El nuevo rector de la Universidad de Almería avanza sus planes para el inicio de su mandato, con iniciativas para estudiantes, profesores, investigadores, personal de gestión, administración y servicios y la sociedad, para la que señala como asuntos clave la lucha contra el despoblamiento, la sostenibilidad y la cultura.
Ha ganado las elecciones con el apoyo mayoritario de casi todos los departamentos. ¿Salió como esperaba?
Sí, son elecciones al fin y al cabo. Teníamos nuestras previsiones sobre cuál iba a ser el resultado pero al final lo que manda es cómo se producen las votaciones y lo que está claro es que superaron nuestras expectativas.
Su programa iba enfocado a cuatro colectivos, estudiantes, docentes e investigadores, gestión, administración y servicios y sociedad. ¿Cuáles serán las primeras iniciativas hacia los estudiantes?
En el caso de los estudiantes, todas las acciones están enfocadas a la participación y su implicación. De hecho, mi nombramiento como rector fue hace pocos días y ya hemos tenido una reunión con los estudiantes para establecer las prioridades dentro de todas esas propuestas que se hacían sobre el colectivo. Acciones inmediatas, establecer cuáles van a ser las estructuras de representación o cómo incentivar esa participación en todos los procesos que le interesan a los estudiantes, que son todos los que desarrollamos en la universidad. La parte de docencia, pero también la investigación, la transferencia, el intercambio de conocimiento, la cultura, la vida en el campus… todo lo que configura la vida universitaria.
¿Y para el personal docente e investigador?
En el caso del profesorado hay cuestiones urgentes que tienen que ver con el día a día de la gestión. Aunque todavía estamos en el primer cuatrimestre, vamos a entrar ya casi en el desarrollo del nuevo Plan de Ordenación Docente, que establece cuál va a ser la dedicación del profesorado en el próximo curso. Hay más medidas en el programa que afectan a distintas cuestiones del profesorado, que van desde el fomento de la mejora de los procesos esenciales que desarrollan, la docencia y la investigación, hasta cuestiones que tienen que ver con el día a día en el trabajo y las condiciones en las que se desarrollan esas actividades.
También hay para administración y servicios…
Para el personal técnico de gestión y de administración y servicios, en el programa se estableció que durante los primeros meses del próximo año se iban a implantar las primeras medidas relacionadas con el teletrabajo. Hay muchas cuestiones que tienen que ver con la flexibilidad, con la estabilización, con la implantación de fórmulas de gestión que pongan por encima de todo a las personas. Las principales mejoras en todos los procesos vienen a partir de las sugerencias de las personas que están realizando cotidianamente el trabajo.
El último bloque es la sociedad. En este sentido, al ser la UAL referente en investigación en algunos campos, ¿hay planes para fomentar la transferencia a la sociedad de estas investigaciones punteras?
Sin duda. De hecho, un elemento innovador de nuestra propuesta es considerar a la sociedad como uno de los colectivos hacia los cuales van dirigidas medidas e iniciativas concretas a desarrollar en los próximos seis años. Hay que intensificar las relaciones con la sociedad, con las instituciones, con las empresas. Hay que crear, fomentar y participar activamente en las redes en las que estén todos los agentes sociales. Y una cuestión fundamental es la formación de nuestros estudiantes en los valores universitarios y en el espíritu crítico, porque eso contribuye no solamente a su desarrollo profesional, sino a una cuestión fundamental, que es el aporte a la transformación social que tiene que hacer la universidad.
Hay muchas iniciativas que queremos desarrollar en relación con la sociedad que van en esa línea, no solamente de transferencia de conocimiento, sino también de intercambio de conocimiento. La universidad genera conocimiento que hay que difundir entre la sociedad pero la universidad tiene que aprender mucho de cuáles son las necesidades, los problemas y los retos que afronta la sociedad para poder darles respuesta. En este sentido, el programa está planteado dentro de un marco normativo que está vigente desde hace relativamente poco, que a la universidad le da la responsabilidad de colaborar en dar respuesta a muchos de los retos que afronta la sociedad y que tienen que ver con el cambio climático, con la sostenibilidad, con el bienestar y la corrección de desigualdades, con la igualdad y con cuestiones específicas como los efectos del despoblamiento, tanto desde el punto de vista económico como social.
¿Cómo se quiere ayudar desde la UAL a combatir ese despoblamiento?
Nos queremos implicar, primero, por necesidad, porque la ley orgánica del sistema universitario asigna a las universidades ese papel de combatir los efectos perniciosos del despoblamiento, pero también por el convencimiento de que dentro de esa implicación con la sociedad hay que colaborar en la resolución de este tipo de problemas. La manera de solventarlo es una cuestión muy complicada, es un tema que ocupa a muchos científicos e investigadores. Es una preocupación que está en la propia sociedad. Hay que generar las condiciones dentro de los diferentes pueblos, de empleo, de vida, de manera que ese despoblamiento se vea atenuado. Hablando de universitarios, hay que generar las condiciones adecuadas para que puedan volver a esos pueblos y generar oportunidades de empleo y de vida social.
Otro aspecto destacado es el de la sostenibilidad. ¿Qué se quiere hacer en este ámbito?
En ese tema se viene trabajando desde hace algunos años. Los efectos del cambio climático están sobre la mesa y la cuestión de la sostenibilidad es una prioridad de la universidad y en general de toda la sociedad. Además, es algo muy transversal, más allá de que la universidad tiene que ser un ejemplo con un campus sostenible. Hay muchas cuestiones que tienen que impregnar las diferentes misiones de la universidad. Incluir de manera transversal en los diferentes títulos, tanto de grado como de posgrado, cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, incentivar la investigación sobre estos temas y también la transferencia y el intercambio de conocimiento.
La cultura es otra vía de relación de la universidad con la sociedad, y también el edificio en la ciudad. ¿Hay novedades en esta línea?
Todavía es una cuestión muy incipiente. Hay varios espacios en la ciudad de los que hay que planificar cuál va a ser el uso que se le da. No va a ser una cuestión meramente de representación de la universidad, hay que ir mucho más allá si se busca la interconexión con la ciudad, trasladar la vida universitaria a la ciudad para revitalizar simultáneamente tanto esa vida en la ciudad como la vida universitaria. Hay que establecer actividades culturales y de formación, también, por qué no, relacionadas con posgrados, con algún título oficial. Es una cuestión que hay que ir planificando con la implicación de toda la comunidad universitaria.
Ha sido uno de los principales impulsores del Plan Estratégico de la UAL. ¿En qué punto está y que queda por cumplir?
Yo me fui del equipo justo en el momento en el que se estaba redactando el informe de seguimiento anual. En el plan se fijan una serie de objetivos estratégicos, una serie de iniciativas y una serie de indicadores para ver cómo va siendo el grado de cumplimiento. El informe de seguimiento establece que el grado de cumplimiento está siendo satisfactorio. Quedan, por supuesto, todavía cosas por hacer. El plan finaliza el año que viene y el último informe de seguimiento será en 2025, pero simultáneamente habrá que ir trabajando en el próximo Plan Estratégico, en el que se continuará el desarrollo de algunos de los objetivos que ahora son prioritarios y habrá que introducir nuevas cuestiones que tienen que ver con iniciativas que tendrá que desarrollar la universidad en los próximos seis años.
Este curso arrancó con la primera reunión de la junta de UNIgreen en este campus. ¿Cómo avanza esta universidad europea?
A UNIgreen lo alimentan multitud de proyectos de formación, investigación, transferencia, sostenibilidad… Es una cuestión transversal en la que están implicadas todas las universidades que forman parte del consorcio. Los objetivos se van desarrollando conforme a lo establecido en la propuesta y casi hay que estar ya pensando en la renovación del proyecto, incorporando nuevos socios, porque una de las condiciones para renovar el consorcio es la adición de nuevas universidades y ya hay potenciales socios interesados en el proyecto. Es un hito para la Universidad de Almería que refleja la prioridad para los próximos años, que es la internacionalización de la universidad.
La Consejería ha anunciado que aprobará nuevos títulos el año que viene para implantarlos en 2025. ¿Qué planes tiene en este sentido la UAL?
Recientemente, se recibieron las propuestas que se han canalizado a través de las facultades. Hay muchas propuestas, tanto de modificación de los grados y los posgrados existentes como de nuevos grados y posgrados. Estamos ahora en la fase de hacer un listado de todas esas propuestas, hacer estudios y elaborar las fichas correspondientes de cada propuesta para establecer un nuevo mapa de titulaciones que habrá que someter a la aprobación de la Junta de Andalucía antes de proceder a su desarrollo.
La idea, entonces, es incorporar nuevos grados y posgrados…
Sí. Es una planificación a cuatro años, para el curso 2025-2026, aunque depende también de la propuesta de cada centro sobre cuándo sería su implantación. La idea recogida en el programa es la de incrementar en la medida de lo posible la oferta de posgrados, de manera que los estudiantes de nuestra universidad tengan la oportunidad de continuar sus estudios de grado con alguna especialización relacionada con ese grado. Y, por supuesto, atraer estudiantes nacionales e internacionales. Y también incorporar nuevos grados, que dependerá de cuáles sean las propuestas de los centros, y aprovechar la coyuntura para modificar los títulos existentes y adaptarlos a los retos y demandas de la sociedad.
¿Qué expectativas hay con la nueva estructura de equipo de gobierno?
La estructura de vicerrectorados y delegaciones responde a las propuestas que han surgido de la universidad. Más allá de las personas que ocupen los puestos, se trata de que las funciones que tienen que desarrollar respondan a las iniciativas, propuestas y objetivos establecidos. Y, por supuesto, las personas son importantes. Hay una mezcla de ilusión por empezar esta nueva etapa y muchas ganas de introducir cuestiones innovadoras. Hay personas que tienen experiencia de gestión y otras que la tienen menor pero que, sin duda, van a aportar la creatividad y la innovación que necesitamos para poner en marcha el proyecto.
El proyecto se titula “Por la UAL del futuro”. ¿Cómo imagina esta universidad dentro de seis años?
Me imagino una Universidad de Almería en la que la respuesta a los principales retos se haya convertido en normalidad, que sea una universidad plenamente integrada no solo en su ciudad, sino en la provincia, con su entorno, comprometida con el desarrollo económico y con el desarrollo social, una universidad que es referente cultural. Y por encima de todo, una universidad en la que nadie se ha quedado atrás y en la que las personas son el centro fundamental de la gestión y de todas las actividades que se desarrollan en ella.
(Entrevista publicada en el número de diciembre de 2023 de la revista Foco Sur).


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