La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Almería cumple 25 años, un tiempo en la que ha crecido incorporando estudios de Fisioterapia a los originales de Enfermería y con una amplia oferta de másteres. Además ha visto cómo los estudios evolucionaban hacia la formación global de los profesionales.
La Universidad de Almería acaba de cerrar los actos conmemorativos de su 25 Aniversario y la Facultad de Ciencias de la Salud toma el relevo. En 2019, se cumple un cuarto de siglo de la incorporación a la Universidad de Almería de la entonces llamada Escuela Universitaria de Enfermería, culminando un proceso de formalización de los estudios que había comenzado más de 30 años antes.
Hasta que en 1974 sale en Almería la primera promoción de Ayudantes Técnicos Sanitarios, los ATS, el equivalente que había eran los practicantes, una profesión que «no tenía una formación ordenada oficialmente», según recuerda Gabriel Aguilera, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud. Para hacerla oficial, nacían a principios de los setenta los estudios de ATS y, posteriormente, la Escuela de Enfermería, que entonces estaba vinculada al sistema sanitario y cuyos estudios se llevaban a cabo, en Almería, en la Bola Azul.
El siguiente paso fue la creación de la Diplomatura de Enfermería, ya con rango universitario, aunque dependiente de la Universidad de Granada. Aun así, los estudios continúan en la Bola Azul, hasta que se creala Escuela Universitaria de Enfermería en la UAL y la diplomatura pasa a formar parte de la oferta educativa del recién nacido centro almeriense, en 1994.
Al principio, las clases se desarrollan en la sede que la UAL tiene en la calle Gerona, y que previamente habían alojado los estudios de Ciencias Empresariales. Allí permanecen cuatro años, toda la primera promoción, hasta que en 1998 se trasladan al Edificio Central. No sería hasta hace apenas diez años, ya convertida en Facultad de Ciencias de la Salud, con la incorporación del Grado en Fisioterapia, que logran tener sede propia: un reconocible edificio de color rojo, junto al edificio de Gobierno de la UAL, situado sobre un ligero promontorio. El edificio «tiene tres pasillos, uno para prácticas de Fisioterapia, otro para las de Enfermería, y otro para los cuatro másteres oficiales, de Investigación en Enfermería, de Fisioterapia, de Sexología y de Medicina. Todos los pasillos de la planta baja están dedicados a los laboratorios para las prácticas», explica Aguilera, que asegura que «es un edificio emblemático en la Universidad de Almería».
Hace apenas seis años, en 2013, se graduó la primera promoción de Enfermería y de Fisioterapia con el nuevo plan de estudios, que difiere mucho de lo que tuvieron que estudiar en la originaria Escuela de Enfermería de la Bola Azul e incluso de la propia Universidad. Además de que ahora son cuatro años en lugar de tres, «la formación es mucho mayor en cuanto a los requisitos que tiene que tener un estudiante», asegura el decano. «Por ejemplo, hay que tener un nivel de idioma de B1», añade.
Formación global
La parte práctica de los estudios también han evolucionado en estos años y, como cuenta el decano, «ahora está más orientado a una formación global del enfermero». En este sentido, destaca que la formación «ha ido paralela al desarrollo profesional de la enfermera, desde que en los setenta eran ayudantes y luego ATS, hasta hoy en día, en el que su papel es totalmente diferente. Hoy tienes figuras de cuidados avanzados, de práctica avanzada, que gestionan heridas crónicas o los cuidados domiciliarios. También tienes la prescripción enfermera, en la que los enfermeros y enfermeras están autorizados a prescribir ciertos fármacos».
Asimismo, han aumentado las especialidades. La de matrona siempre ha estado, pero ahora hay en salud laboral, salud mental, enfermería comunitaria, enfermería pediátrica. «Al final, la enfermera tiene la autonomía que tiene que tener en relación al trabajo que desempeña. A nivel comunitario, gestiona los pacientes, los cuidados. Y a nivel hospitalario, lo mismo, es el profesional que está las 24 horas con el paciente. Los demás van y vienen, pero el seguimiento de la evolución lo hace el personal de enfermería», detalla Aguilera.
Lo que no ha cambiado mucho es que se trata de unos estudios que atraen sobre todo a estudiantes femeninas. Así, hay un alumno por cada cuatro alumnas. Aunque el decano asegura que el de enfermería «es un trabajo que tanto el hombre como la mujer lo pueden desempeñar», reconoce que es tradicional que haya más chicas que chicos. Quizas porque «es muy vocacional». Una vocación que atrae a entre 120 y 130 alumnos que la Facultad de Ciencias de la Salud tiene en cada promoción.
En Fisioterapia hay menos alumnos. Saben que van destinados al sistema privado, no como los de Enfermería, que tiene la opción pública y la privada. En Fisioterapia hay pocas plazas en Salud pública. «Tienen claro que cuando salgan tienen que buscar una empresa privada o montar su propia clínica», afirma el decano.
Por otra parte, en esta profesión ha habido una evolución muy grande en los últimos años, «cada vez con más tecnologías y más cosas que hacer», según Aguilera. Así, explica, «de los 45 minutos que dura una sesión aproximadamente, la parte de terapia manipulativa son unos diez minutos y luego se aplica onda corta, láser, electroterapia…». Todas estas tecnologías las tienen en la Facultad, porque «se ha comprado mucha equipación en los últimos años».
También se ha recreado un apartamento para hacer la simulación de los cuidados en la casa y una habitación de la UCI para los cuidados en el hospital. Y luego hay simuladores para hacer la valoración del paciente. «La idea es que el alumno vaya más preparado a las prácticas, cuando se enfrente a una persona real», explica Aguilera, que destaca que en la Facultad es más fácil hacer simulaciones que en el hospital «porque ahí se tiene que dar la situación, pero aquí la propiciamos, ponemos el simulador en bradicardia y el estudiante tiene que detectarlo y ver lo que tendría que hacer con el paciente, así cuando va al hospital esa situación ya la ha experimentado». Y esto es positivo, como dice el decano, «porque los sistemas sanitarios cada vez exigen más seguridad para el paciente».
El futuro de la Facultad
En sus 25 años formando enfermeras y enfermeros y otros diez haciendo lo propio con los fisioterapeutas, la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Almería ha ido dando forma a una oferta educativa en la que, además de los dos Grados, hay cuatro másteres oficiales. Además, el rumor de unos futuros estudios de Medicina es cada vez mayor, e incluso lo planteó el rector en el discurso de apertura de curso del 25 Aniversario, el pasado mes de octubre.
Gabriel Aguilera, decano de la Facultad, explica que «el plan de estudios está muy avanzado, solo falta la decisión política para que se implante». De hecho, hay unos terrenos junto al Hospital Universitario Torrecárdenas (como ha pasado a denominarse) que son de la Universidad y que están destinados a albergar una futura Facultad de Medicina. Aunque aun no está claro que sea una facultad por sí misma o si se integrará en la de Ciencias de la Salud: se dan ambos casos en otras universidades españolas, e incluso en la de Almería hay una Escuela de Ingeniería que incluye todas las Ingenierías cuando en otras, como la Politécnica de Madrid, hay una Escuela para cada Ingeniería. El problema, calcula Aguilera, es que «una facultad propia necesita titulados, catedráticos, etc, que no salen de un día para otro».
Mientras llega Medicina, hay otras titulaciones relacionadas con el ámbito de la salud que tienen mucho tirón y que Aguilera vería con buenos ojos que se incorporasen a la oferta de la Facultad. «Cualquiera que sea del área de las Ciencias de la Salud, gente va a tener, porque tenemos mucha lista de espera» en los Grados actuales, revela. Cada curso, dice, «se pueden quedar unas 700 personas en lista de espera para Enfermería. Y en Fisioterapia, por el estilo».Entre las posibles titulaciones que podrían llegar, están Logopedia o Terapia Ocupacional. «El objetivo es ir aumentando las titulaciones de la Facultad», afirma el decano.
Los másteres oficiales, de Investigación en Enfermería, Fisioterapia, Sexología y Medicina, también tienen mucho tirón entre los estudiantes. «Con los másteres está ayudando la subvención del 99% de la Junta de Andalucía», reconoce Aguilera, ya que los alumnos han pasado de pagar una matrícula de entre 700 u 800 euros a que sea prácticamente gratis. Además, añade, «Sexología tiene mucha demanda, porque vienen graduados de Enfermería, Medicina, Psicología y Educación. Además, es un máster inédito en España, y viene mucha gente de fuera». Asimismo, en todos ellos se van incorporando «las innovaciones y las técnicas nuevas de la profesión», por lo que son másteres en continua evolución. Aun así, para el futuro, el decano vería con buenos ojos un Máster de Emergencias oficial.
Mientras todo llega, desde ya se va a estar celebrando el 25 aniversario de la Facultad de Ciencias de la Salud con actividades que se prolongarán todo el año. Comienzan en febrero con charlas sobre enfermedades poco frecuentes, «porque esta Facultad participa en proyectos y asociaciones de este tipo de enfermedades», cuenta Aguilera. Y luego, durante la semana del patrón, del 4 al 7 de marzo. En esta, el 4 habrá una cardiomaratón. El 5, diferentes actividades. El 6, en el Paraninfo se hará una entrega de premios, con personas relevantes en redes sociales de la Enfermería y la Fisioterapia. El jueves, tendrá lugar la entrega de distinciones a los jubilados de los últimos 25 años y a las asociaciones e instituciones públicas, como Ayuntamientos, Diputación y Junta, que han colaborado con la Facultad en sus 25 años.
(Reportaje publicado en el número de febrero de 2019 de la revista Foco Sur).