El nuevo museo de la ciudad, único en su género, aspira a situarse entre los más relevantes del país con una amplia colección permanente y un potente programa de exposiciones temporales y actividades didácticas y culturales.
Un museo pionero, único en España y que está llamado a convertirse en uno de los faros culturales de la ciudad. El Museo del Realismo abre sus puertas este mes de diciembre tras la remodelación del Hospital Provincial, donde se ubicará la mayor colección de realismo contemporáneo de nuestro país, con obras y artistas clave en esta disciplina artística, como Antonio López, Joaquín Sorolla o Julio Romero de Torres.
No ha sido un camino sencillo, pero ya es posible pasear por este espacio rehabilitado y diseñado para recorrer la historia del realismo contemporáneo español, desde principios del siglo XX hasta nuestros días. El origen del museo está en el anuncio de la restauración del edificio del Hospital Provincial, el único de uso civil del siglo XVI que queda en Almería. La idea era reformarlo para evitar su ruina y dedicarlo a actividades culturales o de otro tipo. No tenía un destino fijo, lo urgente era salvar el edificio.
Al anunciar la Diputación de Almería el proyecto, en la Fundación Ibáñez Cosentino vieron la oportunidad. Sería el lugar perfecto para ubicar el Museo del Realismo Español, una idea que rondaba por las cabezas de Antonio López y Andrés García Ibáñez. Así se podría subsanar una deuda histórica con este movimiento artístico, no siempre reconocido en España, y, también, situar a Almería en el circuito de ciudades con un museo de referencia; de esos que son visita obligada para cualquier amante del arte y que justifican un viaje a la ciudad donde se encuentran. La idea se propuso a la institución provincial, que desde ese momento puso todo de su parte para que el proyecto se convirtiese en realidad. Casi cinco años después, el Museo del Realismo recibirá antes de fin de año a sus primeros visitantes.
Recorrido cronológico por el Realismo
La pandemia provocó que la rehabilitación del edificio fuese más lenta y hasta hace justo un año, en diciembre de 2022, no se inauguró. En principio, el museo estaba previsto para marzo de 2023, pero complicaciones en su puesta en marcha han hecho que haya que esperar nueve meses más. “Poner en marcha un museo no es solamente realizar un edificio y colgar las obras, hay que hacer instalaciones de climatización, seguridad y de todo lo que conlleva la musealización de un espacio, que tiene mucho trabajo y, también, mucho trabajo administrativo y de gestión”, explica Juan Manuel Martín Robles, director del Museo del Realismo.
Cada una de las once salas con las que cuenta el museo va a estar dedicada a un momento concreto del desarrollo del realismo contemporáneo español, de forma cronológica desde principios del siglo XX hasta nuestros días. En ese recorrido, “habrá temáticas y momentos puntuales que van a ocupar más espacio, porque tienen mucha importancia”, cuenta Martín Robles. Así, va a haber un espacio muy relevante dedicado a la relación entre las vanguardias y el realismo, que provocaron “un gran cambio en el realismo español, desde la forma de hacer de Berruguete, de Zuloaga o de Sorolla, que estarán presentes, a Antonio López y la Escuela de Madrid”, detalla el director del museo. La planta baja estará dedicada a la primera parte del siglo XX y la superior, a 1950 en adelante.
El Museo del Realismo Español cuenta con un fondo de 217 obras, cedidas por la Fundación Ibáñez Cosentino, que se encarga de la gestión de la pinacoteca. De ellas, unas 160 formarán parte de la colección permanente expuesta entre las once salas y el pasillo de la planta superior, donde se exhibirán las esculturas. Entre los artistas de la primera etapa representados, destacan Sorolla, Zuloaga, José Gutiérrez Solana, Joaquín Mir, Daniel Vázquez Díaz, Julio Romero de Torres, con una de sus obras más importantes, ‘La consagración de la copla’, adquirida por la familia Cosentino para este museo, Gabriel Morcillo, de la escuela granadina, López Mezquita y Ramón Casas, además de Mariano Benlliure, Mateo Inurria y Julio Antonio en escultura.
De la segunda mitad del siglo hay obras de Antonio López Torres, tío de Antonio López, así como de este, de quien el Museo del Realismo cuenta con 22 obras, y sus compañeros de la llamada Escuela de Madrid, Isabel Quintanilla, Esperanza Parada, María Moreno y Amalia Avia, más Paco y Julio López. Asimismo, están representados Juan José Aquerreta, José María Mezquita, Clara Gangutia, Roberto González, Matías Quetglas, Carmen Laffón, José María Cuasante y Daniel Quintero. Y más cercanos en el tiempo, hay obras de Andrés García Ibáñez, Golucho, Noé Serrano, Eduardo Millán, Antonio Barahona, Luis Paltré, Antonio Lara Luque o Annika Llavero. García Ibáñez y Pedro Antonio son los dos únicos representantes de Almería, aunque el museo está detrás de conseguir alguna escultura de Juan Cristóbal.
“Hay artistas de los que tenemos dos o tres obras, así que en el caso de que no se puedan colgar todas, lo que haríamos sería cambiar algunas de esas obras cuando pase un tiempo para que quien haya visto la colección permanente tenga la oportunidad de ver alguna obra nueva de los artistas que son referentes”, adelanta Martín Robles.
Exposiciones temporales
El Museo del Realismo Español se completa con dos salas dedicadas a las exposiciones temporales. La principal es el Salón Noble, que cuenta con un relevante artesonado. En ella habrá dos de estas muestras al año. La primera de todas se inaugurará entre 15 días y un mes después de la apertura del museo. Estará dedicada a Sorolla, de quien este 2023 se ha estado conmemorando el centenario de su muerte con numerosas exposiciones por todo el país. Pero la de Almería no será una más.
El comisario es Javier Pérez Rojas, especialista en Sorolla, y vinculado al nuevo museo. “Hemos aprovechado para pedirle a Javier que nos crease una exposición que fuese lo más singular posible para el museo, porque queremos tener una programación de exposiciones única, de forma que las exposiciones temporales junto con la colección permanente sirva como atractivo para generar flujo de público”, anuncia Martín Robles, que detalla que la exposición estará dedicada a “Sorolla y la pintura al aire libre, porque él es uno de los primeros artistas españoles que le da valor a trabajar el paisaje y las escenas al aire libre, al natural”.
La siguiente de las exposiciones temporales de gran formato estará dedicada a la obra reciente de Antonio López, “obra que en su mayor parte no ha sido expuesta”, revela el director del museo, que añade que incluirá “mucha obra inacabada, de la que está en proceso, que Antonio López, aunque cada vez menos, siempre ha sido muy reacio a mostrar esa obra, que enseña mucho el proceso del pintor, pero esta vez le ha parecido interesante poder mostrar esos cuadros en proceso”.
La otra sala de exposiciones temporales estará dedicada a artistas que están en activo. De estas, se programarán tres al año. La primera será de Andrés García Ibáñez, porque tiene conexión con la de Sorolla. Mostrará la serie de paisajes que el artista almeriense pintó en Granada el invierno pasado, en los mismos espacios donde Sorolla estuvo pintando cuando iba a Granada. “Andrés ha pintado una serie de vistas muy contemporáneas de lo que en su día Sorolla también plasmó”, explica el director.
La oferta cultural del Museo del Realismo se completará con una potente programación continua. Una parte será didáctica e incluirá entre 150 y 200 actividades al año; y otra será cultural, con conciertos, actuaciones teatrales, ciclos de conferencias, talleres para artistas impartidos por profesionales, con unas 50 o 60 actividades al año. “La idea es que al menos haya tres de estas actividades culturales al mes”, avanza Martín Robles.
Referente cultural y turístico
Con este amplio contenido, el nuevo museo aspira a convertirse en la referencia cultural de la provincia y, también, un atractivo turístico de primer nivel. “El Museo del Realismo puede situar a Almería en el panorama de ciudades españolas que están apostando por la cultura y los museos como referentes para dar un giro en sus políticas turísticas y culturales”, asegura el director del centro, que añade que “desde la Fundación Ibáñez Cosentino estamos convencidos de que es el museo que puede dar ese giro a la ciudad”.
En la misma línea, Javier Aureliano García, presidente de la Diputación de Almería, considera que “el Museo de Realismo Español supone la incorporación a los atractivos turísticos de los 103 municipios de Almería del mayor reclamo de turismo cultural de la provincia”. En este sentido, asegura que “Almería va a ser un referente a nivel nacional por ser la única ciudad de España que dedica un museo a una tendencia artística, que ha dado y va a seguir aportando al Patrimonio Nacional grandes obras”.
El presidente de la Diputación destaca asimismo que “la colección pictórica tiene un valor incalculable y va a estar presidida por la mayor obra artística de Julio Romero de Torres, ‘La consagración de la copla’. Y añade que “el Museo del Realismo Español cuenta con otros atractivos añadidos, como es el hecho de que está ubicado en el interior del único edificio civil del siglo XVI que se mantiene en pie en la ciudad, tras haber sido objeto de la mayor obra patrimonial que se ha llevado a cabo en nuestra provincia; así como su cercanía y vistas al mar”.
El objetivo de la dirección es que “en dos años máximo” el museo esté situado “a nivel nacional e internacional”, cuenta Martín Robles, que explica que “el principal mercado del realismo contemporáneo español actualmente está en Japón y China, que es donde más se valora la obra de Antonio López y el resto de los realistas, así que queremos ganar ese mercado”.
Para ello, el Museo del Realismo Español va a contar con presupuesto anual cercano a los 1,5 millones, solo para dirección y gestión artística; a esto hay que sumarle los costes de seguridad, que la va a tener 24 horas pero es un contrato independiente, y la electricidad. Un presupuesto que “no está mal para Almería, pero el Museo Thyssen de Málaga, que es el que nos ha servido de referencia, está en torno a los 4,5 millones anuales”, señala el director del museo.
El flujo de visitantes comienza este diciembre y, si todo marcha como prevén sus responsables, el Museo del Realismo Español no tardará en convertirse en esa referencia cultural que dé un nuevo impulso al turismo de la ciudad y la provincia de Almería.
Andrés García Ibáñez: “El realismo contemporáneo es un estilo artístico muy maltratado, despreciado y ninguneado por la cultura institucional española”
¿Qué supone para Almería contar con un espacio como el Museo del Realismo?
Tener un museo de arte de ámbito nacional, tanto por la nómina de artistas que integrarán la colección permanente como por el tipo de gestión que desarrollará, con actividades y muestras de alto nivel científico y unos presupuestos dignos para tal misión, equiparables a museos similares de otras ciudades.
¿Qué obras y autores podrían considerarse los de referencia en este nuevo museo?
Todos los autores, tanto vivos como muertos, tienen amplia trayectoria y reconocimiento. Sorolla, Zuloaga, Romero de Torres y Antonio López quizá sean los más importantes del elenco.
A nivel personal, dada tu implicación en el proyecto, ¿qué significa para ti que, tras tanto tiempo, vaya a abrir sus puertas al público?
Es una oportunidad enorme para todos los autores realistas de este país, pues el realismo contemporáneo es un estilo artístico muy maltratado, despreciado y ninguneado por la cultura institucional española desde hace más de medio siglo.
¿En qué esperas que se convierta el museo para los almerienses?
En un lugar para el disfrute, para el deleite y contemplación de obras muy bellas, y para la formación artística a todos los niveles.
(Reportaje publicado en el número de diciembre de 2023 de la revista Foco Sur).
Miguel Blanco 
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