Realidad y ficción: lo demás no cuenta


Miguel Blanco

El Paseo peatonal, una esperanza para el comercio

Los comerciantes del centro tienen buenas expectativas con la remodelación del Paseo, que estará en obras cerca de un año para convertirse en el revulsivo con el que levantar unos negocios afectados por la venta online y los nuevos hábitos de compra de los almerienses.

El centro está muerto. No hay dónde aparcar. Hay muchas tiendas cerradas. Estos y otros lamentos son habituales desde hace unos años al hablar de la zona del Paseo de Almería, durante décadas el centro neurálgico del comercio de la capital, que ahora pasa por horas bajas. La esperanza, para muchos comerciantes, hosteleros, vecinos y el propio Ayuntamiento, está en el proyecto de transformación de la principal vía comercial de la ciudad en una zona peatonal.

Las obras comenzarán, según la previsión, el 15 de enero y se prolongarán durante diez meses. Cerca de un año en el que los trabajos pondrán aun más difícil la situación por la que están pasando las familias que regentan los comercios del Paseo y calles aledañas. Un trámite necesario para que, a finales de 2025, el nuevo Paseo de Almería se convierta en reclamo que atraiga a almerienses y visitantes y se revitalice así la zona.

Los comerciantes tienen grandes expectativas en que esta actuación revierta la tendencia de los últimos tiempos, en los que los centros comerciales y la venta online han ido quitando clientela a las tiendas de toda la vida. Negocios, algunos de ellos, centenarios, que llevan formando parte de la ciudad, por tanto, desde mucho antes que cualquiera que pase delante de ellos o entre a comprar.

Negocios también, en ocasiones, que van desapareciendo por culpa de la falta de relevo generacional. Las últimas generaciones ven cómo sus hijos e hijas optan por seguir su propio camino, entre otros motivos por la falta de estímulos para continuar en un trabajo que cada vez reporta menos beneficios.

Ahora, miran con esperanza aunque no sin escepticismo unas obras que van a poner, durante semanas o meses, una barrera nueva ante sus escaparates y puertas para acabar abriendo una etapa que, esperan, signifique la recuperación de tantos almerienses que ahora prefieren acercarse a un centro comercial o comprar en internet antes que hacerlo en las tiendas del centro de la ciudad.

Para que todo salga bien, en cualquier caso, tienen claro que no solo basta con “ponerlo bonito” y limitar el tráfico. Harán falta acciones de promoción y facilitar el acceso al centro en transporte público desde los barrios donde los jóvenes se están yendo a vivir, entre otras actuaciones, para darle la vuelta a los nuevos hábitos de compra de los almerienses, que hoy en día tienen más fácil acercarse a los centros comerciales o entrar en la página web de su marca o plataforma favorita que hacerlo en una tienda del centro.

Mientras duran las obras

Es algo que tienen claro en la asociación Almería Centro. Su gerente, Carmen Sánchez, explica que han pedido al Ayuntamiento que la intervención “se haga con cabeza y molestando lo menos posible a los vecinos y comerciantes, teniendo en cuenta las necesidades de cada uno”. En este sentido, han solicitado que las obras se realicen por tramos, comenzando por Puerta Purchena, y que luego continúen hacia la Plaza Circular. La intención es que “si la obras van a empezar, como nos han dicho, el 15 de enero, se haga lo antes posible la parte de arriba, que es la zona un poco más comercial y con menos edificios de vecinos, para que no pille la Navidad siguiente si por cualquier circunstancia hubiese un retraso con las obras”.

Asimismo, mientras duren las obras, pide que “se tenga en cuenta lo que se está perjudicando a los comercios y que haya algún plan de actuación, con bonificaciones por ejemplo, como los bonos descuento de la pandemia, o con campañas para que la gente venga al centro”.

La gerente de la asociación de comercios del centro cuenta también con que se hayan estudiado “todas las alternativas e imprevistos”, como colocar un suelo de material que soporte a la larga no solo el paso de los peatones, también de los camiones de transporte de carga, por si en el futuro hubiera que hacer reformas en alguno de los edificios. O que se haya previsto el lugar para ubicar los nuevos contenedores especiales de residuos que se van a utilizar tras las obras.

José María Plaza, gerente de la zapatería Plaza Suizos, reconoce que “con el proyecto del Paseo tengo un poco de miedo aunque es verdad que a peor no puede ir”. En esta línea, cree que “el cambio va a ser bueno pero las cosas tienen que hacerse bien, si son doce meses, que sean doce, no catorce, tienen que cumplir los plazos”. Mientras duren las obras, “va a ser un año duro pero creo que va a quedar bien”. Ángel González, copropietario de las tiendas de moda J. González, también es optimista. “Para el comercio, las obras de transformación del Paseo son una oportunidad de cambiar la ciudad y de dar un paso adelante en el comercio local”, asegura.

El resultado de la peatonalización del Paseo “es una incógnita”, dice Juan Salvador López, propietario de la Joyería Regente, que asegura que “ahora está tocado del ala y sí necesita una remodelación, pero no sé si es exactamente este el paso definitivo y bueno, aunque algo hay que hacer”. Y añade que “si esto es lo que va a servir para revitalizar esta zona, bienvenido sea”.

Atraer al público

Los comerciantes tienen claro que la obra de peatonalización no bastará para que los almerienses recuperen el Paseo como centro del comercio de la ciudad, habrá que planear bien qué se hace una vez finalice la remodelación. En este sentido, Ángel González asegura que “hay que preparar la ciudad y crear la coyuntura adecuada para que la gente vuelva al centro con la frecuencia de antes”. Para ello, considera que “tendría que haber especialistas que hagan una estrategia empresarial, como se ha hecho en otras ciudades, en coordinación con el comercio local y las asociaciones”.

“Queremos que quede bonito, que invite a pasear y  que la gente venga al centro, que le dé más vida”, resume Carmen Sánchez. Para ello, han pedido al Ayuntamiento que amplíe la oferta de transporte público desde los barrios con “más autobuses que vengan al centro sin hacer un recorrido largo, que sean directos y que pasen más asiduamente”. La idea es que la gente utilice menos el coche y venga en autobús, pero para eso, apunta, “hay que tener un buen servicio de transporte público”.

José María Plaza recuerda que “en eventos como la Noche en Blanco o la Noche en Negro se vende algo más, pero  no mucho, aunque todo lo que se haga es bienvenido, vendas más o menos”. Y dice que “el Casco Histórico es lo que puede atraer a la gente al centro, la zona de La Hoya y la Alcazaba, la plaza Vieja, el cerro de San Cristóbal, que es lo que atrae el turismo y luego pasan por aquí”.

Juan Salvador López asegura que para que el comercio funcione, tiene que hacerlo también la hostelería, ya que la gente sale por donde “hay bares y cafeterías”. Aun así, a pesar de que el centro sigue siendo la principal zona de bares de la ciudad, “el centro comercial de Almería se ha ido derivando a otras zonas, una cosa rara porque normalmente en las ciudades el centro sigue siendo el lugar comercialmente interesante, pero en Almería no”. Por eso, asegura que no pueden quedarse “con los brazos cruzados”.

Como solución general, Ángel González asegura que “las mismas facilidades que les dan los centros comerciales al cliente tenemos que dárselas nosotros”. Además, añade, “tiene que haber ocio, cultura, vida, otras ofertas que no sean solo comerciales para que la gente acuda y nos podamos nutrir de esa afluencia”. Por último, reconoce que “nosotros tenemos que reinventarnos para poder estar al día y ofrecer lo que la gente quiere y que no lo pueden ofrecer otros canales de venta”.

El centro no está muerto

Aunque la situación podía ser mejor para los comerciantes, Carmen Sánchez asegura que “el centro no está muerto y hay comercios diferentes que no encuentras en un centro comercial”. Asimismo, cuenta que en los últimos meses “hay mucha gente joven abriendo nuevos negocios en el centro”. Por otra parte, señala las pocas tiendas con público objetivo joven. Así, asegura que hacen falta “más tiendas de marcas de ropa para chicas jóvenes, que no están en los centros comerciales, que ellas compran online o cuando van a Madrid y otras ciudades, y que están siempre en los cascos históricos”.

Por otra parte, aunque confirma que “internet hace muchísimo daño”, señala que “ya casi todos los comercios tienen su página web y tienda online”. Por eso, añade, “hay que concienciar a la gente de la importancia de comprar en el pequeño comercio que tiene la ciudad, porque eso genera economía y vida”.

En este sentido, destaca que “tenemos un centro de la ciudad acogedor, un clima que no lo tienen en todos los sitios y tenemos calidad y grandes marcas que no encuentras en un centro comercial”. Y añade otra ventaja, que en el centro hay tiendas de todo tipo de precios, “desde baratas hasta para un poder adquisitivo alto”. Así, adelanta que están estudiando fórmulas para “premiar a quienes siguen comprando en el centro” y que, una vez esté inaugurado el nuevo Paseo, se harán campañas y ofertas para animar a la gente a realizar sus compras en los comercios de la zona.

Otra cosa que se puede mejorar es la imagen que ofrecen los locales cerrados, algunos desde hace años, debido al precio que sus propietarios piden para alquilarlos. “La gente que tiene locales en el Paseo tendría que pensar un poco en su ciudad, que si en vez de tenerlos vacíos los tuvieran alquilados les reportarían algún beneficio y no darían esa mala imagen”. En este sentido, asegura que “deberían adecuarse a los precios actuales del mercado en Almería”.

Lo mismo opina Juan Salvador López, que cuenta que “hace tres años estaban pidiendo 20.000 euros por un alquiler y no están los tiempos para eso por muy grande que sea el local”. Como incentivo para el alquiler, apunta a que el Ayuntamiento dé “facilidades para que alquilar el local sea interesante para el propietario y muy interesante para el inquilino”. En este sentido, José María Plaza cuenta con que, una vez terminada las obras, “muchos locales que están cerrados en el centro los alquilarán”.

Ahora, el objetivo de todos los comerciantes de la zona del Paseo es que los almerienses recuperen aquella costumbre de darse una vuelta por las calles del centro y aprovechar para llevarse de alguna de las tiendas la camisa, el colgante, las botas o el perfume que necesitan, probando qué prenda les queda mejor. Y cuentan con que se escuchen sus sugerencias para que el centro tenga más vida. “El centro de una ciudad es el centro de una ciudad”, recuerda Carmen Sánchez, que señala que “cuando vienen los turistas, no se van a los barrios, por eso hay que poner en valor el centro”. 

Ciudad de Plazas

El proyecto de peatonalización del Paseo de Almería comenzará a ser una realidad en poco tiempo. Las obras comenzarán, si se cumple la previsión, el 15 de enero de 2025 y en diez meses, a finales de noviembre, deberían estar finalizadas. El proyecto, denominado ‘Ciudad de Plazas’, servirá para unificar la zona que va desde Puerta Purchena hasta la Plaza Circular, “potenciando la red de comercios locales, eliminando las barreras arquitectónicas y generando un espacio urbano más amable, de encuentro, de paseo y de estancia”, aseguraba María del Mar Vázquez, alcaldesa de la ciudad, este verano en la presentación del proyecto definitivo, que cuenta con un presupuesto de más de 13,2 millones de euros y ejecutará EMAC Arquitectos, con Miguel Martínez Castillejo y Pau Batalla Soriano al frente.

Una de las características del proyecto es el diseño de cinco ‘refugios climáticos’ para las épocas de más calor, que estarán ubicados en las plazas previstas y que le dan nombre. Estas son la Plaza Emilio Pérez (o Plaza Circular), una nueva plaza frente al edificio de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, otra nueva plaza frente al Teatro Cervantes, la Plaza Juan Cassinello (o del Educador) y Puerta Purchena.  

En estos refugios climáticos “habrá asientos de madera con respaldo, árboles incrementados en, aproximadamente, un cincuenta por ciento, para dar mayor sombra  en verano, además de regular la humedad del ambiente; y cinco fuentes, dos de ellas de mayor dimensión, en Puerta Purchena y Plaza Circular, que aporten humedad al medio y ayuden a disminuir la temperatura además de aportar sensación de frescor”, explicaba la alcaldesa, que añadía que esta remodelación “no solo contempla las necesidades del presente, sino que anticipa también los desafíos del futuro”.

(Reportaje publicado en el número de noviembre de 2024 de la revista Foco Sur).

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