorarles sobre cómo se tienen que asociar y para empezar a decir en los consejos escolares que las familias vamos a hacer todo lo posible para colaborar con el profesorado, que lo que les falta a ellos lo vamos a seguir reivindicando”, explica Román Puentes, presidente de la federación, que añade que se sumarán “a cualquier acto reivindicativo en contra de los recortes o de la ley nueva que quieren aplicar”. La iniciativa más original es, sin embargo, convertir la Alcazaba en el centro neurálgico de la marea verde almeriense. El 21 de septiembre ocuparán con permiso el monumento para celebrar un acto en apoyo de la educación pública, en el que participarán “personas relevantes de la universidad, el deporte y la cultura que han estudiado en la escuela pública”. Una iniciativa a la que invitan a sumarse a todo padre, profesor y ciudadano interesado en que se mantengan los servicios públicos como hasta ahora.
El consenso entre profesores, alumnos y familias parece fundamental para conseguir que se les preste atención, según los propios protagonistas. “Si se unen profesores, alumnos y familias puede haber movilizaciones a lo largo del otoño”, estima el profesor de Secundaria Atanasio Hernández, que sabe ya que “los primeros que se movilizarán serán los interinos, porque los hay que se han quedado fuera con más de 20 años de servicio”. Asimismo, revela que el sindicato CCOO tiene “otra movilización en marcha porque han dado prioridad a los interinos que estaban en centros con programas de calidad sobre los que tienen más antigüedad, porque aquellos tenían la continuidad garantizada. Y pueden ser interinos con ocho meses de servicio, mientras que otros con 15 o 20 están fuera, y eso está creando malestar”.
Antonio López es escéptico en cuanto al nivel de involucración de las familias en las manifestaciones, ya que en las primeras “veías a profesores, a alumnos… y a cuatro padres. Y eso que tendrían que ir los primeros, que es a sus hijos a quienes se está perjudicando”. Pero sí coincide en que la unión entre todos es necesaria para conseguir sus objetivos: “Debería haber más consenso, que esto no es un problema del profesorado, es un problema de la sociedad”. Y propone que las propuestas se hagan en los “consejos escolares, en los que hay representación de todas las partes de la comunidad educativa, para que se unan y saquen ideas en común para poder protestar al Gobierno central de alguna manera, para ver cómo podemos reivindicar ciertos derechos que nos están quitando”.
Los precios de la vuelta al cole
El precio de la vuelta al cole será este curso de 640 euros de media por alumno, según un informe publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el mes de agosto. Separando educación pública y concertada, la primera sale por 510 euros, mientras que la segunda asciende a 917 euros. La subida del IVA del 4% al 21% en diverso material escolar, además de en otros productos, como ropa y comida, es la causante de este aumento, que viene a trasladar la famosa cuesta de enero al mes de septiembre, sobre todo para las familias con problemas económicos.
Los cálculos de la OCU para la educación pública suponen un gasto de 124 euros en material escolar, 14 euros más que el pasado curso, solo por este aumento de IVA. A esta cantidad hay que sumarle el coste del transporte escolar, que asciende a 88 euros al mes, y del comedor, otros 89 euros mensuales. Asimismo, estiman en 20 euros mensuales el gasto en actividades extraescolares y en 215 euros el de libros, aunque en el caso andaluz estos seguirán subvencionados por la Junta mediante el cheque-libro.
El gasto es aun mayor en la educación concertada. En este tipo de colegios, el precio del comedor puede subir hasta los 122 euros mensuales. Además se añaden partidas como la matrícula, con una media de 83 euros, aunque puede llegar a salir hasta por 315 euros. Otro concepto a sumar a la factura de la vuelta al cole es el del uniforme, con una media de 216 euros por alumno.
(Foto de Farmer64).
Información Bitacoras.com…
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