Realidad y ficción: lo demás no cuenta


Miguel Blanco

Más agua para Almería

La inversión de las administraciones en infraestructuras hídricas en la provincia busca garantizar el suministro para abastecimiento y riego y hacerlo, además, de forma más sostenible.

Almería es una provincia con una sed histórica, saciada en parte con mucho esfuerzo y aprovechando cada gota de agua de la que dispone. Con una situación de sequía prácticamente endémica, ha logrado ser la huerta de Europa, mostrando el camino para una gestión más eficiente del agua para el campo. Ahora, una serie de iniciativas buscan mejorar aun más esa eficiencia y garantizar que el agua no sea un problema, ni para los cultivos ni para la población, durante los próximos años, llueva o no llueva.

Así, en la presentación en Almería de los Presupuestos andaluces para 2024, la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, destacaba como “medida estrella” de las cuentas en su área “la política de agua”, una política “vital para Andalucía y que está en el centro del Presupuesto, con una inversión para 2024 de 59 millones de euros”.

En esta línea, la Estrategia Sequía Plus, aprobada por la Junta de Andalucía en diciembre, busca garantizar el abastecimiento de agua en las zonas de la comunidad más castigadas por la sequía y hacerlo, además, de forma más sostenible. Asimismo, se presentaba el Plan CRECE para la industria del agua, que quiere impulsar “tecnologías y soluciones innovadoras para el ciclo integral del agua, que abarca desde la identificación y uso sostenible de nuevas fuentes, a la captación, depuración, distribución, recogida y tratamiento de las aguas residuales hasta su reutilización”, apuntaba el consejero Industria, Energía y Minas, Jorge Paraleda, en la presentación del Plan en Almería. Este Plan cuenta con un presupuesto de 5 millones con los que se espera movilizar 27 millones más en inversiones.

Nuevas infraestructuras hídricas

En los Presupuestos andaluces de 2024, se incluyen actuaciones en infraestructuras hídricas tanto para regadío como para abastecimiento, y se han desplegado por toda la provincia. Entre ellas, destacan inversiones para depuración de aguas, por la que la Junta está apostando fuerte en los últimos años; en desalación; y en infraestructuras claves para abastecimiento, como la conexión de los depósitos de La Pipa con los de San Cristóbal, en la capital, para llevar el agua desalada a toda la ciudad. Una medida esta que, además, tendrá como consecuencia dejar de utilizar agua del acuífero de Bernal, en el Poniente, facilitando así su recuperación para uso de riego.

En depuración, en nuestra provincia se están llevando a cabo actuaciones como las ampliaciones de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de El Ejido, Adra y Roquetas de Mar. Asimismo, en marzo se inauguraba la EDAR de El Cautivo y el año pasado se ponían en marcha las obras de la EDAR de Mojácar, que va a beneficiar a todo el Levante almeriense, la EDAR de Fondón y la de Alhama de Almería, con el colector del Medio Andarax. Y están previstas, en distintos trámites previos al comienzo de las obras, las EDAR de Adra-Guainos-Alcazaba, Abla, María, Vélez Rubio, Cabo de Gata y Huércal-Overa, en este caso para las barriadas del municipio.

Para los regantes, las aguas regeneradas cobrarán más importancia con 28 hectómetros cúbicos extra previstos para 2024 mediante terciarios. Una cantidad que se suma a los 12 hectómetros aportados ya desde los terciarios de El Ejido y Roquetas de Mar. Asimismo, están previstos en los presupuestos de 2024 nuevas infraestructuras de este tipo para aportar agua a los regantes desde las EDAR de Vera, El Toyo, El Bobar, Mojácar, Cuevas del Almanzora, Balerma y Adra.

La inversión en infraestructuras del agua también prevé actuaciones en desalación, aunque las desaladoras sean competencia estatal. Así, la intención es llevar el agua desalada al 70% de la población del Poniente mediante la conexión con Roquetas de Mar y de El Ejido, dos proyectos iniciados en 2023. Asimismo, se incluye el estudio para conectar la desaladora de Carboneras con Venta del Pobre, con la intención de agilizar así que el Gobierno de España acometa esta obra que llevaría el agua desalada hasta los pueblos del Campo de Tabernas y la Sierra de Filabres.

Para abastecimiento, otra de las actuaciones destacadas es la de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) del Almanzora, en Cuevas del Almanzora. Estas obras comenzaron en enero de 2024 con un presupuesto de 9,2 millones. La ETAP proporcionará 12,3 hectómetros cúbicos al año a las comarcas del Almanzora y Levante a partir de 2025.

Con esta obra, se busca garantizar el suministro de agua a 150.000 habitantes de las comarcas del Almanzora y Levante. Con la primera fase, finalizada en enero de 2023 y que contó con una inversión de 6,8 millones, se ha mejorado el abastecimiento en Olula del Río, Fines y Albox. En conjunto, la intervención palía la situación provocada por el cierre del trasvase del Negratín.

La lentitud de las obras

Juan Antonio Fernández, portavoz de la Mesa del Agua de Almería, valora esta potente inversión pero recuerda que hacen falta más infraestructuras y, también, más velocidad para tenerlas operativas. “Necesitamos obras, pero todo lo que va a través de la administración es lento, hay que ir paso a paso”, cuenta a Foco Sur.

Fernández recuerda que, además, hay otra serie de obras impulsadas por la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) con una inversión cercana a los cien millones en la provincia, en zonas como el Almanzora, con cinco proyectos de distribución de agua, o en el Poniente, con la ampliación en 10 hectómetros prevista para la desaladora, los 30 millones para llevar agua de las desaladoras al campo y los 19 para distribuirla desde las EDAR.

Asimismo, hay actuaciones que se están llevando a cabo gracias a la iniciativa de las comunidades de regantes. Así, en el Poniente, “Sol y Arena está impulsando la desalobradora de la Balsa del Sapo”. En Níjar, “la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar (CUCN) va a hacer tres proyectos, cada uno de una balsa de 1 hectómetro cúbico, que son muy importantes”. Y recuerda que en el Bajo Andarax “han terminado un embalse para acumular agua, de unos 130.000 metros cúbicos y quieren hacer más embalses”.

Adoración Blanque, presidente de ASAJA Almería, asegura que “nosotros tenemos mucha urgencia porque dependemos del agua que hay y la situación de las aguas subterráneas, con la sequía, hace aun más necesarias esas obras de infraestructuras, tanto para recuperar esas aguas regeneradas como para llevar a los regantes las conexiones de las desaladoras. Y en línea con Juan Antonio Fernández, añade que “hace falta que las obras se hagan con celeridad, que lleguen pronto y se pongan en marcha lo antes posible”

Blanque destaca que “hasta el anuncio de la Junta de hace dos años, no se había hecho inversión en este sentido” y que “algunas de estas obras no solo son para regadío, sino que garantizan el agua para consumo, y eso es una buena noticia, que se palíen las deficiencias en regadío y en consumo”. Por ello, insiste, “renemos una gran falta de que se hagan todas las obras que están pendientes”.

Desaladoras pendientes

Entre las obras pendientes, destacan las de desalación, que vienen a garantizar agua tanto para consumo como para riego en las zonas cercanas a la costa. Una de las más urgentes, reclamada por los regantes desde hace más de una década, es la restauración de la de Villaricos, arrasada por una riada en 2012 e inutilizada desde entonces.

“Necesitamos que se pongan en marcha las obras hídricas que tenemos pendientes desde hace años, que a veces es como pedir un milagro”, lamenta la presidenta de ASAJA Almería, que recuerda que, en el caoso de las desaladora de Villaricos, “hace ya dos años que nos prometieron que se iban a hacer las obras de defensa de la desaladora y se iba a poner en marcha pero a día de hoy no se ha hecho el muro previsto”. Además, con lo que llovió en otoño en el Almanzora, se ha vuelto a inundar. “La situación de los regantes de esa zona es bastante crítica, porque se han recortado los trasvases del Negratín y del Tajo y la desaladora no se ha hecho”, asegura Blanque.

Los agricultores también reclaman “de forma urgente la ampliación de la desaladora del Campo de Dalías y la puesta en marcha, con los permisos que parecen inminentes pero no terminan de salir, de la desaladora Mar de Alborán, que tiene una proyección de 20 hectómetros cúbicos pero inicialmente se ha pedido la concesión de 5”, apunta Blanque. Ese agua está destinada a la comarca de Níjar, en la zona de Cabo de Gata, y compensaría lo que se está regando ahora mismo con la de Carboneras, que podrá entonces destinarse al Levante.

En la misma línea, el portavoz de la Mesa del Agua añade a las de Villaricos y Mar de Alborán la nueva proyectada en el Poniente, de 30 hectómetros, y la prevista en el Almanzora, de otros 30 hectómetros. “Como mucho, para 2030 necesitaríamos tener todo este agua”, asegura. Asimismo, reclama que la desaladora del Almería capital funcione al cien por cien, “ con el objetivo de recuperar las masas de agua del Poniente”. Y recuerda que toda esta inversión queda en nada sin canalizaciones y nuevos embalses, ya que “aunque se hagan desaladoras nuevas, no hay tuberías para conectar con ellas, y hay que hacer un estudio para hacer una buena distribución de esas nuevas plantas”.

Agua desalada para el campo de Tabernas

Uno de los proyectos que también esperan regantes y vecinos es la conexión de la desaladora de Carboneras con Venta del Pobre para abastecer a la zona del campo de Tabernas y los pueblos del interior de la comarca de los Filabres. Un proyecto “muy complicado”, considera Fernández, porque “llevar el agua desde Carboneras hasta toda la zona de Tabernas es un dineral”.

En la actualidad, la conexión desde Carboneras abastece para riego al campo de Níjar gracias a un convenio con la CUCN, además de abastecer para el consumo a los pueblos del Levante. Ampliar la conexión para llegar hasta el Campo de Tabernas, recuerda Blanque, es una obra que “estaba prevista” pero que, a día de hoy, “no está ni en los presupuestos”. Lo que sí está previsto es mejorar el sistema de desalación para que sea más eficiente, sin tener que ampliar la planta.

Para solucionar la lentitud, para los intereses de los agricultores, con la que se desarrollan los proyectos de desaladoras, Juan Antonio Fernández propone realizar convenios de colaboración público-privada entre Acuamed, la empresa pública encargada de ellas, y empresas interesadas en la gestión de estas infraestructuras.

“Un caso en el que se está avanzando, pero para el que hay que buscar subvenciones para abaratarlo un poco, es con Acciona, que hace la obra y garantiza el precio del agua a 25 años, porque tienen Acciona Energía, a la que Acciona Agua le compra la energía por 25 años, y así ellos te dan a ti el precio a 25 años”, explica el portavoz de la Mesa del Agua. La propuesta la ha llevado Acciona a la plataforma de regantes, que a su vez la ha transmitido a Acuamed. La intención es que la privada construya la desaladora y se encargue de su gestión durante 25 años.

En este sentido, Fernández cuenta que “con una subvención del 50% de la obra, sin ninguna otra ayuda, el precio del metro cúbico puede estar sobre los 50 céntimos”. En la actualidad, los regantes pagan el agua desalada a 30 céntimos, pero es un precio subvencionado, si no, estaría sobre 1,20 o 1,30 euros, con previsión de que en 2024 esté entorno a los 90 céntimos. Con la propuesta de Acciona, sin subvención, el precio del agua desalada sería de 50 céntimos, que es “un precio que podemos asumir los regantes, al menos en la zona de invernaderos”, reconoce Juan Antonio Fernández, que recuerda que “las subvenciones pueden durar otros diez años, pero no van a persistir en el tiempo, así que tenemos que ir buscando alternativas que garanticen el agua y que sean sostenibles”.

En este objetivo, Almería es referente y gracias a las nuevas infraestructuras previstas, seguirá mostrando al mundo cómo sacar el máximo rendimiento a cada gota de agua. 

Inversión público-privada para impulsar regadíos sostenibles

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) firmaron a finales de noviembre de 2023 tres convenios de colaboración que implicarán la movilización de una inversión público-privada de hasta 745,40 millones de euros en once comunidades autónomas, entre ellas Andalucía, donde está previsto desarrollar hasta nueve proyectos gracias a este acuerdo. En total se modernizará el riego de 700.000 hectáreas de cultivo, beneficiando a unos 20.000 agricultores en todo el país.

El primer acuerdo es una adenda a la segunda fase del plan para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos del  Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Gracias a él, se movilizará una inversión de 259,69 millones de euros, de los que 207,75 millones serán aportados de fondos públicos y 51,94 millones venrán de las comunidades de regantes. En Andalucía se desarrollarán dos proyectos nuevos y se finalizará uno ya en ejecución de modernización integral, para un total de quince actuaciones en el conjunto del país.

El segundo convenio permitirá la puesta en marcha de la tercera fase del plan de modernización de regadíos del PRTR, dotado con 371,43 millones de euros. La aportación estatal asciende a 260 millones de euros, en tanto que los usuarios de los riegos invertirán 111,43 millones. En Andalucía, están previstos cuatro de los doce proyectos que incluye esta iniciativa.

El tercer acuerdo es una adenda al convenio para acometer obras de modernización y consolidación de regadíos declaradas de interés general, para lo que el Ministerio aporta 60 millones, el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader), otros 15,10 y las comunidades de regantes, 39,2. En Andalucía se ejecturán dos de las seis nuevas actuaciones previstas en este acuerdo.

En la provincia de Almería, el Gobierno de España tiene previstas inversiones en infraestructuras hídricas por más más de 400 millones de euros, incluidos los 236 millones para las obras de modernización de regadíos en comunidades de regantes y otros 185 millones para incrementar en 32 hectómetros cúbicos al año la actual producción de agua desalada en la provincia.

A esta cantidad habría que sumar, además, los 100 milllones de euros comprometidos por el Gobierno de España para la puesta en marcha de la planta desaladora del Bajo Almanzora II, recogida en el Real Decreto de medidas para combatir la sequía de mayo de 2023.

(Reportaje publicado en el número de abril de 2024 de la revista Foco Sur).

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