Pilar Quirosa-Cheyrouze nació en Tetuán pero lleva décadas residiendo en Almería, donde se ha hecho un nombre en el mundo de la Literatura . En su obra destacan títulos como, en poesía, ‘Arenal de silencios’ (1992) o ‘Estela Sur’ (2010); las novelas ‘Azul tristeza’ (2006) y ‘Tiempo de espigas’ (2012); y los libros de literatura infantil y juvenil ‘La vida en un nenúfar’ o ‘El viaje de Edgar’. Asimismo, es articulistas en diversos medios y coordina el Aula de Literatura, en Roquetas de Mar, unos encuentros con escritores del nivel de Benjamín Prado o Luis García Montero. Su último libro publicado es ‘Valle de Lunz’ (2014).
¿Qué se va a encontrar el lector en tu nuevo poemario, ‘Valle de Lunz’?
Es un homenaje a la poesía, porque recorre unos paisajes que tratan de incidir en el fulgor poderoso de la propia vida, de la existencia, en los temas de los poetas, el amor, la vida y la muerte. El poemario está dividido en tres partes. La primera se titula ‘18 de febrero’, fecha que conmemora la construcción del Arco de Triunfo en el año 1806. Es el símbolo de la victoria del pueblo español sobre las tropas napoleónicas. Trataba de unir literatura e historia. Quizá fuera como un guiño a los viejos románticos, una apuesta por ver cómo se fundía el paisaje y el paisanaje interior del poeta. Hay un poema al que quisiera hacer alusión, ‘Pantalla negra’, un homenaje a algo que adoro, el cine, en concreto Stanley Kubrick. ¿Por qué? Porque las películas que más me fascinan, de toda la vida, son las de ciencia-ficción, y por supuesto, ‘2001’.
Entonces, el poemario arranca en 1806 para viajar hacia el futuro…
Sí, es como ‘El tunel del tiempo’, una serie que me fascinaba, cuando vivía en Tetuán, a principios de los 60. Los protagonistas eran Tony y Douglas. Había una espiral donde se metían y saltaban en el tiempo. Para mí fue fundamental ver la historia del Caballo de Troya, que me impresionó muchísimo. Tendría yo seis o siete años. Así que en el poemario aparece el 18 de febrero de 1806 y luego el homenaje a Kubrick pero no como algo fragmentado en el tiempo, sino porque hay una línea entre todos los poemas.
La segunda parte es de poemas breves.
Exacto, porque eran parte de instalaciones de María Jesús Cueto. ‘Sal’, en el Guggenheim, y el resto, para una exposición en Grecia. Me pidió que escribiera sobre los ocho vientos griegos y que fueran textos breves. Ahora me ha pedido otro para el Guggenheim, ‘Visible e invisible’. Le hice dos poemas que se juntaban. Yo no viajo, pero mis poemas sí.
¿Y la tercera parte?
La tercera parte se llama ‘Las mismas estrellas’ y trata de dar una vuelta, como una espiral, alrededor del universo. Está en relación con los sentimientos, con los sueños que contiene el universo. Es un poco complicado, le he echado un poquito más de reflexión, de filosofía, en el sentido de ir más allá… El tema de la muerte, que está acechando; el tema de la vida, que es la que vives; el tema del amor, que es una apuesta… Hay quien decía que el amor salva de todo, y por ahí va la cosa.
¿Has visto la película ‘Interstellar’, que trata del universo y el amor como su motor?
Claro que la vi, sí… De hecho, colmó mis expectativas. Había leído que faltaban elementos más realistas, que si era una mezcla entre ‘Contact’ y alguna más… A mí me gusta mucho ‘Contact’, me encanta. También hay paralelismos con ‘2001’, como cuando el capitán se encuentra consigo mismo de mayor. A mí me fascina, son cosas que te impactan.
Es curiosa esa fascinación por la ciencia-ficción, siendo licenciada Prehistoria, ¿no?
Sí, por eso mismo en la primera parte de ‘2001’ estoy en mi salsa. De ahí los versos «somos restos de futuro en viaje al infinito».
Esa película además tiene el mayor salto temporal de la historia del cine, el que va del hueso girando a la nave espacial…
Exactamente es eso de lo que se trata, no es un salto en el vacío, sino de explicar por qué ocurren las cosas. Es genial, espectacular. Me encanta porque te da una pauta. El homínido que se carga al congénere, antes de tirar el fémur. Luego viene la nave, muchos años después, pero sigue siendo igual todo. La maldad está en el ser. Cuando pasa lo que pasa, no es que HAL se vuelva loco, es que está programado para hacer eso.
¿La maldad es intrínseca al ser humano?
Pues sí. Mira lo que tenemos, lo del atentado en Túnez… ¿Cómo no vamos a pensar que el ser humano es malo con todo lo que estamos viendo? Es que lo que ha pasado en Túnez va a pasar en cualquier lugar. Es fuerte pensarlo, sobre todo si pensamos en niños pequeños, en su futuro… Porque, ¿qué futuro? ¿Dónde está el futuro con estas mentes tan grilladas? Lo de ‘Charlie Hebdó’ también fue impactante, no solo lo de la sede del semanario, sino lo que ocurrió también en el supermercado. El impacto es porque sabes que no acabará ahí.
Pilar Quirosa-Cheyrouze no para. Cerrará en mayo el Aula de Literatura de este curso, con Luis Eduardo Aute y Fernando Sánchez-Dragó, y tiene preparada una ‘plaquette’ para la sesión del 6 de julio de ‘Poeta de Guardia’, en La Oficina. Son 15 poemas con el título de ‘Aqua alta’. Asimismo, tiene listos una novela breve y un libro donde experimenta con la poesía y la prosa poética, ‘Memorial shadow’.
(Entrevista publicada en el número de abril de 2015 de la revista ‘Foco Sur’. La puedes descargar aquí en pdf).