La construcción de una fábrica de e-metanol en Tabernas y los parques solares de Lucainena de las Torres y Tabernas colocarán a la comarca en primera línea en generación de energía renovable de la provincia.
Hidrógeno, sol y viento. Con estas ‘armas’, la comarca de Filabres Alhamilla se está situando en la vanguardia almeriense en energías renovables. La zona, conocida por sus horas de luz solar, que han atraído a empresas e investigadores especializados en energía fotovoltaica, es también referente en energía eólica y ahora está danado los pasos para serlo en biocombustibles sintéticos, los únicos aprobados por la Unión Europea para el escenario sin combustibles fósiles previsto para después de 2035.
Si hace apenas dos años se anunciaba el proyecto de dos grandes parques solares entre Lucainena de las Torres y Tabernas, ambos desarrollados por la empresa X-ELIO y aun en construcción, a finales del año pasado se conocía que la pyme almeriense Cetaer Hub había recibido una subvención de 15 millones de euros para el proyecto Nascar, que construirá en Tabernas una fábrica de e-metanol, combustible sintético elaborado a partir de hidrógeno en cuya producción no solo no se emitirá CO2, sino que se eliminará.
Si todo marcha como está previsto, en el segundo semestre de 2026 estará funcionando esta planta de producción de e-metanol, que la empresa comercializa con el nombre de ‘Carbonerol’. La fábrica se va a construir en el paraje de Los Retamares, junto a la Plataforma Solar, lindando con esta al norte, en una extensión de 94,6 hectáreas, y se levantará con el objetivo de que tenga poco impacto visual, con materiales que se construyen en seco para que incluso la construcción de la fábrica tenga poca huella de CO2.
“Es un proyecto de economía circular muy ambicioso”, asegura Diego Clemente, CEO y cofundador de la empresa. Para producir el e-metanol, se necesitan hidrógeno y CO2. El primero se va a extraer del aire, condensando la humedad, como un humidificador a escala industrial. Así evitan utilizar los precarios acuíferos del campo de Tabernas. El CO2 se lo proporcionará “una fuente industrial cercana” que no quieren revelar, pero que podría ser la cementera de Carboneras. Sería una cantidad de CO2 que se evitaría emitir a la atmósfera. Todo el proceso de producción del ‘Carbonerol’ tendría un balance neto cero de emisiones.
Combustibles sintéticos, el futuro
Al realizar la electrólisis del agua extraida del aire, se genera el hidrógeno que sirve como materia prima para el e-metanol, pero también oxígeno. La intención de Cetaer Hub es embotellar este oxígeno para su uso en hospitales. “Nosotros no somos solo una empresa sostenible, pretendemos ser una empresa regenerativa”, señala Clemente. Así, la fórmula que manejan en la empresa da como resultados que, a partir de 54.000 toneladas de CO2 cuya emisión a la atmósfera se evita, junto a 7.200 toneladas de hidrógeno, se producen 57.000 toneladas de oxígeno puro medicinal y 36.500 toneladas de e-metanol.
La fábrica de e-metanol, para Tabernas, “tiene un interés muy alto”, asegura José Díaz, alcalde del municipio, “para empezar, porque su construcción genera empleo”. La empresa se ha comprometido, para poder optar a las subvenciones, a generar empleo local. Un 20% de los trabajadores saldrán de una bolsa de empleo gestionada por el Ayuntamiento. Y luego están los empleos indirectos. “Tabernas tiene muchísimas pequeñas empresas de transporte, y el CO2 llegará en camión y el metanol saldrá de aquí en camión”, apunta el alcalde.
Díaz reconoce que han mantenido conversaciones con la empresa desde hace tres años. “Hay dos maneras de fijar población en la comarca”, cuenta, “una es teniendo servicios, los que dependen de otras administraciones y los municipales, que proporcionan calidad de vida a los vecinos; y la otra es teniendo trabajo, porque si no, la gente no va a quedarse a vivir aquí”.
Es tal el interés que, en abril de este año, el Pleno del Ayuntamiento de Tabernas ha aprobado por unanimidad una declaración institucional de apoyo al proyecto. La planta de e-metanol “representa una oportunidad única para Tabernas”, a la que coloca “como líder en el desarrollo de tecnologías limpias y sostenibles en la región y en el país”, destacaba el consistorio tras aprobar la declaración de apoyo.
El e-metanol es de los combustibles que estarán permitido una vez entre en vigor la normativa de emisiones de la UE, en 2035, que solo prevé el uso de combustibles sintéticos, como es el caso de este. Desde el 30 de marzo de este año, la normativa europea llama a este tipo de combustibles RFNBO (siglas de “renewable fuels, non-biologic origin”; es decir, “combustibles renovables de origen no biológico”), para distinguirlos de los combustibles de origen biológico, que tampoco se van a permitir, como el etanol de base de maíz.
“Nosotros hace cuatro años intuíamos que esto iba a pasar y por eso comenzamos a fabricar el e-metanol”, asegura Diego Clemente, que recuerda que el hidrógeno, la materia prima, junto a CO2, para fabricar el e-metanol, “es el elemento que más abunda”, lo que garantiza materia prima para producir el combustible sintético.
El exdirector del PITA y exdiputado de Ciudadanos puso en marcha esta pyme junto a Diego García Oyonarte, Leocadia Clares y Germán Fuentes y ahora ha sido la única empresa ‘pequeña’ en llevarse una de las siete subvenciones del PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento, dentro del programa de incentivos 3 para grandes demostradores de electrólisis y proyectos innovadores de producción de hidrógeno renovable del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El resto se les ha concedido a grandes multinacionales como Naturgy, Cepsa, Repsol, BP, EDP o Enel Endesa.
Plantas solares en Lucainena y Tabernas
No muy lejos de donde se construirá la fábrica de ‘Carbonerol’, la empresa X-ELIO está levantando dos plantas solares que proporcionarán, entre ambas, más de 200 GWh al año, el equivalente a lo que consumen 30.000 hogares en un año. La más reciente es la denominada CSG Lucainena, que está a punto de construirse.
Situada a unos 800 metros del pueblo, tras pasar el cementerio, ocupará una superficie de 102 hectáreas. Los terrenos eran propiedad de 25 familias, que han venidido o arrendado sus tierras durante la vida útil de la planta, que será de entre 25 y 30 años. Con una inversión de 40 millones de euros, está previsto que produzca 98 GWh al año, suficiente para cubrir la demanda energética de 12.000 hogares, y que evite la emisión de 18.700 toneladas anuales de CO2.
La otra planta, casi terminada, está en la carretera N-340, entre Lucainena y Tabernas, y se llama CSF Tabernas. En este caso, son 90 hectáreas de terrenos pertenecientes a 23 familias. La inversión es de 38 millones y la producción prevista, de 112 GWh, el consumo de unos 18.000 hogares en un año. Asimismo, se calcula que evitará la emisión de 23.700 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La construcción de estas plantas se está llevando a cabo mediante subcontratación de empresas locales, al igual que la ingeniería, realizada por una empresa de Almería. Y una vez finalizada la vida útil de cada planta, se desmantelan las instalaciones y se restituyen los terrenos a su estado original.
Estas plantas solares han provocado la reacción en contra de algunos colectivos de Lucainena de las Torres, que temen que afecten al ecosistema natural de la zona. Pero el Ayuntamiento tiene claro que van a suponer un beneficio para el municipio. “Las tasas que paga la empresa hacen que vayamos a poder hacer el Centro de Interpretación de la Minería”, explica Juan Herrera, alcalde del municipio. Y añade que “es una fuente importantísima de ingresos para el Ayuntamiento y gracias a ella tenemos ya en marcha obras como las de las plazas de aparcamiento”.
Asimismo, la construcción de estos parques fotovoltaicos está suponiendo un beneficio económico para los vecinos propietarios de las tierras donde se levantan los parques. Estas propiedades “valían 2.000 o 3.000 euros y ahora han cobrado entre 30.000 y 50.000”, cuenta el alcalde, que asegura que “no tenemos agua ni la vamos a tener, llevamos 20 años esperando la de la desaladora de Carbonera, así que cuando la gente ha tenido la oportunidad de vender las tierras por esas cantidades, lo ha hecho”.
Beneficios para el medio ambiente y la salud
A pesar de estos motivos, el apoyo a la construcción de los parques solares no es unánime. Algunos vecinos se han organizado para exigir energías renovables pero no mediante parques extensos que, aseguran, atentan contra el paisaje y la biodiversidad de la zona.
Sin embargo, sus defensores apuntan a que existen diversos estudios científicos que concluyen que la construcción, gestión y desmantelamiento de parques solares, cuando se hace con buenas prácticas, facilitan la convivencia armónica con especies vegetales y animales autóctonos.
En este sentido, un estudio de la Asociación Alemana de la Industria de Nuevas Energías publicado en noviembre de 2019 concluyó que los parques solares tienen un efecto positivo en la biodiversidad. Según los autores del estudio, los parques solares facilitaron el desarrollo de una mayor diversidad y además servían para proporcionar refugio a diferentes especies.
En la misma línea, un estudio publicado por la Universidad de Castilla-La Mancha en junio de 2021 destaca que la diversidad vegetal en un parque fotovoltaico es mayor que la de los terrenos de cultivo sin riego y similar a la de cultivos agrícolas sin tratamientos en el suelo, donde se permite el desarrollo de la vegetación espontánea.
Por otra parte, están los beneficios para el medio ambiente y la salud. En esta línea, el Plan Nacional de Integrado de Energía y Clima 2021-2023 (PNIEC) espera reducir un 23% la emisión de gases de efecto invernadero en 2030, año en el que cuenta con que el 42% de la energía consumida sea renovable, así como mejorar la eficiencia energética en un 39,5%.
Si se consiguen estos objetivos, el PNIEC calcula que las muertes prematuras por contaminación atmosférica en el país se reducirían en unas 2.400 personas, pasando de las 8.913 muertes previstas según la tendencia actual a las 6.521, lo que supone una reducción del 27%.
Parque eólico en Turrillas, el pionero en la comarca
Antes de la construcción de parques solares y de que alguien tuviera la idea de fabricar combustibles sintéticos, se construyó el parque eólico de Turrillas, La Noguera, el pionero en la apuesta por la generación de energías renovables en la comarca de Filabres Alhamilla.
Este parque, anunciado en 2009, genera 30 MW, que en su momento aumentaban hasta los 366 MW la cantidad de energía eólica generada en la provincia de Almería, entre catorce instalaciones repartidas por el territorio. Esto suponía que la eólica dominaba entonces la producción de energías renovables en la provincia, copando un 86% del total. Asimismo, la provincia se convertía en la segunda de Andalucía en generación de energía eólica e impulsaba a la comunidad autónoma como líder en el conjunto del país.
El parque eólico La Noguera lo construyó ACS Servicios, Comunicaciones y Energía, como el de El Colmenar II, entre Fiñana y Abrucena, dos en Serón y otro en Tíjola. Entre los cinco, la empresa liderada por Florentino Pérez había invertido 230 millones de euros en la provincia para generar 156,8 MW. Con sus 30 MW, el parque de La Noguera de Turrillas nació como uno de los que más energía eólica generaba en la provincia, solo superado por uno de los de Serón, de 50 MW, el de las Tres Villas, construido en la misma época, de 49,5 MW, y el de Tíjola, de 36,8 MW.
En Turrillas estaba previsto construirse otro parque eólico de ocho generadores, en la Loma del Perro, pero la Junta de Andalucía no lo ha autorizado, junto a otro en Níjar, alegando al impacto medioambiental que provocarían en Sierra Alhamilla.
(Reportaje publicado en el número de mayo de 2023 de la revista Foco Sur).
Miguel Blanco 
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