Fernando Labordeta y Juanma Cidrón: “En Almería hay gente muy interesante en todos los ámbitos de la cultura”

Cocinado a lo largo de dos décadas, la versión definitiva de ‘Poésica’ acaba de ver la luz. Un disco a contracorriente, con piezas de música electrónica ambiental, de “escucha y reflexión”, compuestas por Juanma Cidrón, precedidas por los poemas que Fernando Labordeta escribió inspirándose en esos temas.

¿Cómo nace ‘Poésica’?

Fernando Labordeta: Juanma planteó en 2004 veinte temas musicales sobre hijos de amigos, a raíz de una conversarción que tuvo con Jacinto Castillo, porque su hijo, con 12 años, quería tener una banda de rock gótico y a Juanma le hizo mucha gracia. El padre le dijo que era “el sueño de Jacinto”. Hizo un tema musical, se animó y dijo que iba a hacer temas sobre los hijos de sus amigos, que eran muy pequeños, pensando en ellos como si fueran adultos, preconizando los adultos que serían el día de mañana.

Años después, me pasó once de esos temas. Yo le dije que si le importaría que les pusiera letra y no le molestó en absoluto. De ahí salió la primera incursión de este disco, en 2010, un disco muy doméstico que lo vendimos en un concierto privado para 50 personas. Ahora lo hemos retomado, perfeccionando Juanma los temas, regrabando los textos, y haciendo el de Jacinto, que no estaba. Y hemos sacado el disco, como una espinita que teníamos clavada y que nos hemos sacado.

Lo habéis presentado en vivo ya. ¿Tenéis pensado hacer más conciertos?

FL: En vivo hemos hecho algunas incursiones, en eventos que tenía Juanma programados, como en el Cervantes hace dos o tres años, donde se presentó alguna pieza.

Juanma Cidrón: Completo lo hicimos, hace muchos años, en la tetería de Rosa.

FL: Ahora, pretendemos que alguien que esté muy loco lo programe y pague un caché decente, porque montar lo que tiene que montar Juanma cuesta.

JC: Hay que pagar las cosas que se hacen, con dignidad. Fernando y yo hemos hecho muchas cosas por la cara, el altruismo se hace cuando hay que hacerlo, pero cuando hay instituciones o empresas privadas que se lucran, hay que exigir el tope.

FL: Nosotros estamos en el extrarradio del extrarradio, en el último círculo de Dante. Y ahora nos ha hecho una entrevista Josep María Solá, que vive en Almería y hace un programa para el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Y eso pretendemos, que se vaya inmiscuyendo en programas que tienen que ver con este tipo de música. No pretendemos meternos en un circuito que no nos pertenece, sino que poco a poco se vaya escuchando hasta que alguien piense que sería interesante programarlo.

¿Cómo te inspiraron esos niños, Juanma, a la hora de componer?

JC: Es una cuestión de creación. Piensas lo que quieres hacer, se te viene encima una idea y la desarrollas. Es un trabajo creativo de composición, como el de cualquier compositor o creador. Es tirar del hilo que tienes dentro a partir de la idea que te ha llegado, empiezas a dirigirla un poquito hasta que haya un sentido coherente a todo lo que se hace en esa propuesta, y a partir de ahí empiezas a armonizar todo.

FL: Los títulos engloban un poco la propuesta. Por ejemplo, ‘Bruno frunce el ceño’, es sobre un niño que siempre estaba enfadado, y eso da una pista de si la música va a ser más armónica, o más reiterativa, más áspera. Otro es ‘Los guiños de Yaiza’, una niña que tenía muchos tics, y la música es más reiterativa. Y ‘El sueño de Jacinto’ es más oscura. Cada título va en consonancia con la armonía y con el texto.

JC: A mí me gusta más sugerir que evidenciar. Valoro el trabajo de un bodegón y la técnica y la destreza de un pintor realista a la hora de plasmar perfectamente lo que hay en la realidad, pero yo me quedo con lo que no sé, con lo que me gusta descubrir. En ese sentido, me gusta más la pintura abstracta que la realista.

¿Las letras también están inspiradas en aquellos niños?

FL: Están inspiradas en los títulos y en lo que me decía la música.

JC: Y los ha clavado todos.

¿Cómo está en la actualidad la cultura en Almería a nivel creativo?

JC: En Almería hay gente muy interesante en todos los ámbitos de la cultura, gente de nuestro extrarradio, en la danza, en la literatura, en música, en fotografía. Hay francotiradores, resistencia, catacumbas y barricadas. Hay un núcleo operativo en muchísimos ámbitos.

¿Y a nivel de gestión?

JC: Sinceramente, la cultura en Almería la llevan adelante Clasijazz y La Guajira. No hay otra cultura, prácticamente.

FL: Yo creo que hay un pacto no escrito, que antes no sucedía, y es el debido distanciamiento entre el Ayuntamiento y los locales que hacen cultura. Antes iba la Policía y ahora no va, y eso es de agradecer. No sé si por no molestar a los grupúsculos culturales porque no les van a dar pávulo en los escenarios oficiales, que están para traer a Pastora Soler o a Ara Malikian 80 veces. Son artistas muy respetables pero los teatros públicos los pagamos los ciudadanos, no las grandes estrellas, y también tenemos derecho a tener acceso a esos escenarios.

JC: No hay una programación digna.

FL: Y aparte, no hay cultura de base, que es una cosa que los ayuntamientos deberían fomentar, la cultura de barrio. El Museo Doña Pakyta está muy bien, pero es la misma colección de siempre y, para que la gente vaya, tiene que hacer eventos. Para que la gente vaya a ver el museo… Pasa igual con el Museo de la Guitarra, con la Casa del Cine, que si no es por LaOficina no la visita ni dios, o la Casa de Valente. Se montan museos para luego montar cosas que los complementen porque se han dado cuenta de que el museo por sí solo no funciona. Es una cosa rocambolesca.

(Entrevista publicada en el número de septiembre de 2024 de la revista Foco Sur).