Realidad y ficción: lo demás no cuenta


Miguel Blanco

¿Qué frena al Cercanías del Bajo Andarax?

Dos informes técnicos señalan la viabilidad de una línea de tren que supondría un impulso a la movilidad sostenible, al turismo y a la economía de una comarca que está experimentando un fuerte crecimiento de población e industrial.

Existen las vías, la mayor parte de las estaciones, la inversión para ponerlo en marcha es mínima y los técnicos aseguran que es viable. Entonces, ¿por qué sigue sin circular el tren de Cercanías del Bajo Andarax? Es lo que se pregunta la Mesa del Ferrocarril, que desde hace años viene reivindicando la puesta en marcha de esta línea, para lo que cuenta con el apoyo de los ayuntamientos de la comarca, la Mancomunidad y la Diputación de Almería.

Que el proyecto es viable está confirmado desde 2018, cuando la Junta de Andalucía elaboró un estudio informativo a petición de la Mesa del Ferrocarril. El estudio, de unas 180 páginas, quedó en un cajón y no fue hasta dos años más tarde cuando vio la luz.

Ese estudio contaba con la construcción de cuatro nuevas estaciones, una en Huércal de Almería, en Villa Inés, y tres en la capital, en Torrecárdenas, El Puche y el estadio de fútbol. La previsión que maneja el estudio es que la línea, que llegaría hasta Santa Fe de Mondújar, tendría un flujo de 1,2 millones de pasajeros al año y sería la solución de movilidad para unos 250.000 ciudadanos.

Las conclusiones de este estudio se han detallado en la jornada informativa ‘El Bajo Andarax quiere subir al tren. ¿Nos acompañas?’, celebrada en mayo en Benahadux, a la que asistieron vecinos de los pueblos de la comarca, así como alcaldes y representantes de la Mancomunidad del Bajo Andarax, de la Diputación de Almería y de la Mesa del Ferrocarril.

El objetivo era seguir concienciando a los ciudadanos de la necesidad de contar con esta solución de movilidad y, asimismo, recordar al secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, la reunión que tiene pendiente con la plataforma ciudadana. La Mesa, si ve que sigue sin haber una apuesta firme por el Cercanías en la provincia, ya ha anunciado que comenzará una campaña de movilizaciones.

Una comarca en constante crecimiento

Cuando se haga realidad, el Cercanías del Bajo Andarax “va a vertebrar una comarca donde hay un crecimiento de población e industrial constante”, aseguraba en la presentación de la jornada José Carlos Tejada, portavoz de la Mesa del Ferrocarril, que recordaba que “hay miles de almerienses jóvenes que buscan su primera residencia en cualquiera de los pueblos de esta comarca y tenemos que tener claro que el área metropolitana va a crecer por ahí”.

La reivindicación de la plataforma ciudadana por esta alternativa de movilidad es conocida. Llevan una década reclamando tanto este Cercanías como el del Poniente, con peticiones a ministerios, consejerías y administraciones provinciales de todos los signos políticos. Todos apoyan la idea, pero nadie da un paso adelante para convertirla en realidad.

“Nos hubiera gustado que, a lo largo de este tiempo, alguna institución, algún representante político, aparte de darnos palmaditas en la espalda, hubiera dicho que vamos a empezar con esto, a sumar voluntades y a sumar presupuestos, que es la única vía para que el Cercanías se haga realidad”, señalaba Tejada, que apuntaba a la falta de voluntad del Ministerio de Transportes, que tiene la competencia sobre este asunto, y de la Junta de Andalucía, que “tiene como deber el vertebrar su territorio y el Cercanía del Bajo Andarax está dentro de ese parámetro”.

El único paso adelante lo dio la Junta en 2018, cuando la Consejería de Fomento realizó el estudio informativo de viabilidad que la Mesa del Ferrocarril reclamaba. Gracias a este informe, buena parte del trabajo previo estaría ya hecho si se constituye la mesa técnica, recordaba el portavoz, que insistía en que “el tren de Cercanías va a permitir fijar población en la comarca, que es el área de futuro crecimiento poblacional y del sector industrial”.

Asimismo, además de mejorar la movilidad de los ciudadanos, la línea de Cercanías podría suponer también un apoyo fundamental para el turismo de la zona, que cuenta con un atractivo como el yacimiento arqueológico de Los Millares. Con el Cercanías funcionando, solo habría que conectar la estación de Santa Fe de Mondújar con el yacimiento para facilitar las visitas a este sin tener que ir en coche.

La línea de Cercanías del Bajo Andarax solo necesita unas infraestructuras básicas para ponerse en marcha, porque varias estaciones ya existen, así como la vía. Entre las actuaciones, habría que construir las estaciones del estadio, El Puche, Torrecárdenas, que daría servicio al hospital y al centro comercial, y Villa Inés, barrio de Huércal de Almería que está creciendo de una manera muy importante en los últimos años. Ya existen las estaciones de Huércal de Almería-Viator, Gádor, Benahadux-Pechina y Alhama-Santa Fe de Mondújar. Algunas de estas estaciones, como la de Gádor y la de Huércal de Almería-Viator, están en un estado de conservación bastante bueno, pero otras habría que mejorarlas antes de ponerlas en servicio.

Amenaza de movilizaciones

Por este motivo, la Mesa del Ferrocarril insiste en reunirse con el secretario de Estado de Transportes, al que le quieren proponer que la construcción de las nuevas estaciones se financie con fondos europeos. El objetivo es que las infraestructuras para la línea, así como para una futura conexión con el Cercanías del Poniente, queden preparadas. Esta línea de Cercanías facilitaría la movilidad a más de 250.000 ciudadanos, entre Almería capital y la comarca del Andarax, con un uso previsto de 1,2 millones de personas anuales, según recoge el estudio de la Junta.

“Ha llegado el momento de que las administraciones pongan la lupa en la provincia de Almería, de dejarse de partidismos y pensar en el interés general de la ciudadanía, sumando voluntades y presupuestos, tanto de la administración autonómica como de la central, como ha pasado en la línea 3 de Sevilla, con 625 millones de euros cada administración, o en el tren de la Bahía de Cádiz, financiado al 50% por la Junta y el Gobierno central, o como seguramente va a pasar en la ampliación del tren del litoral de Málaga, que ya se ha sacado a licitación”, señalaba el portavoz de la Mesa del Ferrocarril, ilustrando que el freno al Cercanías del Bajo Andarax es solo una cuestión de falta de voluntad política.

Si no hay un encuentro con el secretario de Estado, que desde la Mesa del Ferrocarril aseguran que ya se había comprometido a reunirse con ellos, la plataforma amenaza con convocar movilizaciones en la comarca. “Nosotros no vamos a cejar en un proyecto que consideramos que es fundamental para que esta comarca comience a tener soluciones de movilidad y, además, limpias, porque será un tren con máquina tractora eléctrica, con cero emisiones”, defendía Tejada, apuntando que “son 1,2 millones de ciudadanos al año trasladándose en un tren que no va a emitir huella de carbono, lo que va a tener un impacto medioambiental importantísimo”.

En la actualidad, recordaba el portavoz de la plataforma ciudadana, “a nivel de movilidad interna por ferrocarril, no tenemos nada en Almería y pensamos que es el momento de que el Ministerio y la Junta de Andalucía caigan en que Almería existe”.

Dos informes

En la jornada celebrada en Benahadux, se recordaron las principales conclusiones no solo del informe realizado por la Junta de Andalucía en 2018, sino de otro de 2011, este último elaborado por trabajadores ferroviarios. El encargado de dar los detalles fue José Haro, miembro de la Mesa del Ferrocarril y presidente del Comité de Empresa de Renfe en Almería, que recordó que este servicio de tren entre los pueblos de la comarca del Bajo Andarax y la capital ya existía hace unos años. Ahora, se trataría de recuperarlo, adaptado a la realidad actual de la zona.

En el informe de 2011, se hablaba de una línea de 20,7 kilómetros cuyo coste para ponerlo en marcha habría sido de unos 818.000 euros. Entonces, se contaba con que diese servicio a 43.900 personas, el censo de la comarca hace 15 años. Siete años después, esta población ya era de 235.000 habitantes y en el estudio de 2018 se consideraba que la línea entraba en los criterios de obligación de servicio público, lo que obligaría a una serie de frecuencias mínimas de viajes y abarataría el coste del billete a los usuarios. Este informe calificaba el proyecto como “viable”, con un presupuesto para su puesta en marcha de 11.978.540 euros, incluyendo la construcción de las cuatro nuevas estaciones. El horario previsto de circulación de los trenes era de lunes a viernes de 6:30 a 23:10, y sábados, domingos y festivos de 7:30 a 22:30.

En el estudio se señalaba que las líneas de Cercanías fomentan la comunicación entre municipios con una deficiente infraestructura de transporte, especialmente en el medio rural; el uso del transporte colectivo sobre el privado, construyendo para ello aparcamientos en las estaciones; y el desarrollo urbano sostenible. Por todo ello, el tren de Cercanías se destaca como el medio de transporte óptimo para las áreas metropolitanas, en las que además contribuye a reducir el intenso tráfico por carretera que tienen.

Asimismo, “el ferrocarril es, con diferencia, el modo de transporte más eficiente energéticamente”, recordó Haro, que destacó que el tren es cinco veces más eficiente para el transporte de mercancías y tres veces más eficiente para el tránsito de personas que la carretera. Además, emite cerca de trece veces menos emisiones directas que la carretera y quince veces menos que el transporte aéreo.

Todos unidos a favor del Cercanías

En la jornada informativa participaron los alcaldes de los municipios de la comarca, que mostraron de nuevo su apoyo al proyecto. Así, Noelia Damián, alcaldesa de Benahadux, destacó que el Cercanías conllevaría una reducción del impacto medioambiental producido por el tráfico entre los pueblos de la comarca y la capital, además de facilitar una movilidad sostenible. Asimismo, añadió que esta línea de tren sería beneficiosa también para comarcas vecinas como la Alpujarra.

Lourdes Ramos, alcaldesa de Gádor, destacó el carácter social y económico que tendría el Cercanías en la comarca. En este sentido, señaló que facilitaría que los mayores y las personas con discapacidad tuvieran una mejor opción de movilidad.

El alcalde de Viator, Manuel Jesús Flores, recordó que “somos pueblos en desarrollo y emergentes que nos hemos convertido en una zona de influencia económica importante y ha llegado el momento de tirar con fuerza de este carro”. Flores también insistió en los beneficios que traería el Cercanías en ámbitos como el de la eficiencia energética, la descarbonización o la movilidad sostenible.

La alcaldesa de Rioja, Olga González, también apuntó que el tren de Cercanías facilitaría la movilidad a los ciudadanos de la comarca, ya que en la actualidad tienen que ponerse “de acuerdo los vecinos para desplazarse a la capital”. Asimismo, destacó la importancia que tendría esta línea de ferrocarril para el desplazamiento de los vecinos a sus lugares de trabajo, así como en el ámbito del transporte rural.

Menos entusiasta se mostró el alcalde de Huércal de Almería, Ismael Torres, que aseguró que no es “optimista” sobre la llegada del Cercanías “porque nada hemos conseguido en estos años”. Torres, además, recordó el convenio firmado por el Ayuntamiento que preside, el de Almería y la Junta de Andalucía para poner en marcha una línea de autobús circular que “solo paga Huércal de Almería”; en concreto, apuntó, “350.000 euros todos los años”, mientras que el resto de administraciones firmantes del convenio no ponen nada. A pesar de todo, reconoció que el proyecto de línea de Cercanías en el Bajo Andarax es una idea buena para la comarca, en la que hay población suficiente para justificar su puesta en marcha, a pesar de que no confía en que vaya a suceder.

Eugenio Gonzálvez, presidente de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax, destacó que la comarca está unida en este proyecto con independencia del partido político en el que militan los alcaldes (todos los presentes, del PP, excepto el de Viator, del PSOE). Gonzálvez aseguró que el Cercanías del Bajo Andarax es una oportunidad de futuro para la comarca, que serviría para asentar la población, que en la actualidad precisamente se está perdiendo en los municipios más alejados de la capital, mientras que crece en los más cercanos. Asimismo, serviría para potenciar el turismo en la comarca. Por todo ello, aseguró que todos los municipios implicados apoyan este proyecto de forma unida.

Pedro Sánchez-Fortún, presidente de ASHAL, asociación de hosteleros almerienses, apuntó también a la línea del turismo recordando que existen en la zona muchos recursos turísticos que en la actualidad están sin explotar porque no existe un medio de transporte adecuado. Asimismo, aseguró que el Cercanías sería beneficioso para la hostelería y otros sectores económicos, ya que facilitaría el transporte de potenciales trabajadores.  

Cerró el acto José Carlos Tejada, que insistió en la necesidad de sumar “voluntades políticas para conseguir mejores servicios y una mayor implicación para crear conciencia ciudadana en apoyo de este proyecto”. Asimismo, anunció que el secretario de Estado de Transportes ha confirmado que vendrá a Almería y se reunirá con representantes de la Mesa del Ferrocarril. Será entonces cuando le planteen “la necesidad de constituir una mesa técnica, social y económica para la recuperación de este tren de  Cercanías, al igual que han hecho en Málaga con el Tren del Litoral”.

Confían en que, a partir de ese paso, se levante el freno a un proyecto necesario, útil y de bajo coste, que lleva siendo reclamado desde hace años por los ciudadanos y para cuya puesta en marcha la plataforma ciudadana ha echado de menos mucha más determinación por parte de los Gobiernos central y autonómico. 

Cercanías de Poniente: la espera eterna

La Unión Europea tiene abierto hasta 2033 el debate para definir la Red Transeuropea, tras aplazar diez años la fecha inicial prevista, en 2023. Los proyectos que formen parte de esa Red, recibirán financiación europea. El objetivo es reducir el tráfico de vehículos y las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Con más de 100.000 desplazamientos por carretera al día y una población superior a los 500.000 habitantes, la zona que comprende Almería ciudad y el Poniente es la única conurbación en Andalucía sin Cercanías. Todo indica que sería un proyecto con muchas opciones de recibir esa financiación europea. Por ello, la Plataforma por el Tren Público, Social y Sostenible lleva años reclamando a las administraciones estatal y autonómica que la iniciativa se tome en serio y no se quede en declaración de intenciones.

José Antonio Barrera Espín, portavoz de la plataforma en Almería y coordinador a nivel andaluz, recuerda que en 2018, en Andalucía se aprobó una Proposición No de Ley (PNL) presentada por ellos sobre el Cercanías del Bajo Andarax. Fue en mayo y antes de las elecciones de diciembre, que significaron el cambio de Gobierno, el estudio de viabilidad estaba terminado, aunque no se dio a conocer hasta años después. Y en diciembre de ese mismo 2018, antes de las elecciones, se aprobó otra PNL relativa al Cercanías de Poniente, pero hasta hoy nadie se ha animado a encargar un estudio de viabilidad. “Tuve cuatro reuniones con la entonces consejera Marifrán Carazo, y nada”, cuenta Barrera Espín, que añade que “una vez me dijo que estaba abierta a hacer el estudio para el Cercanías de Poniente, pero nunca lo hizo”.

Otro ‘freno’ fue la ausencia, más allá de una mención por encima, a una futura línea de tren entre la capital y Adra en el último Plan de Ordenación del Territorio del Poniente Almeriense (POTPA). De hecho, “está redactado que apuestan por el transporte colectivo en autobús”, apunta Barrera Espín. “En la última reunión con la delegada de Fomento de la Junta de Andalucía”, añade, “me dijo y se comprometió a dármelo por escrito que en este tema del Poniente fue el Gobierno el que dijo que no se metieran en diseños de reserva de terreno, que eso era del Estado”. Así, el portavoz de la plataforma tiene claro que “los dos partidos juegan con la población”.

Asimismo, acusa a los políticos de falta de compromiso y acción real, más allá de las buenas palabras. “A la Junta le pregunto que por qué no se reúne con el Gobierno y le dicen que nuestras prioridades son estas, porque eso se puede hacer, y me dicen que ya le han mandado un escrito. Esa no es una posición proactiva en un tema tan importante para el ahorro energético o para bajar las emisiones de CO2 a la atmósfera”, les recrimina Barrera Espín, que recuerda que “cuando se rompió por la lluvia, hace cinco o seis años, la línea Osuna-Pedrera, por presión de las plataformas llegaron a un convenio y pasaron lo que era una infraestructura de Adif, estatal, a la Junta y la arreglaron, así que cuando les interesa, sí lo hacen”.

Las esperanzas están ahora depositadas en el Congreso de los Diputados, donde han presentado, vía Sumar, otra PNL referente a ambas líneas de Cercanías en Almería. “Yo tengo esperanzas en que la PNL suponga un avance, en el momento en que el Parlamento se pronuncie sobre la cuestión”, dice Barrera Espín, “porque implicaría unos plazos para hacer estudios e ir avanzando en un momento en que la UE da dinero para esas cosas”.

(Reportaje publicado en el número de julio de 2025 de la revista Foco Sur).

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