Realidad y ficción: lo demás no cuenta


Miguel Blanco

Ecoturismo contra la despoblación

Iniciativas como el Ornitoparque de Beires buscan impulsar el turismo sostenible y responsable con el entorno natural como vía para fomentar la economía de los municipios de interior, cuando está en marcha una ampliación de la Reserva de la Biosfera en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada.

Pasear por un sendero en plena naturaleza, admirar el paisaje, respirar el aire puro de Sierra Nevada, sacar el móvil y escanear un código QR y escuchar el canto de un mirlo, un  petirrojo o un carbonero. Conocer el patrimonio natural de la zona, sin invadirla; una apuesta por turismo sostenible y de calidad. Esa es la propuesta por la que ha apostado Beires con la creación de un Ornitoparque, que forma parte del ambicioso proyecto turístico ‘Beires, corazón verde del Parque Nacional de Sierra Nevada’.

Con este proyecto, realizado por Ediciones Paralelo 37, que cuenta con financiación de la Red de Parques Nacionales y está subvencionado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Beires va potenciar sus valores medioambientales, etnográficos e históricos. Es una apuesta por el ecoturismo como vía para impulsar la economía creando empleo y ayudando así a fijar la población en el territorio.

Estos objetivos van en la línea con la propuesta de ampliación de la Reserva de la Biosfera Sierra Nevada a la totalidad de los términos municipales que en la actualidad forman parte de ella. Con esto, se responde a una recomendación del Consejo Internacional de Coordinación, de obligado cumplimiento para mantener la designación, que pide ampliar la zona de transición de la actual Reserva. Ahora, el núcleo de esta equivale al Parque Nacional Sierra Nevada y la zona intermedia se extiende hasta el Parque Natural, pero la zona de transición es pequeña en comparación con el resto de la Reserva, y eso es lo que la Unesco busca corregir ahora.

Fomentar el turismo sostenible y de calidad

La propuesta de ampliación ha provocado el recelo de varios municipios de Granada y Almería, que denuncian que no han recibido información sobre los beneficios y deberes que implica. En su mayoría, están a favor de que se amplíe la Reserva y que se fomente un turismo sostenible y de calidad en la comarca, pero quieren que se informe bien a los vecinos y, por ello, han presentado a la Junta un manifiesto en el que detallan sus reclamaciones.

Rafael Montes, alcalde de Fiñana, cuenta que “lo que queremos es que nos lo expliquen bien, porque dicen que la ampliación de la Reserva tiene muchos beneficios pero no nos los explican”. Montes asegura que no están en contra de la ampliación de la Reserva, pero exige que “expliquen por qué esa delimitación y no otra”. En esta línea, se pregunta “¿por qué la Reserva de la Biosfera tiene que llegar a la Sierra de Gádor o a la circunvalación de Granada?”

Francisco Javier Sánchez, alcalde Abla, asegura que en su municipio defienden “la Reserva y lo que conlleva, marca y desarrollo sostenible, lo que necesitamos es clarificar una serie de cuestiones y que se amplíe la información sobre cuestiones que afectan, sobre todo, al día a día y al futuro”. Asimismo, asegura que “Abla apuesta por el desarrollo sostenible y la Reserva de la Biosfera es una marca de un espacio que tiene futuro y ventajas, sobre todo a nivel turístico y de conocimiento del territorio”.

Francisco García, alcalde de Almócita, municipio referente en desarrollo sostenible, asegura que “la ampliación de la Reserva de la Biosfera es una oportunidad, es algo magnífico porque nos sitúa a nivel mundial como un espacio protegido, donde admirar un paisaje que, durante siglos, han cuidado nuestros vecinos y vecinas”. No obstante, añade que también quieren que “los responsables de la Unesco y del Parque vengan a nuestro municipio y les expliquen a nuestros vecinos qué es esto”.

Sonia Guil, alcaldesa de Alboloduy, destaca que “la Reserva de la Biosfera es un reconocimiento para nuestra comarca a nivel internacional, con lo que todos los pueblos vamos a tener un plus a la hora de promover nuestros productos, nuestro patrimonio y la economía local”. En este sentido, añade que tienen que “aprovechar estas oportunidades para generar desarrollo económico en los pueblos y el turismo que tanto queremos todos, el turismo sostenible, de calidad y respetuoso con la naturaleza”.

La Reserva de la Biosfera, asegura la alcaldesa, “permite que podamos acceder a recursos económicos que posibiliten nuestro desarrollo sostenible”. Así, concluye, “si somos capaces de incorporar los puntos fuertes de la Reserva de la Biosfera a nuestro territorio, conseguiremos generar economía en el pueblo y que estos no desaparezcan, que se creen recursos suficientes para que la población se mantenga”.

El experto en ornitología Juan Manrique, que ha participado en la puesta en marcha del Ornitoparque y en las Jornadas, recuerda que la Reserva de la Biosfera no implica más protección y cree que, aprovechando la ampliación, “se podían avanzar algunas medidas complementarias para favorecer la biodiversidad, como la colocación de cajas-nido, que se ha hecho en las jornadas de Beires, pero también colocando nidos artificiales para vencejos, golondrinas o avión común. Hay una serie de medidas que pueden ser interesantes y que no afectan para nada a los intereses que puedan tener determinados ciudadanos o empresas”.

Jornadas de formación y sensibilización

El Ornitoparque  de Beires se daba a conocer en mayo durante las Jornadas de Formación y Sensibilización en la Conservación de los Valores Naturales y Culturales del Parque Nacional Sierra Nevada’, que a lo largo de dos días contó con la participación de prestigiosos expertos, vecinos y alumnos de la comarca. Asimismo, asistieron José María Martín, subdelegado del Gobierno; Manuel de la Torre, delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y  Economía Azul; Mati Díaz, diputada provincial y vicepresidenta del GDR Alpujarra Sierra Nevada Almeriense; y Miguel Fernández, gerente del Parque Natural y Nacional Sierra Nevada.

En estas Jornadas se desarrolló un programa de conferencias, mesas redondas y talleres, y se hizo un recorrido por el Ornitoparque de Beires, donde se colocaron las cajas nido realizadas por los jóvenes estudiantes del IES Río Andarax de Canjáyar.

Carmen González, alcaldesa de Beires, asegura que están “muy ilusionados con el proyecto y el Ornitoparque”, ya que “Beires es muy bonito y tiene un barranco donde anidan muchos pájaros y por el que pasa agua en invierno y se pone muy verde”. Por ello, la intención del Ayuntamiento con todo el proyecto es “convertir el barranco en un espacio de gran interés para el ecoturismo,” y que “nos sintamos orgullosos por haber hecho algo por el medio ambiente y por Beires”.

En la primera de las jornadas, participaron José Manuel López Martos, experto en espacios naturales protegidos; Javier Cabello Piñar, catedrático de Biología de la Universidad de Almería y experto en cambio climático; Juan Manrique Rodríguez, experto en ornitología que ha asesorado en la puesta en marcha del Ornitoparque; y Juan Antonio Muñoz Muñoz, experto en etnología y antropología.

López Martos realizó un recorrido por la historia de la protección de espacios naturales,, desde la creación del primer Parque Nacional, el de Yellowstone, en Estados Unidos, en 1872, hasta la actualidad, y cómo pasaron de protegerse como lugares de esparcimiento y diversión a hacerlo por sus valores naturales y medioambientales. Asimismo, detalló la evolución que ha tenido la protección del espacio natural de Sierra Nevada.

El experto recordó otros momentos clave, como la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano, el 5 de junio de 1972, que es el motivo de que en la actualidad se celebre cada 5 de junio el Día del Medio Ambiente. También, que España fue uno de los primeros países de Europa en regular este tipo de protección, en 1916, y en 1918 se creó el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, hoy en día actualizado a los Picos de Europa.

En Sierra Nevada, el Parque Natural se formalizó en 1989, y el Parque Nacional, en 1999. Antes, había el precedente de la Reserva Nacional de Caza de Sierra Nevada, como medida de protección de la cabra montés, en 1966.

La naturaleza contra el cambio climático

Javier Cabello se centró en el papel de las acequias tradicionales como herramienta basada en la naturaleza para hacer frente al cambio climático y que produce una serie de beneficios a la biodiversidad en forma de servicios ecosistémicos. Así, explicó cómo el agua que se recoge por esas acequias de piedras se filtra en parte y va recargando acuíferos, facilitando que haya reservas en épocas de sequía. Asimismo, explicó cómo los árboles crecidos cerca de estas acequias tradicionales habían crecido más por haber sufrido menos los efectos de las sequías a lo largo de su vida.

Juan Manrique explicó el papel de las aves en los ecosistemas, como la dispersión de semillas o el control de plagas; en su interacción con el ser humano, como fuente de alimento o para caza deportiva; y otros beneficios inmateriales, como en el turismo, la investigación o el arte, como fuente de inspiración, que no se pueden medir.

Tras esto, destacó cómo la complejidad del ecosistema de Sierra Nevada, con una variabilidad en altitud desde los 300 a los 3.000 metros, con una cara norte y otra sur, posibilita una mayor diversidad de especies, entre ellas, de aves. Así, explicó que en Sierra Nevada hay 216 especies de aves, 85 de ellas sedentarias y 138 nidificantes. Algunas se pueden encontrar en cualquier lugar, como el mirlo; y otras, en zonas concretas, como el piquituerto, en áreas de pinares. Y para finalizar, hizo un recorrido por algunas de las especies que habitan en la zona de Beires y que protagonizan el Ornitoparque.

Juan Antonio Muñoz, destacó los valores de la construcción en piedra seca, declarada Patrimonio de la Humanidad y que prolifera en la comarca, ya que proporcionan paisajes con rentabilidad económica e identitaria.

Asimismo, explicó algunos de los distintos tipos de construcciones, más de cien, comenzando por el más icónico, los balates, que definió como “contenedores de vida” porque en ellos se da “una integración y una simbiosis con la naturaleza”. Además, habló de los muros, las acequias, los caminos, los refugios o los corrales, entre otras construcciones de piedra seca.

Protección de espacios naturales

Tras las charlas, se celebró una mesa redonda sobre protección de espacios naturales y desarrollo sostenible en la que intervinieron Jorge Ridao Bouloumié, presidente de la cooperativa de ecoturismo Natures y geólogo experto en interpretación del patrimonio. Natures; Mari Carmen Sánchez, de la Bodega Cortijo El Cura, empresa de vinos ecológicos y que también apuesta por el ecoturismo, que está adherida a la Carta Europea de Turismo Sostenible; e Isabel Olvera Ortega, técnica Grupo de Desarrollo Rural Alpujarra Sierra Nevada Almeriense.   

Los tres explicaron el trabajo que realizan y cómo este sirve para fomentar el desarrollo sostenible y la conservación del patrimonio natural y cultural en los territorios donde desarrollan su labor. Así, Ridao detalló las propuestas que llevan a cabo en Natures, tanto al frente del Aula de Naturaleza Paredes como en la gestión del Centro de Interpretación del Medio Natural de Fiñana, así como en las rutas de geoturismo que organizan tanto en Almería como en Sevilla, las dos provincias en las que trabajan.

Mari Carmen Sánchez contó la historia de la Bodega Cortijo El Cura, pionera en vinos ecológicos en la provincia, así como su evolución hasta expandirse al ecoturismo con unas visitas guiadas especiales a la bodega que finalizan con una cata. Y destacó el parral que mantienen, con 70 variedades de uva, 38 de ellas de Almería.

Por último, Isabel Olvera explicó el trabajo que realizan en el Grupo de Desarrollo Rural, que consta de 32 municipios de los que 23 están en la zona protegida, canalizando ayudas a proyectos que fomenten la sostenibilidad, entre otros aspectos. Asimismo, destacó que todos los proyectos que aprueban “tienen que servir para combatir el cambio climático”.

El segundo día, la jornada estuvo dedicada a alumnos de la comarca, que atendieron las charlas de José Manuel Bernabé González, intérprete de naturaleza y experto en ornitología; y de Jorge Ridao, que habló sobre ‘Aprender, respetar y divertirse con la naturaleza cercana’. Además, se realizaron los talleres ‘Recicla y evita la basuraleza’ y ‘Cajas nido, vida para las aves en nuestros espacios naturales’. Para finalizar, se hizo un ruta hasta el Ornitoparque, donde se colocaron las cajas nido.

Turismo respetuoso con el patrimonio

“Necesitamos que gente que conozca nuestro territorio y crea en él venga y trabaje aquí”, apuntó en las Jornadas Sonia Guil, que aseguró que el “gran reto” consiste en  “hacer llegar a la población la importancia que tienen nuestros pueblos”. Y añadió que es necesario contar con “un paquete turístico que podamos vender y personas que lleguen a nuestro entorno de forma controlada, sostenible y respetuosa con nuestro patrimonio”.

Francisco Javier Sánchez vaticinó que “el Ornitoparque va a ser un éxito”. En esta línea, apuntó que “nosotros creemos en la zona y estamos convencidos de que tiene muchos recursos y hay que sacarles partido, porque tenemos mucho potencial pero desconocido, y ese es el futuro, el desarrollo sostenible y el turismo, eso fija población y genera empleo”. Y concluyó recordando que, para ello, es necesario que “haya empresas a las que, desde el ámbito público, les podamos facilitar que se puedan desarrollar y trabajar de forma adecuada”.

Francisco García, por su parte, destacó que “esta zona estaba carente de una interpretación así, es un trabajo precioso y va a ser un referente para visitar”.

Con esta acogida, Juan Manrique asegura que “el Ornitoparque es una idea muy buena pero es el principio, la semilla”. Así, cuenta que en estos senderos, “al igual que se van colocando las señales del camino, se pueden colocar otras, no solo las de las aves, sino, por ejemplo, de un árbol singular que te encuentras o de alguna mariposa característica de la zona. Y si echas mano del QR, puedes oír el canto y tienes más información, y eso da más alicientes a la gente para que venga. Y si ese turismo lo complementas con gastronomía, museos y demás, se dinamiza la zona”.

Ese es el objetivo de Beires y el resto de municipios de la zona, dinamizar la comarca, con proyectos originales basados en el ecoturismo, para aprovechar su patrimonio cultural y natural y conseguir así frenar la temida despoblación. 

El proyecto para ampliar la Reserva de la Biosfera Sierra Nevada

La Reserva de la Biosfera Sierra Nevada está en proceso de ampliación, tras las recomendaciones emitidas por el Consejo Internacional de Coordinación (CIC), que son de obligado cumplimiento para mantener la designación, y que se centran en la necesidad de ampliar la zona de transición y, en consecuencia, rezonificar la actual reserva.

En la actualidad, la Reserva de la Biosfera Sierra Nevada coincide con el Espacio Natural de Sierra Nevada y cuenta con tres zonas, aunque su distribución es desigual: la zona núcleo es del 50%; la zona tampón, el 40%; y la zona de transición, solo el 10%. Que la zona de transición sea tan pequeña y no cuente con asentamientos de población significativos dificultan uno de los objetivos básicos de las Reservas de la Biosfera: impulsar el desarrollo sostenible a escala regional.

Así, la propuesta de la Dirección General de Espacios Naturales Protegidos de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul consiste en incorporar al territorio de la reserva toda la superficie de los 60 términos municipales que están incluidos, parcialmente, en ella en la actualidad, con lo que se cumpliría con las recomendaciones del CIC.

Esta propuesta, sin embargo, no ha terminado de convencer a una serie de municipios, que han firmado un manifiesto reclamando “información adecuada a los propietarios de los terrenos y vecinos de las repercusiones legales y administrativas de la ampliación propuesta”. Asimismo, quieren que se garantice la “igualdad de oportunidades con la implementación de medidas que fomenten el desarrollo económico y social de los municipios de la zona, combatiendo el despoblamiento y la pobreza”.

Los firmantes piden también un “blindaje de servicios públicos esenciales asegurando el acceso a una educación, sanidad, servicios sociales y transporte de calidad para todos los habitantes de la zona”, así como una “participación real de la población local impulsando mecanismos de participación efectiva de los ayuntamientos y la población en la toma de decisiones relacionadas con la gestión de la Reserva”.

Además, exigen una “valoración justa de los servicios ambientales implementando mecanismos de compensación económica por los servicios ambientales que prestan los ecosistemas de Sierra Nevada, como la retención de agua, la protección del suelo y la regulación del clima” y una “recuperación del medio ambiente mediante la inversión en la recuperación de los ecosistemas degradados, incluyendo la reforestación, la lucha contra la erosión y la prevención de incendios”.

(Reportaje publicado en el número de junio de 2024 de la revista Foco Sur).

Ornitoparque de Beires. Foto de Foco Sur

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