Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Almería

La fábrica de emprendedores de Almería

Si una medida de la salud de la economía de una región la da el nivel de sus emprendedores y empresas, en Almería esta calidad está asociada desde hace décadas a la actual Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Desde que nació en 1935 como Escuela de Comercio hasta hoy, buena parte de los empresarios que han hecho evolucionar la economía de la provincia han salido de estas aulas. Ahora, la Facultad celebra sus 25 años en la Universidad de Almería mirando a un futuro que imagina inmerso en la economía global, repartiendo por el mundo a alumnos y exalumnos. 

Durante mucho tiempo, quienes optaban por estudiar en Almería tras acabar la enseñanza obligatoria apenas tenían tres opciones: Magisterio, Enfermería y Empresariales. En la antigua sede en la calle Gerona, que hoy alberga al Consejo Social de la UAL, se formaron miles de alumnos que salían preparados para pasar a formar parte de las empresas más punteras de Almería y del resto del país, pero también para poner en marcha sus propios proyectos. Muchos de esto alumnos asistirán el próximo 5 de abril a la cena homenaje organizada por la Facultad para conmemorar el 25 Aniversario de la UAL. El acto será especial, puesto que pretende reunir al cerca de millar de antiguos alumnos que se licenciaron justo antes de que se ‘independizase’ el campus almeriense, hasta entonces subsede de la Universidad de Granada. Buena parte del quién es quién del empresariado almeriense asistirá al emotivo homenaje, que incluirá una visita por el campus previa a la cena.

De estos empresarios surgidos de los precedentes de la Facultad hay emprendedores destacados como Luis Fernández Revuelta, quien se ‘inventó’ la primera agencia de viajes de Almería, Viajes Alysol; Antonio Alonso, que vio la oportunidad de apoyar a las empresas de la provincia en la Transición, con el cambio de legislación para la fiscalidad de las empresas, creando AMB Consultores; o Antonio Lamarca, que apostó por dar una vuelta de tuerca al clásico bar de tapas poniendo en marcha una cadena de tiendas gourmet y restaurantes que son ya referentes en Almería, el Grupo Lamarca. Asimismo, de la Escuela de Comercio y la de Empresariales, y de la actual Facultad, han surgido trabajadores preparados para colocarse en empresas punteras a nivel internacional, como Amazon, cuyas oficinas de Europa, en Londres, cuentan con egresados de la UAL; y a nivel nacional, como el caso del almeriense Grupo Cajamar, donde su actual director general, Francisco Andújar, entró a trabajar nada más finalizar sus estudios en la Escuela de Empresariales de la calle Gerona.

25 años de la facultad

El actual decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Jerónimo de Burgos, asegura a Foco Sur que en el centro están más «orgullosos» en estos 25 años de Universidad de Almería es de «nuestros alumnos, porque hemos formado una gran cantidad de buenos alumnos que están repartidos por gran parte de las empresas de Almería». Así, continúa explicando que «hay alumnos nuestros que han trabajado en Agrupaejido, en CASI, que es uno de los principales receptores de alumnos en prácticas de la universidad y de la facultad. Prácticamente todo el tejido empresarial almeriense tiene alumnos nuestros».

En este sentido, tiene claro que «un rasgo distintivo es nuestro acercamiento al tejido empresarial, porque la mayoría de las empresas donde nuestros alumnos hacen prácticas son empresas cercanas, locales, lo que da un contacto con una realidad cercana». De la misma manera, considera que «la UAL ha ayudado mucho al tejido empresarial de Almería, por ejemplo en entidades como Cajamar, que hemos crecido juntos; nosotros la hemos alimentado de egresados, y si ha crecido tanto ha sido por su buena política pero también por el apoyo del personal formado por la UAL».

A nivel internacional, De Burgos destaca que «tenemos alumnos trabajando en las oficinas de Amazon en el Reino Unido, otros que están en Sudamérica en empresas de importación y exportación de productos españoles». Incluso «tenemos alumnos del Grado de Turismo, aunque esos estudios no tienen aun 25 años, que se están colocando en empresas de medio mundo». Esto es posible gracias a la apuesta por el idioma inglés, en el que se imparten algunas asignaturas en los Grados de la Facultad, que hace que los alumnos salgan mejor formados en idiomas. «Eso ayuda a la internacionalización de las empresas, y a su comercialización», asegura el decano.

Esta apuesta por la internacionalización va a ser clave en la Facultad durante los próximos cursos. Así Jerónimo de Burgos apuesta por «continuar con la proyección internacional, es el futuro». Para ello, «queremos alimentarnos mutuamente con los egresados, con la Asociación de Antiguos Alumnos. Almería está un poco apartada y queremos realzarla y motivarla».

Luis Fernández Revuelta – Viajes Alysol

Uno de estos antiguos alumnos es Luis Fernández Revuelta. Hace más de 50 años, no del todo satisfecho con su trabajo y con el espíritu emprendedor mamado desde pequeño, cuando pasaba horas en la tienda de su padre en la calle Real, decidió poner en marcha un negocio del que en Almería no había referencias. Un profesor de la Escuela de Comercio, donde había estudiado, le dio la idea y, así, en 1966 nacía Viajes Alysol, la primera agencia de viajes de Almería; un negocio que fue durante décadas el referente del sector, una vez sorteó los recelos iniciales de los almerienses, que no veían claro que no les saliese más caro el billete de tren que si lo compraban en Renfe, según recuerda el empresario, hoy retirado.

A pesar de lo novedoso de la propuesta, a Fernández Revuelta le fue bien desde el principio, vendiendo principalmente billetes de tren. Los primeros meses continuó trabajando en la empresa donde lo hacía desde hacía unos años, y tenía a una chica en la agencia, que al principio estaba en la calle Méndez Núñez, cerca ya de la calle Javier Sanz, en el estrecho local donde hoy hay un estanco. En cuanto pudo, dejó el trabajo y ya se puso al frente de su agencia. «El primer día que compré el periódico, me tomé el café y me fui a mi oficina… fue un día histórico», rememora.

En 1968, dos acontecimientos dispararon a Viajes Alysol a nuevas cotas: la apertura del aeropuerto y el traslado al local donde permaneció hasta su cierre en el Paseo de Almería. «Entonces, el Paseo era un seguro de vida, lo que pusieras sabías que te iba a ver toda Almería», cuenta Fernández Revuelta, que asegura que «cuando vino Iberia, las ventas se multiplicaron por mil, porque pasé a vender billetes de avión a Madrid y el mundo entero». Además, recuerda que la apertura del aeropuerto supuso una especie de ‘revolución’ en la sociedad almeriense: «Era un espectáculo; la gente iba a ver ‘el aparato’, y a ver qué gente se bajaba, pero es que a lo mejor se bajaba Brigitte Bardot, por ejemplo», rememora, y sentencia: «El aeropuerto nos abrió una ventana al mundo».

Poco a poco, la agencia fue creciendo y abrió oficinas en Roquetas de Mar, donde se encargaban de recibir turistas para organizarles las excursiones que realizaban; y en otras localidades como El Ejido, Albox, Almuñécar o incluso Barcelona. Su fundador recuerda hitos como la vez que «hicimos 17 vagones de tren, lo más grande que se ha hecho en Almería, cuando vino el papa Juan Pablo II a Granada; o los seis viajes diarios en la Expo, con tres aviones, ida y vuelta».

Testigo y protagonista de la evolución del turismo en nuestra provincia y en España, Luis Fernández Revuelta ha visto cómo el sector que el impulsó en Almería ha evolucionado con los años. «La gente ahora viaja masivamente, pero entonces eran habas contadas. El mundillo ha cambiado de la noche al día; los clientes son muchísimo más exigentes, saben más», reconoce, «y con Internet no hemos podido, han caído agencias a porrillo. Yo tuve la suerte de irme en el momento justo». En 2003, vendió la agencia a sus empleados y se jubiló. Alysol resistió sin él apenas cinco o seis años.

Antonio Alonso – AMB Consultores

Antonio Alonso es otro de los nombres destacados del tejido empresarial almeriense surgido de los precedentes de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Aprovechando que la reforma y amnistía fiscal de 1977 iba a hacer que aflorase buena parte de la economía sumergida de la provincia y que las cosas iban a tener que hacerse de otra forma desde entonces, puso en marcha con Antonio Bosquet, compañero de la Escuela de Empresariales, en la que eran profesores, AMB Consultores, una empresa moderna para la época, especializada en una materia para la que no tenían competencia.

«Entonces, la fiscalidad tenía poca formalidad y había un par de asesores» en Almería, recuerda Alonso, que explica que «empezamos con otro estilo, porque sabíamos que la legislación estaba cambiando» gracias a la actualización de contenidos que necesitaban para ejercer de profesores en el centro. La reforma fiscal hizo que muchas empresas buscaran especilistas en la nueva legislación, y allí estaban ellos para proporcionar el servicio.

Entre sus primeros clientes, destacaban las empresas de automóviles, aunque al poco la consultora empezó a especializarse en el incipiente mercado agrícola. «Siempre estuvimos centrados en el tema agrario, porque veíamos que ahí estaba el potencial de Almería. Nos especializamos mucho en subvenciones europeas a nuevas inversiones», cuenta Alonso, que recuerda que «fue un ‘boom’, con gente que necesitaba una nave o una alhóndiga, la hacía, nosotros le montábamos la cooperativa y se quedaban de clientes. O una alhóndiga». Otro cliente, hasta que el éxito le hizo demasiado grande para que AMB pudiera seguir con ella, fue Grupo Cosentino, empresa que comenzó con ellos.

Asimismo, AMB Consultores se convirtió en una especie de ‘cantera’ de empresarios, ya que por sus oficinas pasaban recién licenciados que adquirían en esta empresa la formación práctica necesaria para dar el salto a otras compañías. Así, firmas como Agroponiente, Vicasol o la constructora Jarquil cuentan con extrabajadores de AMB entre sus actuales directivos.

En la actualidad, la consultora forma parte del grupo nacional BNFix y del internacional DFK, con la idea de que «la gente joven coja el testigo». Con la retirada en mente, Alonso aun impulsa nueva líneas de negocio para su empresa, como la actual apuesta por el sector público, en el que han hecho «auditorías de Ayuntamientos, de la provincia y de fuera, como el de Málaga; la de la UAL un par de años; o de hospitales en Valencia y el País Vasco».

En estas cuatro décadas, «el sector empresarial almeriense se ha profesionalizado mucho», asegura Antonio Alonso, que sonríe diciendo que «las alegrías aquellas desaparecieron y las empresas se están rodeando de gente más técnica. Antes era más intuitivo, de estar pegado al terreno. Es un cambio para bien».

Antonio Lamarca – Grupo Lamarca

El sector de la hostelería ha sido de siempre uno de los más activos en la provincia, donde bares y restaurantes proliferan. Para Antonio Lamarca, encontrar el éxito en un mercado tan competido fue cuestión de apostar por un concepto diferente: el del restaurante asociado a la tienda de productos gourmet y delicatessen. Para él, no fue un riesgo en sí la puesta en marcha del negocio, hace ya 20 años, ya que «el verdadero riesgo de cualquier negocio está en no controlarlo de manera eficiente, ordenada y no ser capaz de innovar como base de mejora continua». E innovación no le falta a Antonio Lamarca, que afirma que «desde muy pequeño he tenido siempre la misma inquietud de crear, crear como base de mi planteamiento de vida». En este sentido, asegura que «mi vida es una cadena de sucesos en los que unos me han llevado a otros, y grupo Lamarca es un eslabón de la cadena».

Esta visión emprendedora le ha llevado a que en la actualidad «estamos consolidados como establecimiento de alimentación gourmets líder en Almeria». Y en el apartado gastronómico, destaca que basa su cocina «en unos estándares de calidad», lo que les ha llevado asimismo a ser «el catering de garantía de la agricultura almeriense en las ferias de europa y de empresas de otros sectores de nuestra provincia que requieren de un servicio de estas dimensiones».

Estudiar en la UAL, dice, «me preparó para poder realizar como profesional lo que yo ya era como persona». Y reconoce que estudiar asignaturas como Contabilidad, Derecho o Economía «me permite tener a un contable y que yo sepa que no me está engañando, tener a un abogado y saber de lo que me habla, y tener a un asesor o consultor y entender el idioma de las finanzas». Con solo 40 años, es el más joven de estos emprendedores referentes en Almería, y aun le queda trayectoria, en la que «crear» seguirá siendo la meta, el objetivo. Porque, asegura, «crear es la mayor magia a la que puede aspirar un emprendedor».

Francisco Andújar – Grupo Cajamar

El caso de Francisco Andújar es diferente, aunque sirve de ejemplo de quienes, tras estudiar, entran en una empresa y van adquiriendo cada vez más responsabilidad, a la vez que la misma empresa crece. «Para todos los que no queríamos montar nuestra propia empresa, que hubiéramos estudiado Económicas o Empresariales, y que queríamos seguir viviendo en Almería, la entidad más importante era Cajamar», rememora Andújar. «Yo empecé como todo el mundo, desde abajo, como empleado de oficina, estando en caja y pasando por los distintos puestos de la oficina. Cuando llevaba un par de años, salió la oportunidad de pasar a Auditoría Interna y lo hice. He recorrido todos los puestos de Auditoría Interna de la Caja hasta ahora, que soy director de Auditoría y director general del Grupo Cajamar».

Como comentaba Jerónimo de Burgos, entre Cajamar y la UAL hay un vínculo especial. Así, asegura que «un porcentaje muy elevado de graduados de la Facultad trabajan en la Caja. Y en la antigua Escuela Universitaria prácticamente todos los que acabábamos hacíamos las pruebas y acabábamos en la Caja». En la actualidad, también se contratan «otros perfiles de otras disciplinas de la UAL, como matemáticos o informáticos».

La relación entre las dos entidades es, además, bidireccional, puesto que directivos de Cajamar participan como profesores o conferenciantes en másteres de la UAL, en los que aportan su conocimiento a las próximas generaciones de emprendedores almerienses.

(Reportaje publicado en el número de abril de 2018 de la revista Foco Sur).

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